El menguante valor de la Bolsa
Los valores del Ibex 35 pierden 143.000 millones de euros de capitalizaci¨®n desde los m¨¢ximos de septiembre de 2000
Los ¨ªndices, sus diferencias, explican bien la evoluci¨®n de los mercados, pero tras esos ¨ªndices hay euros contantes y sonantes que se han evaporado del valor de las compa?¨ªas que cotizan. La suma de los 35 valores del Ibex alcanz¨® su valor m¨¢ximo en septiembre de 2000 en 376.889 euros (62,7 billones de pesetas). Ahora, esos valores valen 233.379 milones de euros (38,8 billones de pesetas). Una ca¨ªda que ha afectado especialmente a los pesos pesados del mercado con inversiones en Latinoam¨¦rica.
BBVA, SCH, Repsol y Telef¨®nica valen hoy en Bolsa menos que en julio de 1998, a pesar de los periodos de revalorizaci¨®n de a?os anteriores
Con estos precios existe un riesgo real de que sus competidores puedan lanzar una OPA sobre las grandes compa?¨ªas espa?olas
El r¨¦gimen que han impuesto los vendedores a la bolsa espa?ola le ha dejado fam¨¦lica. Desde que en marzo de 2000 y, tras los excesos tecnol¨®gicos, el mercado marcase sus valores m¨¢ximos, las grandes sociedades no han hecho sino perder y perder valor burs¨¢til (capitalizaci¨®n). Como justamente la crisis se ha centrado en estos t¨ªtulos por sus inversiones en Latinoam¨¦rica, el dinero se ha esfumado a espuertas de las centenarias arcadas de la bolsa espa?ola.
Las grandes cifras son muy llamativas. Los 35 valores del Ibex, seg¨²n los datos facilitados por la Sociedad de Bolsas, alcanzaron una capitalizaci¨®n m¨¢xima el 15 de septiembre de 2000 con 376.889 millones de euros y ahora valen 233.739 millones. Un descenso de valor muy significativo y que adem¨¢s se concentra en un reducido n¨²mero de t¨ªtulos. En ese periodo las acciones del Ibex han perdido 24 billones de pesetas de valor. BBVA y BSCH, Repsol y Telef¨®nica son los responsables de este descalabro. A cierre del pasado jueves, estos valores val¨ªan en el mercado 126.386 millones de euros y al finalizar 2000 hab¨ªa que poner en el mercado 199.305 millones de euros para adquirirlos.
Pero estas cifras ser¨ªan a¨²n mayores teniendo en cuenta que durante este periodo se han realizado importantes ampliaciones de capital en BBVA, BSCH y Repsol para atender, preferentemente, sus planes de expansi¨®n por Latinoam¨¦rica. Unas ampliaciones que se hicieron como ofertas p¨²blicas de suscripci¨®n con un ligero descuento en el precio sobre el de cotizaci¨®n y que llev¨® a la renuncia expresa del derecho de suscripci¨®n preferente para los accionistas.
Ampliaciones
Asimismo, Telef¨®nica ha realizado varias operaciones que han puesto m¨¢s t¨ªtulos en el mercado al utilizar la ampliaci¨®n de capital liberada como f¨®rmula de retribuci¨®n al accionista, una vez que se decid¨ªa poner fin al tradicional dividendo. Por ello, la fuerte p¨¦rdida de valor es a¨²n m¨¢s sangrante.
Hay, por tanto, muchos m¨¢s t¨ªtulos en circulaci¨®n de estas compa?¨ªas. Ahora bien, el castigo en el precio ha sido tan severo que ha absorbido sin m¨¢s dificultades la emisi¨®n de nuevas acciones.
Una ca¨ªda tan r¨¢pida y contundente que habr¨ªa dejado a muchos inversores sin ganancia si no hubieran vendido a tiempo. Actualmente, estas cuatro sociedades mencionadas se encuentran por debajo de su valor burs¨¢til en julio de 1998. Un duro camino de ida y vuelta que sit¨²a hist¨®ricamente a la actual crisis de los mercados como una de las m¨¢s profundas.
