Trampol¨ªn para cient¨ªficos emprendedores
La Universidad de Barcelona acoge la primera 'bioincubadora' de Espa?a
Mari¨¤ Alemany, investigador de la Universidad de Barcelona (UB), descubri¨® una mol¨¦cula que controla el nivel de grasa del cuerpo, en una investigaci¨®n que ha contado con una ayuda p¨²blica cercana a los seis millones de euros (1.000 millones de pesetas). Pero de ah¨ª a montar una compa?¨ªa que pudiera comercializar en el mercado un f¨¢rmaco para adelgazar hab¨ªa un trecho. Alemany es hoy un emprendedor y, junto con dos investigadores m¨¢s de la UB, Xavier Remesar y Jos¨¦ Fern¨¢ndez, ha montado su empresa, OED, aliada con una firma inversora americana en la sociedad Manhattan Pharmaceuticals Inc.
OED es una de las tres primeras peque?as empresas que durante los pr¨®ximos tres a?os compartir¨¢n las instalaciones, el laboratorio y los equipos del Parque Cient¨ªfico de Barcelona, un espacio de la propia UB que concentra grupos de investigaci¨®n p¨²blica y privada y que persigue favorecer la innovaci¨®n tecnol¨®gica.
Desde hace una semana, el parque cient¨ªfico se ha convertido en la primera bioincubadora que existe en Espa?a, impulsada por la Generalitat, a trav¨¦s de Industria, y por la Universidad de Barcelona, a trav¨¦s del parque cient¨ªfico y la Fundaci¨®n Bosch i Gimpera. Su objetivo es, m¨¢s que crear empresas, lograr que determinados proyectos empresariales est¨¦n preparados para recibir inversi¨®n de firmas de capital riesgo, poniendo a su disposici¨®n la necesaria insfraestructura y propiciando sinergias con centros de investigaci¨®n existentes.
A pocos metros del Nou Camp, OED no est¨¢ sola. CristaX, fundada por investigadores de la Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC) y del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) , estudia la estructura tridimensional de genes y prote¨ªnas mediante su cristalizaci¨®n, como un paso m¨¢s r¨¢pido, cient¨ªfico y barato de desarrollar f¨¢rmacos, mientras Oryzon Genomics se consolida como la primera empresa espa?ola que aplica t¨¦cnicas de gen¨®mica en plantas.
Los proyectos no tienen que preocuparse de los gastos de establecimiento (unos 150.000 euros) ni por montar un laboratorio cuyo equipamiento les hubiera costado 300.000 euros. Pagan un alquiler de 12 euros por metro cuadrado. Ganan, adem¨¢s, tiempo. Los permisos pueden demorar el arranque de una empresa hasta seis meses.
'Una empresa de tecnolog¨ªa de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n (TIC) s¨®lo requiere un piso conectado a Internet, pero los proyectos de biotecnolog¨ªa necesitan infraestructuras potentes', explica Josep Maria Echarri, jefe del programa Trampolines Tecnol¨®gicos, que est¨¢ incluido en el Plan de Innovaci¨®n del Centro de Innovaci¨®n y Desarrollo Empresarial (Cidem) 2001-2004. El 30% de los proyectos apoyados por el Cidem son biotecnol¨®gicos.
La bioincubadora fue presentada ayer por el consejero de Industria, Antoni Subir¨¤, y por el rector de la UB, Joan Tugores. El rector subray¨® que el sector de la biotecnolog¨ªa est¨¢ caracterizado por incluir las incubadoras en una superestructura mayor, 'en este caso un parque cient¨ªfico'.
'Nos hemos inspirado en las experiencias internacionales de Quebec, M¨²nich y Cambridge', indic¨® Subir¨¤. El pasado febrero, en esta localidad brit¨¢nica, un grupo de emprendedores catalanes pudo conocer de la mano del Cidem las experiencias empresariales en este referente para la innovaci¨®n. En una cena, plantearon a la Generalitat que visitar empresas para propiciar alianzas estaba bien, pero que quer¨ªan una iniciativa para fomentar empresas biotecnol¨®gicas. La idea prendi¨®. Si la incubadora se llena (el tope es de 12 proyectos), en medio a?o la Generalitat ampliar¨¢ la iniciativa.
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