Las nuevas culturas se dan cita en el festival italiano de Arezzo

M¨¢s de 100.000 personas disfrutan de cinco d¨ªas de m¨²sica gratuita en la peque?a localidad italiana de Arezzo, patria del vino nero y tolerante zona en la que administraciones generales, locales y auton¨®micas, entidades como la Universidad de Siena y patrocinadores privados unen esfuerzos desde hace ya 16 a?os para, seg¨²n las palabras del organizador del festival, Mauro Valenti, 'hacer que la juventud italiana aprenda nuevas culturas a trav¨¦s de ese extraordinario modo de comunicaci¨®n que es la m¨²sica'.

Asumiendo la propia ciudad el protagonismo del festival, Arezzo, que en situaci¨®n normal cuenta con 60.000 habitantes, ve c¨®mo su poblaci¨®n se triplica y las calles, parques y plazas se llenan de j¨®venes provenientes de toda Italia para gozar de los sonidos de j¨®venes formaciones italianas como Too Tini, Eloise o Technicolor, o consagrados internacionales como Sonic Youth o Ani Di Franco. Este a?o, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), como sociedad cooperante con el festival, ofrece una programaci¨®n espa?ola en la que la estrella es Enrique Bunbury, que actuar¨¢ esta noche en el escenario principal, situado en el campo de f¨²tbol local. Otros artistas espa?oles que intervendr¨¢n en esta edici¨®n son los catalanes Ojos de Brujo, practicantes de una coctelera musical que incluye rock, rap, reggae y flamenco, y los disckjockeys Milinko y Sideral.

La oferta general del festival se inicia cada ma?ana en el escenario Wake Up, en el que desde las diez de la manana se escuchan sonidos de rock, m¨²sica mestiza y adaptadores de las ¨²ltimas tendencias del rock anglosaj¨®n al italiano. Por la tarde, el Psycho Stage recoge a todos aquellos que, o bien han recuperado fuerzas en cualquiera de los excelentes restaurantes de Arezzo, o bien han descansado y comido en la enorme zona de acampada, para proporcionarles una sobremesa musical que se estira con m¨¢s bandas hasta las siete de la tarde.

La noche del jueves 4 de julio se vivieron en el escenario principal momentos muy interesantes cuando el campo, repleto de espectadores, se puso a vibrar con la m¨²sica de los multi¨¦tnicos Ozomatli, que recogen la tradici¨®n manonegrista explotando los vericuetos de la celebraci¨®n colectiva y no dudando en lanzarse al p¨²blico al final de la actuaci¨®n, para convertir ¨¦sta en una fiesta muy participativa.

Despu¨¦s de ellos, el californiano de origen hispano Michael Franti y su grupo Spearhead hicieron subir el term¨®metro del ambiente con una excelente actuaci¨®n en la que funk, jazz, rap y sentimientos de paz y fraternidad se daban la mano. Todo ello tocado con un calor extraordinario y no exento de humos, ya que en uno de los n¨²meros la banda cuaj¨® en un mismo tema nada menos que Purple haze, de Jimi Hendrix; Smell like a teen spirit, de Nirvana, y Billy Jean, de Michael Jackson. Tras despedirse, Franti, pidiendo a los espectadores humanidad y paz para todos, el escenario qued¨® para que los norteamericanos The Dandy Warhols destilaran sus historias de bohemia urbana, deudoras de Velvet Underground y las estrellas del glam de los setenta.