Se va por los jugadores

Camacho empez¨® a irse de la selecci¨®n el d¨ªa que se pele¨® con la prensa por su af¨¢n en 'tocarle los cojones' a ¨¦l y al equipo. O m¨¢s exactamente, empez¨® a irse unas pocas horas despu¨¦s, cuando recibi¨® el tir¨®n de orejas de su propio capit¨¢n, Fernando Hierro. Conciliador como est¨¢ en el fin de su carrera, el madridista trat¨® de hacerle ver la conveniencia de que reinase la tranquilidad, porque redundar¨ªa en beneficio de la selecci¨®n. La conversaci¨®n se convirti¨® en una bronca subida de tono: Camacho dijo que el seleccionador era ¨¦l, y Fernando Hierro le respondi¨® que vale, pero que era el capit¨¢n '...aunque no por mucho tiempo'.

Y Camacho no se tranquiliz¨®. Desde el primer d¨ªa en Corea, lo dicen sus colaboradores, se le ve¨ªa nervioso, cocinando ¨ªntimamente su marcha. El ¨²ltimo y definitivo cabreo del t¨¦cnico le asalt¨® en la tanda de penaltis frente a Corea. Luis Enrique, Nadal y Morientes se negaron a lanzar la pena m¨¢xima. Y tuvo que tirar Joaqu¨ªn, que no estaba bien y fall¨®. La decepci¨®n a¨²n hoy golpea en la cabeza de un entrenador para quien lo m¨¢s detestable del f¨²tbol son los gestos de cobard¨ªa. Sus ayudantes intuyeron que el adi¨®s estaba decidido. 'Fue muy duro para Jos¨¦, le afect¨®'.

Camacho estaba ya fuera. Se hab¨ªa comprometido verbalmente por dos temporadas m¨¢s, pero estaba fuera. As¨ª que esper¨® a la fecha en la que conclu¨ªa su contrato firmado, el 30 de junio, para forzar su marcha. El lunes se reuni¨® con el secretario general de la Federaci¨®n, Gerardo Gonz¨¢lez, y le avanz¨® peticiones, algunas con matices econ¨®micos, que sab¨ªa que la Federaci¨®n jam¨¢s aceptar¨ªa. Fue la excusa. Camacho, que ha cobrado por su ¨²ltima temporada unos 100 millones de pesetas netos, sin incluir las primas, encontr¨® en el no federativo la justificaci¨®n que necesitaba para cerrar su rotundo e innegociable plan: irse. Oficialmente dej¨® la selecci¨®n ayer, pero la hab¨ªa dejado d¨ªas antes.