Arte y t¨¦cnica

Pasada la vor¨¢gine de las fiestas, y a ra¨ªz de la pol¨¦mica suscitada con la hoguera oficial, se me ocurre reflexionar sobre la estabilidad y la seguridad que tienen todos estos monumentos que, a?o tras a?o, un grupo de artesanos y artistas se esfuerzan en construir compitiendo entre ellos, para conseguir alguno de los premios en suerte, para as¨ª, el a?o siguiente, conseguir alg¨²n encargo m¨¢s.

Ni que decir tiene que estoy a favor de la competencia entre los distintos constructores y de que el que mejor lo haga, consiga m¨¢s encargos. Este hecho provoca una cierta evoluci¨®n en los dise?os de monumentos que se erigen y as¨ª, tanto las formas, como su composici¨®n y colorido, mejoran en la mayor¨ªa de los casos a?o a a?o.

En esta ocasi¨®n, la hoguera oficial, la que ten¨ªa que representar a la ciudad y cuya crem¨¤ iba a ser televisada, en la fase de montaje muestra signos evidentes de inestabilidad y a la vista de los hechos, est¨¢ claro que en su concepci¨®n y/o construcci¨®n el monumento estaba lejos de ser suficientemente estable y su estructura, incapaz de soportar su parte alta.

No es el primer monumento, que se cae por tal o cual causa, que si el viento, que si los carpinteros, que si su constructor arriesga mucho, etc...

Los ciudadanos de Alicante asumen por un sistema u otro el costo de todos estos monumentos que sirven para embellecer y enaltecer la fiesta, adem¨¢s de hacer cr¨ªtica social para re¨ªrse y olvidarse de los problemas cotidianos. Lo que parece evidente es que ninguno de estos ciudadanos est¨¢ dispuesto a correr el riesgo de tener la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de ir al hospital porque le caiga encima la parte alta de la hoguera.

Ya se est¨¢ planteando, por voces desde dentro de la Comisi¨®n de Hogueras, la necesidad de introducir modificaciones en la normativa y que es el momento de mejorar con anchas miras la seguridad de estos monumentos.

La sociedad de Alicante dispone en su seno de toda una serie de t¨¦cnicos especialistas en estructuras temporales o duraderas, y parece l¨®gico que a trav¨¦s de sus gobernantes se exija una colaboraci¨®n entre los artistas fogueriles y los t¨¦cnicos para que eval¨²en las acciones a las que pueden ser sometidos los monumentos, y de esta manera saber c¨®mo van a estar solicitadas las distintas piezas o uniones de la estructura para poder dimensionarla adecuadamente y controlar el montaje.

Alfredo Aldave es arquitecto y profesor de la Universidad de Alicante.