La herencia de Ca¨ªn
Alabar el car¨¢cter premonitorio de Homebody / Kabul es, poco m¨¢s o menos, alabar por su extrema clarividencia al tuerto (entre ciegos). Es verdad que cuando todos miraban hacia otra parte, hab¨ªa quien, como Tony Kushner, miraba ya en 1998 y desde Nueva York hacia el lugar correcto, y eso mucho antes de que los talibanes dinamitaran los famosos Budas. Kushner no necesit¨® ver c¨®mo los Budas volaban por los aires en mil pedazos: le bast¨® ver a qu¨¦ humillaciones eran sometidas las mujeres para comprender que algo terrible le estaba sucediendo no s¨®lo a Afganist¨¢n, sino al mundo, y especialmente a su guardi¨¢n, EE UU. Quiz¨¢ Homebody / Kabul no fuera premonitorio: tal vez fueron los atentados del 11 de septiembre los que se retrasaron.
Homebody / Kabul
De Tony Kushner. Director: Declan Donnellan. Int¨¦rpretes: Kika Markham, Anthony Bunsee, Kevork Malikyan, William Chubb, Mark Bazeley, Jacqueline Defferary, Silas Carson, Souad Faress, Nadim Sawalha. Escenograf¨ªa: Nick Ormerod. Iluminaci¨®n: Judith Greenwood. M¨²sica: Paddy Cunneen. Teatre Lliure, 3 de julio de 2002.
De lo que no hay duda, sin embargo, es de que Tony Kushner tiene, como lo demostr¨® sobradamente en Angels in America (que aqu¨ª estren¨® Josep Maria Flotats), un sexto sentido para la actualidad. Tiene, sobre el presente, una mirada al mismo tiempo period¨ªstica e historiogr¨¢fica; es decir, es tan capaz de ver el ¨²ltimo impacto de la noticia m¨¢s reciente como, a la vez, de comprender sus causas inmediatas y los or¨ªgenes remotos de una realidad que puede ser tan nefasta como la afgana. No en vano inicia Kushner la obra con unas notas, no precisamente sucintas, sobre el origen hist¨®rico de Kabul durante las primeras migraciones arias, varios miles de a?os antes de Jesucristo. Es m¨¢s, Kushner destaca que Kabul fue la ciudad que acogi¨® a Ca¨ªn hasta su muerte y gran parte de la pieza transcurre en busca de la tumba de Ca¨ªn, en el centro bombardeado y minado de la ciudad de Kabul.
Con todo, Homebody / Kabul no es una cr¨ªtica de Afganist¨¢n, ni del islam, ni del horror del enfrentamiento entre los pa¨ªses ricos y los pa¨ªses pobres. Homebody / Kabul es, m¨¢s que nada, una cr¨ªtica del hombre occidental, cr¨ªtica a su vacuidad, a su estupidez, a su cobard¨ªa, a su incapacidad de hablar en t¨¦rminos sencillos del mundo que le rodea. A fin de cuentas, el drama lo desencadena una burguesa logorreica que habita en la metr¨®polis de Londres y que decide hacer realidad sus sue?os rom¨¢nticos sobre Afganist¨¢n. Lleva d¨¦cadas coleccionando gu¨ªas viejas de viaje de Afganist¨¢n y un buen d¨ªa tiene, buscando en una tienda ex¨®tica de Londres unos bonetes t¨ªpicos afganos, una alucinaci¨®n de amor. Ante ella se abre un agujero negro por el que la mujer se desvanece. En la siguiente escena el marido y la hija, en un hotel de Kabul, tratar¨¢n de rastrear la pista de la mujer desaparecida. Kushner tarda una hora para mostrar la esterilidad de Occidente, y dos horas para dilucidar a qui¨¦n le corresponde la herencia de Ca¨ªn.
Homebody / Kabul, interpretada en ingl¨¦s, es casi un gui¨®n de cine. Si no fuera por esa verborrea desbordada, tan af¨ªn a la de la propia desaparecida, casi ser¨ªa dif¨ªcil justificar la obra como un texto teatral. Pero no se puede negar que Kushner es un autor de enorme brillantez, incapaz de desaprovechar la menor oportunidad de sorprender al p¨²blico con la agilidad de su inteligencia. Lo que no quita que sea, al mismo tiempo, un autor de enorme convencionalidad, ni que se aferre al flotador teatral de la palabra virtuosa para garantizar una teatralidad que es un problema menor para un director de la talla de Declan Donnellan. En todo caso, s¨ª es necesario destacar que Donnellan ha contado con actores soberbios, sobrecogedores. Que Kika Markham, la mujer desaparecida, se marca un mon¨®logo de m¨¢s de una hora sin que el p¨²blico se inquiete ni un solo instante. Y que algunas de las secuencias m¨¢s conmovedoras las construyen los actores m¨¢s all¨¢ de los di¨¢logos, algunos recitados en una u otra de las lenguas afganas. Es, en cualquier caso, una conjunci¨®n sobre el escenario de talentos. Un montaje excelente.
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