El camino del dinero
Los dos caballeros del Sur, Berlusconi y Aznar, han dicho una frase parecida: la Bolsa no tiene nada que ver con la econom¨ªa. Una simple constataci¨®n de lo que pasa en los pa¨ªses que conducen: la Bolsa va muy mal, la econom¨ªa muy bien. Hay especialistas que piensan que van mal las dos cosas, e incluso que est¨¢n relacionadas. No tendr¨¢n cargo, pero les creo m¨¢s porque creo que el dinero es ¨²nico. Soy monote¨ªsta del dinero, y pienso que es el mismo el del pobre de la esquina que el de la empresa WorldCom, ¨²ltimo esc¨¢ndalo del dinero mundial. Las monedas son redondas para rodar: y van hacia unos huyendo de otros.
El euro que le doy en la esquina al violinista ir¨¢, tarde o temprano, rodando y rodando, hacia Estados Unidos. Quiz¨¢ pase por la isla de Jersey, o por Suiza o Chipre, o por Malaisia como si fuera un turista sexual -parte del gran c¨²mulo viene del sexo: todav¨ªa no s¨¦ c¨®mo un experto no ha estudiado la econom¨ªa sexual-, pero al final va all¨ª. Oigamos a Bush -tan amigo de los caballeros del Sur de Europa- decir a los palestinos que si eligen otra vez a Arafat les quita el dinero. Se lo dijo a los yugoslavos, o serbios, o lo que sean esos pobres desgraciados ahora: o le entregaban a Milosevic para ser juzgado o les quitaba el dinero. Ya lo est¨¢n juzgando. Aznar se pas¨® cuando dijo en Sevilla que hab¨ªa que quitar el dinero a los pa¨ªses pobres que no impiden que sus hambrientos corran hacia el olor a hamburguesa y patatas fritas que les llega de Europa. Prob¨® su desconocimiento del equilibrio. A esos pa¨ªses se los tiene a una dieta para que prefieran mantenerla sin lanzarse a por nosotros (yo escribir¨ªa 'por nosotros', pero me da apuro porque van a decir que escribo como en los papiros): si les quitan lo que se les da, pueden venir a dentelladas; con m¨¢s, tambi¨¦n porque se sentir¨ªan m¨¢s fuertes. Es la ecolog¨ªa, que es una econom¨ªa como en la Bolsa. Los peque?os ahorradores, las viudas o hu¨¦rfanos que algo heredaron, los que vendieron el piso para irse a otro peor, invirtieron al empezar el a?o, digamos, diez millones: si lo hicieron mal, pueden quedarles cuatro. Todas las antenas les dicen que no se asusten y no se retiren, que no cunda el p¨¢nico: a fin de a?o a¨²n podr¨¢n tener tres millones.
Pero que sepan que no se han perdido, o desvanecido: han continuado camino de donde el dinero siempre viene y a donde siempre fue.
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