Nuevo calendario electoral

El anuncio (...) de Duhalde sobre el adelantamiento de las elecciones de presidente y vicepresidente para el 30 de marzo de 2003 constituye un dato auspicioso en la medida que aleja un factor de incertidumbre y da respuesta a un interrogante que tensionaba el escenario pol¨ªtico y econ¨®mico. (...) Un calendario electoral no puede estar sujeto a los vaivenes pol¨ªticos, a los cambiantes estados de la opini¨®n p¨²blica o a las improvisaciones y caprichos de los gobernantes. (...) La debilidad del actual Gobierno nacional es ostensible por el hecho de no haber sido el fruto de la voluntad popular expresada en las urnas y un mandato hasta diciembre de 2003 parece desproporcionado. La decisi¨®n (...) resulta, en ese sentido, acertada. (...) Cuando se convierten en meras m¨¢quinas clientelistas con dirigentes que se perpet¨²an en su conducci¨®n, dejan de cumplir su cometido al servicio del bien com¨²n para constituirse en nichos parasitarios que alimentan a una dirigencia que act¨²a frecuentemente de espaldas a la ciudadan¨ªa y en busca del beneficio personal. Por todo eso, es indispensable una fuerte renovaci¨®n pol¨ªtica que permita alumbrar una nueva etapa institucional en funci¨®n de una mayor cercan¨ªa entre los ciudadanos y sus representantes pol¨ªticos. Distintas encuestas de opini¨®n p¨²blica dan cuenta del alto porcentaje de ciudadanos que abogan por una renovaci¨®n de la totalidad de los cargos electivos en los pr¨®ximos comicios. Esta demanda es una fuerte se?al del descontento popular con la dirigencia pol¨ªtica actual.

Buenos Aires, 4 de julio