Ardiente visi¨®n de los sesenta

El sue?o m¨¢s dulce es la ¨²ltima, esperada y magn¨ªfica novela de la flamante premio Pr¨ªncipe de Asturias 2001. En el pr¨®logo, Lessing confiesa que espera 'sobre todo haber sido capaz de recrear el esp¨ªritu de la d¨¦cada de los sesenta' (p¨¢gina 9), y que se reconstruye con un evidente sarcasmo del que dan fe alusiones a 'aquella mentalidad de 'todo es para bien en el mejor de los mundos posibles' que alg¨²n d¨ªa simbolizar¨ªa los a?os sesenta' (p¨¢gina 34). La trama se centra en una familia de aluvi¨®n, en el Londres hippy de los sesenta. Conviven la abnegada Frances, sus hijos Colin y Andrew, incontables j¨®venes descarriados que encuentran all¨ª un refugio liberal y bohemio como su propia ¨¦poca, su ex suegra Julia, matriarca del clan (con sonoros ecos de Mrs. Dalloway) y atildada burguesa de origen alem¨¢n que acoge en su caser¨®n a toda la troupe, y su ex marido Johnny Lennox, el Camarada, recalcitrante l¨ªder comunista envilecido por sus ideales, que no cumple con sus deberes de padre porque prefiere los escarceos con jovencitas militantes -y que responde a los reproches de su propia madre acus¨¢ndola de 'ser un t¨ªpico miembro de las clases explotadoras que s¨®lo piensa en el dinero, mientras que ¨¦l trabaja para el futuro de toda la humanidad' (p¨¢gina 25)-. Tambi¨¦n la hijastra de ¨¦ste, Sylvia, beat¨ªfica doctora que acabar¨¢, como la novela, traslad¨¢ndose a Zimlia -enti¨¦ndase Zimbabue, tierra adoptiva y el m¨¢s dulce de los sue?os de Lessing-, luchando contra el sida y la corrupci¨®n, rindi¨¦ndole pleites¨ªa a aquel idealismo de los j¨®venes de los sesenta que la novela analiza desde un caleidoscopio imaginario.

La autora asegura no haber

Lessing retrata los sesenta

desde la nostalgia de la inocencia perdida para siempre, pero asimismo desde el rencor por el desperdicio de a?os y esfuerzos en los ideales de un comunismo por el que m¨¢s tarde se sinti¨® traicionada. La autora de El cuaderno dorado (1962) ha escrito esta ¨²ltima novela con 81 a?os y la mujer de nuevo en el punto de mira, y por cada frase fluyen, sin embargo, como el primer d¨ªa, la rabia, la sangre, el compromiso o la fidelidad a las emociones, expresadas en di¨¢logos que, una vez m¨¢s, atrapan la vida. El sue?o m¨¢s dulce no s¨®lo constituye una lecci¨®n magistral de composici¨®n de personajes, de orquestaci¨®n de un relato coral que avanza por tres generaciones, es sin duda una de las mejores novelas de Doris Lessing, que supera incluso a De nuevo, el amor (1996) y muestra, como en el caso de Saul Bellow en Ravelstein, que es obvio que talento y provecta edad no tienen por qu¨¦ estar re?idos. Y si alg¨²n lector, bajo la hermosa historia de El sue?o m¨¢s dulce, tropieza con vehemencias o hip¨¦rboles, que piense, como dijo Scott Fitzgerald, que 'narrar lo extremo como si fuese lo corriente es lo que en realidad te sit¨²a de lleno en el arte de la ficci¨®n'.