El saque pierde fuerza

Wimbledon ya no es lo que era. El torneo sigue anclado en sus ancestrales tradiciones, pero todo ha evolucionado. El final de jugadores como Pete Sampras, Goran Ivanisevic, los dos ¨²ltimos ganadores, o Andr¨¦ Agassi ha dejado un hueco que todos quieren llenar. No hay un favorito claro, y los que quedan en el cuadro saben que, aunque no son grandes especialistas en hierba, tienen sus opciones de ganar. La cuesti¨®n es que la mayor¨ªa de los grandes sacadores est¨¢n fuera del torneo y los que quedan se enfrentan entre ellos. Mark Philipusis y Richard Krajicek no pudieron ayer concluir su partido por culpa de la lluvia cuando iba a comenzar la quinta manga, despu¨¦s de 3 horas y 32 minutos.

'Tengo la impresi¨®n', confes¨® el australiano Lleyton Hewitt, actual n¨²mero uno mundial, en su ¨²ltima conferencia de prensa, 'de que el saque ya no es tan preponderante como antes en hierba'. 'Estos dos ¨²ltimos a?os', prosigui¨®, 'me he entrenado mucho en este tipo de superficies. He jugado los dos torneos anteriores a Wimbledon, m¨¢s algunos partidos de la Copa Davis en Australia. Ahora, jugadores como Nabaldian o Lapentti han encontrado su lugar en este torneo. Creo que el resto ha adquirido importancia y que, si uno se mantiene agresivo, puede ganar desde el fondo de la pista'.

Eso no es algo nuevo. Lo hizo Borg cinco veces consecutivas entre 1976 y 1980, y tambi¨¦n Agassi gan¨® en 1992 basando su juego m¨¢s en el resto que en el servicio. Sin embargo, jugadores como Boris Becker, John McEnroe o Pete Sampras convirtieron el torneo londinense en el b¨²nker de los sacadores. Y no parec¨ªa que nadie pudiera desplazarles. Quedan a¨²n algunos vestigios de aquel predominio. El mismo Richard Krajicek, reci¨¦n recuperado de una lesi¨®n en el codo que parec¨ªa que iba a dejarle fuera de la competici¨®n para el resto de su vida, es el ¨²nico campe¨®n (gan¨® en 1996) que sigue en el torneo.

Su enfrentamiento inconcluso ayer con Philipusis record¨® los duelos entre Sampras e Ivanisevic, donde no contaba nada m¨¢s que el saque. Hay un dato muy significativo. El cuarto set, que concluy¨® con un desempate igual que los tres anteriores, tuvo una duraci¨®n de 55 minutos, pero en tiempo real s¨®lo se jugaron 4 minutos y 6 segundos. ?Por qu¨¦? Simplemente, porque todo el tiempo se invirti¨® en preparar el saque y en realizar los primeros y los segundos. Los puntos apenas se jugaron. Los que se cerraban en tres golpes -saque, resto y volea- supon¨ªan ya un ¨¦xito de estrategia.

Pero ahora, s¨®lo quedan esos dos sacadores en el cuadro, y este hecho da una nueva dimensi¨®n al torneo londinense. En la mayor¨ªa de los partidos los puntos se disputan. Y eso lo asegura la presencia de jugadores que se desenvuelven bien en tierra batida como el ecuatoriano Nicol¨¢s Lapentti, el argentino David Nabaldian, el brasile?o Andre Sa, el belga Xavier Malisse, que ha ganado tres de sus cuatro t¨ªtulos en tierra, o el mismo Lleyton Hewitt.

Y la situaci¨®n se reproduce en el torneo femenino, donde el saque es mucho menos trascendente y los partidos deben ganarse m¨¢s por estrategia que por puntos directos de servicio. Ayer, Capriati se clasific¨® para cuartos de final, mientras que Justine Henin y Venus Williams se aseguraron su enfrentamiento en semifinales.