La el¨¦ctrica E.On compra la mayor empresa alemana de gas

El Gobierno alem¨¢n autoriz¨® ayer a E.On, que se disputa con RWE el puesto de mayor compa?¨ªa energ¨¦tica en Alemania, a comprar la mayor distribuidora de gas del pa¨ªs, Ruhrgas, por 10.000 millones de euros. La operaci¨®n hab¨ªa sido vetada en su d¨ªa por la Oficina Federal de Carteles. Con la compra, E.On se convertir¨¢ tambi¨¦n en la primera compa?¨ªa gasista de Europa, aunque tendr¨¢ que vender parte de sus negocios.

Para dar luz verde a la operaci¨®n y eludir el veto de la Oficina federal de Carteles, el secretario de Estado de Econom¨ªa, Alfred Tacke, ha aplicado una autorizaci¨®n ministerial, concedida s¨®lo en seis ocasiones antes. La justificaci¨®n de Tacke para autorizar la operaci¨®n recurriendo a una figura legal de car¨¢cter casi excepcional fue que la compra de Rhurgas por E.On supone importantes 'ventajas macroecon¨®micas'.

Asociaciones de protecci¨®n al consumidor han anunciado ya que demandar¨¢n el permiso, sujeto a que E.On (que ahora controlar¨¢ cerca de la mitad del mercado de gas en Alemania y se convertir¨¢ en el n¨²mero uno de este sector en Europa) se desprenda de parte de sus negocios.

La autorizaci¨®n, en principio, correspond¨ªa al ministro de Econom¨ªa, Werner M¨¹ller, pero ¨¦ste se inhibi¨® al haber trabajado como ejecutivo para Veba, la compa?¨ªa energ¨¦tica que se fusion¨® con Viag para crear E.On. As¨ª, correspondi¨® a su secretario de Estado, Alfred Tacke, sopesar si lo m¨¢s importante es mantener la competencia en el reci¨¦n liberalizado mercado del gas alem¨¢n o si, por el contrario, de lo que se trata es de garantizar que una multinacional como E.On pueda competir con fuerza con otras energ¨¦ticas europeas como Gaz de France.

Favores

En sus ya casi cuatro a?os de gesti¨®n, el Gobierno rojiverde en repetidas ocasiones ha favorecido a las grandes empresas y as¨ª tambi¨¦n result¨® ser ayer. Tacke, muy cercano al canciller Gerhard Schr?der, neg¨® haber conversado sobre el asunto con sus superiores, pero confirm¨® en rueda de prensa que habr¨¢ autorizaci¨®n ministerial.

Las razones esgrimidas son ante todo dos: por un lado, que Ruhrgas quedar¨ªa en desventaja frente a otras empresas europeas si no se le permitiese buscarse un socio de la envergadura de E.on, que ha prometido inversiones ende tre 6.000 y 8.000 millones de euros, y, por el otro, que la competitividad de los nuevos socios garantizar¨¢ puestos de trabajo en la misma Alemania.

El precio a pagar por estas supuestas ventajas macroecon¨®micas, sin embargo, podr¨ªa ser un fuerte aumento de los precios para los usuarios finales en Alemania, seg¨²n volvieron a reiterar ayer varias asociaciones de consumidores, que demandar¨¢n la autorizaci¨®n.

Para evitar una concentraci¨®n excesiva, Tacke ha impuesto a E.On la obligaci¨®n de vender sus participaciones en una distribuidora de gas en el este del pa¨ªs (VNG) y en la mayor empresa privada de agua (Gelsenwasser). Durante los pr¨®ximos tres a?os, E.On tendr¨¢ tambi¨¦n que subastar parte del gas a sus competidores, a los que asimismo deber¨¢ facilitar el acceso a sus redes.