Cine para rehabilitar un barrio

A las 23.30 del mi¨¦rcoles s¨®lo hab¨ªa seis personas en la plaza de Gabriel Mir¨® de Alicante, coraz¨®n e insignia del deterioro del centro tradicional de la ciudad: en un lateral, dos polic¨ªas que ped¨ªan la documentaci¨®n a tres magreb¨ªes, y en otro extremo, un vagabundo cobijado en un recoveco del edificio hist¨®rico de Correos, hoy abandonado. A esa hora, en las callejuelas de los aleda?os de la plaza, un pu?ado de prostitutas buscaba clientes. Eso fue el mi¨¦rcoles, pero la misma estampa se ha venido repitiendo cualquier noche de los ¨²ltimos a?os.

La imagen de esa plaza cambiar¨¢ radicalmente esta noche. En el sitio que ocupaba el mendigo se instalar¨¢ una pantalla de cine y en el lugar donde los agentes identificaban a los inmigrantes se colocar¨¢n 400 butacas. Un gran cine al aire libre, gratis y para todos los p¨²blicos, tambi¨¦n, c¨®mo no, para el vagabundo, para inmigrantes, para prostitutas, para polic¨ªas... Para quien quiera.

Con esta iniciativa, llamada Un verano de cine, la Concejal¨ªa de Comercio del Ayuntamiento de Alicante intenta reactivar la vida ciudadana en ese espacio s¨®rdido de la ciudad. Ser¨¢n 22 sesiones de cine distribuidas entre otras tantas noches de julio y agosto que arrancan hoy, a las 23.30, con la proyecci¨®n de Tomb Raider, y que continuar¨¢n con las cintas Chocolat, Harry Potter, Los Picapiedra y El diario de Bridget Jones, entre otras.

No s¨®lo el Ayuntamiento hace posible la iniciativa. En Un verano de cine participan como patrocinadores la Obra Social de Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo y El Corte Ingl¨¦s, y colabora la asociaci¨®n de comerciantes Coraz¨®n de Alicante y la Coordinadora para la Recuperaci¨®n del Centro Tradicional. El Ayuntamiento sabe que para lograr la regeneraci¨®n del despoblado casco antiguo de Alicante no basta con rehabilitar edificios, arreglar calles y adecuar espacios p¨²blicos. De poco vale la transformaci¨®n arquitect¨®nica -en marcha pero muy lenta-si no se adoptan medidas sociales y demogr¨¢ficas. De ah¨ª, iniciativas como Un verano de cine, o como el mercadillo medieval que ayer qued¨® instalado en las callejuelas que confluyen en el Palacio Municipal. O como las veladas musicales que cada s¨¢bado de julio y agosto se celebrar¨¢n en la plaza de la Ermita del barrio de Santa Cruz. ?stas cumplen adem¨¢s otro objetivo: dar la oportunidad a los alumnos de los conservatorios alicantinos para actuar ante el p¨²blico.

El centro tradicional de la ciudad est¨¢ dividido en dos grandes zonas separadas por la Rambla de M¨¦ndez Nu?ez. Ambas se encuentran muy deterioradas y en proceso de despoblamiento. Una de ellas, un compendio de calles empinadas en las faldas del monte Benacantil, mantiene una bulliciosa actividad nocturna que irrita al vecindario. All¨ª est¨¢ en marcha un plan de rehabilitaci¨®n financiado por la Generalitat cuyo resultado no acaba de concretarse. La otra, m¨¢s pr¨®xima al ensanche, se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en el barrio magreb¨ª de la ciudad.

La delincuencia se ha disparado en ambos espacios y los vecinos ya no conciben las calles como lugares de paseo y de conviviencia ciudadana, sino como sitios inseguros y decadentes.

Quiz¨¢ el cine y la m¨²sica contribuyan ahora a la regeneraci¨®n social de estos espacios emblem¨¢ticos de la ciudad que anta?o fueron lustrosos.