El titular de Exteriores achaca a Benaissa que la crisis con Marruecos persista

Durante a?os, la diplomacia espa?ola, incluido su m¨¢ximo responsable, Josep Piqu¨¦, present¨® al ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, como el m¨¢s hispan¨®filo de los dirigentes marroqu¨ªes.

Hablaba un buen castellano, hab¨ªa nacido en Asila, en el norte de Marruecos, en tiempos del protectorado espa?ol, y ten¨ªa todos los ingredientes para ser un ferviente partidario del acercamiento con Espa?a a diferencia de su segundo, Taeb Fassi-Fihri, mucho m¨¢s franc¨®filo.

Piqu¨¦ se?al¨®, sin embargo, ayer que su hom¨®logo era el m¨¢s reacio de los altos cargos marroqu¨ªes a la hora de promover la reconciliaci¨®n con Espa?a pendiente desde que Rabat llam¨® a consultas, en octubre, a su embajador en Madrid.

'Me consta', dijo Piqu¨¦ en una entrevista con La Vanguardia, 'que muchos responsables marroqu¨ªes desean que esta normalizaci¨®n se produzca lo antes posible, pero el ministro Benaissa est¨¢ teniendo una actitud m¨¢s reticente, con un punto de vista diferente'.

Aunque su tono ha sido m¨¢s moderado que el del presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Piqu¨¦ ha hecho algunos comentarios que han contribuido a tensar a¨²n m¨¢s la cuerda con Rabat.

A principios de septiembre, cuando las malas relaciones con Marruecos todav¨ªa no hab¨ªan desembocado en una crisis abierta, el ministro espa?ol denunci¨®, por ejemplo, en El Mundo, que 'la connivencia entre la polic¨ªa marroqu¨ª y las mafias es evidente'. El rey Mohamed VI le respondi¨® a la acusaci¨®n en una entrevista con el diario Le Figaro.