?Reconstrucci¨®n?

En el municipio de Rasines (Cantabria) se est¨¢ realizando una restauraci¨®n que -salvando las evidentes diferencias- guarda cierto paralelismo con la obra del fenecido Teatro Romano de Sagunto.

En la citada localidad, origen de canteros y arquitectos de la categor¨ªa de los Gil de Honta?¨®n, se halla la iglesia de San Andr¨¦s, del siglo XVI, edificio declarado Bien de Inter¨¦s Cultural hace varias d¨¦cadas. Unos a?os antes se hab¨ªa desplomado la torre, dejando como testimonio s¨®lo el husillo de la escalera. El tramo de la nave m¨¢s pr¨®ximo qued¨®, adem¨¢s, muy da?ado.

Actualmente estamos asistiendo a la supuesta 'reconstrucci¨®n' de dicha torre, pero el material elegido es el antiest¨¦tico hormig¨®n armado, algo inadmisible para la restauraci¨®n de un edificio hist¨®rico, por ser agresivo con la obra antigua. Y resultar irreversible, como observa el articulista con raz¨®n.

Esta moderna iniciativa -que, seg¨²n dir¨ªa el se?or Capitel, sigue criterios 'anal¨®gicos', que no 'mim¨¦ticos', para nuestra desaz¨®n- ha partido de la propia Consejer¨ªa de Cultura del Gobierno Regional de Cantabria.

Y los de aqu¨ª nos preguntamos: ?a qu¨¦ instancias podemos recurrir para que se reconsidere esta 'intervenci¨®n' si quienes han de velar por el respeto y la conservaci¨®n del patrimonio auspician la instalaci¨®n de una especie de pilastra de puente de autopista como equivalente de una torre de siller¨ªa, de la que se tiene abundante documentaci¨®n y cuya piedra ha permanecido in situ justo hasta el inicio de la obra, en que empez¨® a trasladarse solapadamente?

Como nosotros opinamos que el patrimonio hist¨®rico no es propiedad de ning¨²n Gobierno regional, creemos que este tipo de iniciativas deber¨ªan, al menos, regularse mucho m¨¢s estrictamente para evitar lo irreparable.

De ah¨ª el car¨¢cter ejemplificante -que no, desgraciadamente, restaurador- de la sentencia de derribo de 'la transformaci¨®n del Teatro Romano de Sagunto'.