El an¨¢lisis de sociedad por sociedad es tambi¨¦n preocupante. En el caso de Telef¨®nica, el mal momento de las telecomunicaciones explicar¨ªa su desplome de valor en bolsa. Sin embargo, en el caso de los grandes bancos y de Repsol es necesario utilizar el argumento de la crisis Argentina y su posible traslaci¨®n a otros pa¨ªses del continente. Un buen ejemplo de lo ocurrido con los valores de Internet es el de Terra, que tras cotizar a m¨¢s de 150 euros por t¨ªtulos se encuentra ahora pugnando por alcanzar los seis euros.
Pero Telef¨®nica, BBVA, BSCH y Repsol son la crema del mercado espa?ol, los t¨ªtulos m¨¢s importantes por beneficios, facturaci¨®n y peso en la configuraci¨®n de los indicadores. A finales de 1999, en plena efervescencia del boom de telecomunicaciones y tecnol¨®gicas, Telef¨®nica ten¨ªa un valor de 80.918 millones de euros (13,43 billones de pesetas) y en esta semana ha marcado un valor de 39.808 millones de euros (6,62 billones de pesetas). Un precio este ¨²ltimo inferior a los 7,55 billones de pesetas que costaba comprar la totalidad de la operadora en julio de 1998.
En la misma l¨ªnea de ca¨ªda se encuentra la petrolera Repsol YPF, compa?¨ªa que lleg¨® a valer a finales de 1999 casi el doble que su precio actual. As¨ª, la petrolera vale en bolsa 14.039 millones de euros, frente a los 27.347 millones de hace dos a?os y medio.
En los bancos, el desplome ha sido menor y curiosamente han tenido una evoluci¨®n muy pareja a lo largo de estos cuatro ¨²ltimos ejercicios en bolsa. Sus valores m¨¢ximos se alcanzaron a finales de 2000, superando los 50.000 millones de euros de valor para colocarse en torno a los 36.000 millones.
Ofertas y efectos
La comparaci¨®n en la marcha de los grandes valores les coloca en niveles muy atractivos para que alg¨²n competidor lance una oferta p¨²blica de adquisici¨®n (Opa). Una posibilidad que el mercado ha barajado, sobre todo, en el caso de la petrolera Repsol, ya que en el sector existen compa?¨ªas de tama?o considerablemente superior y que no han tenido una evoluci¨®n negativa en su precio. En el caso de Telef¨®nica y los bancos espa?oles, su mayor tama?o y el que sus competidores -sobre todo en telecomunicacio-nes- tambi¨¦n hayan visto desinflarse su precio, dificulta una operaci¨®n que ser¨ªa casi imposible por medio de intercambio de t¨ªtulos.
Tampoco el elevado endeudamiento en telecomunicaciones permite recurrir a los mercados para financiar una compra de ese calado. Esta dificultad de compra por cambio de t¨ªtulos es una de las consecuencias negativas de la p¨¦rdida de valor en los mercados. Tambi¨¦n afecta a la propia solvencia de la compa?¨ªa en otros endeudamientos que tenga comprometidos El ratio entre deuda y capitalizaci¨®n se dispara estrepitosamente.
El dinero, como la energ¨ªa, tambi¨¦n se transforma
Existe la creencia de que el dinero se esfuma de la bolsa y se pierde irremisiblemente. En el mercado espa?ol son muchos billones de las antiguas pesetas o cientos de miles de millones de euros c¨®mo se cuantifica la p¨¦rdida de valor de las grandes compa?¨ªas cotizadas. Sin embargo, no todo ese dinero se pierde, aunque exista una muy l¨®gica sensaci¨®n de empobrecimiento para aquellos inversores que sufren la p¨¦rdida de forma latente. Una sensaci¨®n que incide en el gasto de las familias, ya que cuando las acciones se deprecian se frenan algunos gastos por la p¨¦rdida de patrimonio, aunque sea s¨®lo latente. Pero el dinero generado en el 'boom' de los mercados ha ido entrando y saliendo y busca su lugar en otras alternativas de inversi¨®n. Parte del alargamiento del boom del mercado inmobiliario tiene tambi¨¦n su explicaci¨®n en las plusval¨ªas generadas en los mercados de acciones durante 1998, 1999 y primer trimestre de 2000. Estos efectos de trasvase entre el dinero son directos en el caso de la bolsa y la deuda. En jornadas de duro castigo burs¨¢til, la deuda experimenta una entrada de dinero fresco que provoca la subida del precio y la ca¨ªda de las rentabilidades.
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