Estatutazo

Los partidos que conforman el Gobierno vasco (PNV, EA, IU) han lanzado un ¨®rdago institucional de una gravedad sin precedentes. El informe sobre el autogobierno aprobado ayer en la ponencia de la Comisi¨®n Especial del Parlamento vasco viene a confirmar lo sabido, que su prop¨®sito real no era conseguir el cumplimiento del Estatuto de Gernika, sino avalar por escrito la conclusi¨®n previa nacionalista de que el pacto estatutario no satisface las aspiraciones del 'pueblo vasco', por lo que es necesario superarlo.

Las conclusiones del informe son tan radicales que sit¨²an la cuesti¨®n en el umbral de la confrontaci¨®n institucional. Ante lo que considera 'unilateralismo' del Gobierno central en el desarrollo auton¨®mico, reclama que en dos meses se transfieran todas las competencias en discusi¨®n, de acuerdo con la interpretaci¨®n unilateral que hace el Ejecutivo vasco, y en caso contrario pide al Gobierno de Ibarretxe que asuma unilateralmente las competencias reclamadas. ?Va a crear aut¨®nomamente una tesorer¨ªa de la Seguridad Social? ?Expropiar¨¢ los centros penitenciarios? Son apenas dos ejemplos de esta disparatada iniciativa.

El informe abunda en reproches a la actitud cicatera y obstruccionista del Gobierno central, pero sin una sola cr¨ªtica al nacionalismo gobernante, cuando ¨¦ste tiene una parte de responsabilidad en el bloqueo de las transferencias pendientes. Denuncia la deslealtad de Madrid, mientras, como Arzalluz, anuncia la independencia en 'tres o cuatro legislaturas'. La cuesti¨®n de las competencias por transferir es discutible y negociable, pero no es aceptable imponer una soluci¨®n unilateral. Con ser grave este enfoque, lo m¨¢s preocupante es el ¨¢nimo de ruptura de las reglas de juego democr¨¢ticas que subyace en la proclamaci¨®n del 'derecho a la libre determinaci¨®n del pueblo vasco'. En esta l¨ªnea, en la que s¨®lo parecen contar los ciudadanos que apoyan las tesis nacionalistas, se plantea abrir en Euskadi una especie de proceso constituyente para un 'nuevo proyecto' de autogobierno, en el que las instituciones democr¨¢ticas quedar¨ªan supeditadas a 'la m¨¢xima participaci¨®n de los agentes pol¨ªticos, econ¨®micos, sindicales, sociales, y culturales'.

No puede extra?ar que los partidos no nacionalistas hayan calificado el informe de 'provocaci¨®n' y 'chantaje', ni que haya recibido el pl¨¢cet de Batasuna. Pues encaja m¨¢s en los par¨¢metros soberanistas de un Pacto de Lizarra que se hubiera reactivado a ra¨ªz de la Ley de Partidos que en el marco parlamentario en que se ha generado. El informe refleja que para el Gobierno de Ibarretxe la construcci¨®n nacional va varios kil¨®metros por delante de la defensa de los derechos individuales amenazados. El lehendakari deber¨¢ explicar c¨®mo concilia este proceso de desbordamiento institucional con el apoyo a quienes siguen bajo la amenaza de ETA y sus alevines y el 'respeto a la pluralidad' de los que, siendo vascos, no se sienten nacionalistas.