El uso del m¨®vil en el coche cuadruplica los errores que comete un conductor

Si hablas, no conduzcas. Es la conclusi¨®n final del an¨¢lisis del comportamiento de los conductores y de los accidentes sufridos. El 25% de los accidentes se deben a una distracci¨®n del conductor. Y hay multitud de gestos, aparentemente mec¨¢nicos, que incremental la posibilidad de un percance: poner la radio, cambiar de emisora, charlar con un compa?ero, consultar los modernos sistemas de navegaci¨®n, hablar por tel¨¦fono, incluso con el moderno m¨¦todo de manos libres. El m¨®vil multiplica por cuatro las distracciones habituales de un conductor. El navegador, por 2,5.

Un grupo de periodistas, en su mayor¨ªa especializados en el mundo del motor o de la movilidad, comprobaron ayer estos datos en el circuito de Monteml¨®. En un experimento organizado por el RACC (Real Autom¨®vil Club de Catalu?a), se retaba a los redactores a conducir por un circuito determinado mientras consultaban una pantalla donde aparec¨ªan unos s¨ªmbolos y mientras hablaban por tel¨¦fono. El resultado, el previsto: un desastre.

La prueba fue ideada por la Universidad de Florida y tiene como objetivo convencer al usuario del autom¨®vil de que todo tiene un l¨ªmite y de que es m¨¢s que inconveniente hacer otras cosas mientras se conduce.

Se trata de un experimento hecho en colaboraci¨®n con el Autom¨®vil Club de Am¨¦rica (AAA) y la FIA (Federaci¨®n Internacional de Clubes del Autom¨®vil), entidad cuyos representantes est¨¢n estos d¨ªas reunidos en Barcelona para poner experiencias en com¨²n. La idea final es que las autoescuelas realicen la prueba (a trav¨¦s de un sistema inform¨¢tico, no en un circuito) a los j¨®venes que se preparan para obtener el permiso de conducir con el objetivo de que se den cuenta de la inconveniencia de distraerse y de los motivos que provocan las distracciones. El conductor siempre cometer¨¢ errores, pero no hace falta multiplicar las oportunidades de equivocarse.