El desbarajuste de McLaren

Durante los 80 y buena parte de los 90, cuando Williams y McLaren dominaban la f¨®rmula 1 y Ferrari languidec¨ªa, la rivalidad entre los patrones de estas dos escuder¨ªas, Frank Williams y Ron Dennis, era tan enconada que no hab¨ªa d¨ªa en el que no se lanzaran insultos y descalificaciones. Williams no se call¨® ni siquiera tras sufrir el accidente que le dej¨® postrado en una silla de ruedas. 'Dennis no es m¨¢s tonto porque no se entrena', vino a decir en cierta ocasi¨®n.

Ayer, probablemente, fue una de esas ocasiones en la que vio confirmada su tesis. Hac¨ªa mucho tiempo que no asist¨ªamos a un desbarajuste en una escuder¨ªa puntera como el que se instal¨® en el box de McLaren. La llegada, a todas luces inesperada, de David Coulthard para cambiar los neum¨¢ticos mixtos que hab¨ªan convertido su b¨®lido en inmanejable y la peripecia del mec¨¢nico buscando una de las cuatro ruedas de recambio por el fondo del taller, fue digna de un remake de Aquellos chalados con sus locos cacharros.

Cierto que, en el aspecto t¨¦cnico, el premio a la incompetencia fue para Michelin. El fabricante de neum¨¢ticos franc¨¦s est¨¢ teniendo la peor temporada desde que hace dos a?os volviera a la f¨®rmula 1. Aunque tambi¨¦n es cierto que no hace sino confirmar su fama de patoso el que Dennis optara en oto?o por abandonar a los japoneses de Bridgestone, que le hab¨ªan dado dos campeonatos mundiales, para pasarse a Michelin.

Por lo dem¨¢s, la carrera de Silverstone, uno de los circuitos m¨¢s cl¨¢sicos del circo, siempre expuesto al insobornable clima brit¨¢nico, fue de las m¨¢s divertidas del a?o y esto honra a una afici¨®n que se cuenta entre las m¨¢s entendidas y con mayor tradici¨®n. Los cambios meteorol¨®gicos, la lluvia y el fr¨ªo, proporcionaron emociones que, muy a menudo, se echan a faltar.

Todo esto, claro est¨¢, no afect¨® a Ferrari, ni a Michael Schumacher, ni siquiera a Rubens Barrichello, autor de una de esas remontadas antol¨®gicas que quedar¨¢n en los libros. Pero sobre la escuder¨ªa italiana obvia cualquier comentario. Funciona como un reloj de precisi¨®n, y mientras siga as¨ª no habr¨¢ nada que hacer. S¨®lo nos queda Juancho Montoya para esperar que alg¨²n d¨ªa cambien las cosas

La otra carrera, la que no afecta ni a Ferrari, ni a sus dos impotentes rivales, la ganaron BAR y Honda, que se hicieron con el cuarto y quinto puesto y obtuvieron sus primeros puntos desde que se hizo cargo del equipo Dave Richards, otro de los patrones llegados del mundo de los rallyes, como el ferrarista Jean Todd. Mal d¨ªa para Renault -culpa, probablemente, de Michelin- y fracaso, de nuevo, para Jaguar, que al menos consigui¨® que uno de sus coches, el de De la Rosa, acabara la carrera, eso s¨ª, en el ¨²ltimo lugar.