Universos paralelos
Hay otros mundos, pero est¨¢n en este. Mundos paralelos que se yuxtaponen sin mezclarse. Universos que se entrecruzan sin tocarse. Mundos incomunicados, superpuestos, absolutamente ajenos entre s¨ª a pesar de compartir en su origen unas mismas coordenadas espacio-temporales.
Se trata de uno de los m¨¢s eficaces recursos de la ciencia-ficci¨®n. Pero la idea de que puedan existir universos paralelos no es s¨®lo una ficci¨®n literaria. Una de las paradojas m¨¢s conocidas de la f¨ªsica cu¨¢ntica es la que se conoce con la denominaci¨®n de 'el gato de Schr?dinger', una de cuyas versiones es la siguiente: Encerramos un gato en una habitaci¨®n herm¨¦tica junto con una ampolla de gas venenoso preparada para romperse si un aparato de medida detecta la desintegraci¨®n de un ¨¢tomo que tiene un 50 por ciento de probabilidades de desintegrarse; realizado el experimento, no hay forma de saber si el gato est¨¢ vivo o est¨¢ muerto hasta que abrimos la caja y observamos el resultado. Lo que en la vida que llamamos real es algo imposible -que un gato est¨¦ a la vez vivo y muerto- se vuelve posible en la teor¨ªa.
Cada acontecimiento abre en Euskadi tantas ramas como soluciones te¨®ricas existan para abordarlo
Desde un punto de vista te¨®rico, antes de abrir la caja el gato tiene las mismas probabilidades de estar vivo o de estar muerto. En teor¨ªa, cualquier soluci¨®n es igualmente v¨¢lida: un gato vivo o un gato muerto, pero incluso un gato parcialmente vivo o parcialmente muerto. De hecho, lo que la ecuaci¨®n de Schr?dinger nos ofrece es la predicci¨®n de todas las combinaciones lineales te¨®ricamente posibles de gatos vivos y muertos.
Es cierto que la intervenci¨®n del observador elimina la incertidumbre y pone las cosas en su sitio. Pero, ?y si no fuera as¨ª? ?y si el observador, por alguna raz¨®n, no fuese capaz de resolver la inc¨®gnita te¨®rica? ?existir¨ªa entonces el gato en una extra?a superposici¨®n de estados, a la vez vivo y muerto? El dilema que plantea la paradoja de Schr?dinger es que el destino real del gato, incognoscible desde la teor¨ªa, parece tener menos que ver con algo objetivo que con un proceso de observaci¨®n y, sobre todo, de comunicaci¨®n entre observadores que dialogan entre s¨ª.
Este dilema era el que ten¨ªa en mente el matem¨¢tico Hugh Everett cuando en el a?o 1957 desarroll¨® la hip¨®tesis de los 'muchos mundos' o del 'universo ramificado', que sint¨¦ticamente puede expresarse as¨ª: Cuando se realiza una medici¨®n en el nivel cu¨¢ntico de la realidad, esta se ramifica en tantos componentes o universos como resultados posibles tenga la medici¨®n. El universo se bifurca cada vez que se enfrenta a una alternativa.
Por poner un ejemplo muy sencillo, si jug¨¢ramos a la ruleta en el nivel cu¨¢ntico el universo se escindir¨ªa en dos en cada tirada: en uno la bola caer¨ªa en una casilla de color rojo y en el otro saldr¨ªa negro. Retomando el problema planteado por Schr?dinger, no habr¨ªa un gato vivo o un gato muerto, sino un universo donde el gato est¨¢ vivo junto a otro donde est¨¢ muerto. Como se?ala Rae: 'Siempre que tiene lugar una medida cu¨¢ntica el universo se ramifica en tantas componentes como resultados posibles tenga la medida. Cada uno, en su rama particular, piensa que el resultado de su medida y su universo concreto es el ¨²nico que existe. Las diferentes ramas del universo casi nunca vuelven a juntarse'.
As¨ª pues, hay otros mundos pero est¨¢n en este. Tambi¨¦n aqu¨ª, en Euskadi. Es el nuestro un pa¨ªs que, en muchos aspectos, parece funcionar en el nivel cu¨¢ntico de la realidad. No hay situaci¨®n que no genere una bifurcaci¨®n; no hay acontecimiento que no provoque la ramificaci¨®n del universo social y pol¨ªtico vasco en tantas ramas como soluciones te¨®ricas existan para abordarlo.
Ni siquiera la soluci¨®n de Schr?dinger funciona ya en el Pa¨ªs Vasco: abrimos la caja (la caja del terrorismo, la de los derechos humanos, la del autogobierno, la que caja que sea) y cada observador sostiene cosas distintas. Cada vez estamos m¨¢s cerca de la hip¨®tesis de Everett: universos paralelos, yuxtapuestos e incomunicados entre s¨ª. ?Fractura social? ?Enfrentamiento civil?
S¨®lo aquellos que habitan en los puntos de bifurcaci¨®n, las v¨ªctimas y los victimarios, son la excepci¨®n tr¨¢gica a una situaci¨®n de distanciamiento c¨®smico.
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