'Cuando subimos al barco, no sab¨ªamos si eran suicidas'
La fragata espa?ola 'Victoria', a la caza de terroristas de Al Qaeda en el Cuerno de ?frica
![Miguel Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fddbddc3c-c44a-42bd-92a6-bfe243bd41e4.jpg?auth=884052354661878081b5abb0f7daf07371836e0609c3f6a734727284d2699e83&width=100&height=100&smart=true)
'?Limpio!', grit¨® el infante de marina a cargo de la ametralladora MG tras rastrear con los prism¨¢ticos la cubierta de la embarcaci¨®n. El helic¨®ptero SH-60 Sea King hab¨ªa sido autorizado a aproximarse a unas cuatro millas del buque, aunque quiz¨¢ lo hizo m¨¢s, reconoce el teniente de nav¨ªo Antonio Ben¨ªtez, para fotografiarlo mejor y comprobar que efectivamente era la pieza que estaban buscando.
A esa distancia se encontraban fuera del alcance de las armas cortas, pero no de un misil antia¨¦reo port¨¢til. La adrenalina record¨® a los cuatro tripulantes del helic¨®ptero que era la primera situaci¨®n de riesgo a la que se enfrentaban desde que zarparon de Rota, el pasado 24 de mayo. A trav¨¦s del sistema LAMPS, todos los datos captados por sus sensores pod¨ªan ser analizados en tiempo real desde el centro de informaci¨®n y combate de la fragata Victoria, que aguardaba a unas 20 millas.
Los 211 tripulantes del barco fueron alertados de un posible ataque de hombres de Bin Laden
El mensaje remitido por el servicio de inteligencia de la Operaci¨®n Libertad Duradera desde el cuartel general de la V Flota de EE UU en Bahrein era escueto y preciso: 'Un barco sospechoso de trasladar terroristas de Al Qaeda ha zarpado del puerto yemen¨ª de Shalala con rumbo a Bossasso, en Somalia'.
El helic¨®ptero, que volaba en misi¨®n rutinaria, recibi¨® el aviso y con ayuda de su radar, capaz de ver hasta 180 millas de distancia si la extrema humedad y calor del Cuerno de ?frica no afectase a su eficacia, inici¨® la cacer¨ªa.
Hacia las 5 de la tarde del 15 de junio localiz¨® un dhow, un carguero de madera de unas 300 toneladas, a casi 35 millas de las costas de Somalia. Al principio, los intentos por comunicarse con la embarcaci¨®n fueron infructuosos, ya que llevaba la radio desconectada. Tampoco enarbolaba ninguna bandera.
La Victoria puso sus motores a plena m¨¢quina y, con una velocidad de hasta 29 nudos por hora, dio pronto alcance a una embarcaci¨®n que apenas llegaba a los diez. El permiso de las autoridades espa?olas para proceder al abordaje fue en cambio mucho m¨¢s lento. El capit¨¢n de la fragata, Fernando Zumalac¨¢rregui, llam¨® al almirante de la flota, quien se puso en contacto con el jefe de la Armada, que consult¨® al jefe del Estado Mayor de la Defensa y ¨¦ste al ministro.
Finalmente, la Victoria fue autorizada a realizar un abordaje cooperativo; es decir, a inspeccionar el barco s¨®lo si su capit¨¢n acced¨ªa voluntariamente. Pero cuando se pudo establecer comunicaci¨®n con ¨¦ste, mostr¨® un p¨¦simo dominio del ingl¨¦s, pese a su nacionalidad india, o tal vez dej¨® pasar deliberadamente el tiempo, con respuestas confusas, hasta la ca¨ªda del sol.
Durante toda la noche, la Victoria le sigui¨® a unas 10 millas de distancia. A trav¨¦s de la megafon¨ªa, sus 211 tripulantes fueron puestos en alerta frente a un posible ataque terrorista. El mayor riesgo era que la presa se adentrase en las aguas jurisdiccionales de Somalia, lo que habr¨ªa obligado a interrumpir la persecuci¨®n. No sucedi¨® as¨ª, aunque no se puede asegurar que no aprovechase la oscuridad para arrojar su carga por la borda.
A las seis de la ma?ana se produjo finalmente la inspecci¨®n. Una lancha Rib, de casco semirr¨ªgido, traslad¨® a los 10 integrantes del llamado 'trozo de visita y registro'. Desde la cubierta de la fragata, tiradores de ¨¦lite apuntaron sus rifles Accuracy de mira telesc¨®pica y la ametralladora Browning de 12,7 mil¨ªmetros sobre la embarcaci¨®n. 'Cuando subimos al barco, no sab¨ªamos si nos enfrent¨¢bamos a terroristas suicidas que pretend¨ªan volarlo con nosotros dentro', reconoce el teniente de nav¨ªo Jos¨¦ Luis Escagedo, jefe de operaciones de la Victoria.
Los 12 hombres que viajaban a bordo, la mayor¨ªa somal¨ªes, fueron agrupados en el castillo de la nave, a la vista de los francotiradores. El capit¨¢n parec¨ªa muy nervioso y explic¨® que el objetivo de su traves¨ªa era recoger reses muertas en Somalia para venderlas en Yemen. Por sorprendente que parezca, asegur¨® que los yemen¨ªes le quitaban de las manos esta carne, trasladada durante tres d¨ªas en un barco sin sistemas de refrigeraci¨®n y a alt¨ªsimas tempaturas. Los espa?oles desclavaron algunos tablones a la busca de compartimentos ocultos. Tomaron fotograf¨ªas digitales de todos los tripulantes y, junto a su documentaci¨®n personal, la remitieron al centro de inteligencia de la V Flota a trav¨¦s de un equipo de transmisi¨®n cifrada de voz y datos por sat¨¦lite instalado en la Victoria poco antes de esta operaci¨®n.
La respuesta tard¨® m¨¢s de una hora en llegar. Al marinero Silva Zapata, que permaneci¨® todo este tiempo en la lancha Rib, la espera se le hizo interminable. Finalmente, el cuartel general de Bahrein comunic¨® que el barco pod¨ªa seguir su traves¨ªa sin problemas. La misi¨®n hab¨ªa terminado. Aparentemente sin ¨¦xito.
La fragata espa?ola fue la primera que inspeccion¨® un buque en el Cuerno de ?frica. Al d¨ªa siguiente, los alemanes abordaron otros dos barcos. Los seguidores de Bin Laden no viajaban en ninguno de ellos. La informaci¨®n pudo ser err¨®nea o tal vez lograron burlar la vigilancia. Pero la malla de casi 60 barcos de la cual la fragata Victoria es s¨®lo un nudo, se va espesando. Y cada vez resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil atravesarla.
![El ministro de Defensa, Federico Trillo, saluda al matrimonio formado por los cabos primeros Paula Gasalla y V¨ªctor Higuera durante su visita ayer a la fragata <b></b><i>Victoria</i>, donde los dos est¨¢n destinados.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FCLONT42NZOT5GLNIAQXJ22PXM.jpg?auth=defc196fcd656aa68327c92ef04251fca1a25926d432a796ab6c57ea6670cde7&width=414)
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