Brutalidad policial en Los ?ngeles

Las im¨¢genes suman una apariencia documental al peso de su crudeza. Parecen nuevas en su aspecto, pero provocan una sensaci¨®n ineludible de vuelta al pasado. Todo ocurre en cuesti¨®n de segundos en una gasolinera de Los ?ngeles, que proporciona un escenario perfectamente mugriento para el contenido de la grabaci¨®n. El agente de polic¨ªa Jeremy Morse -fornido y anguloso como un armario- levanta del suelo a Donovan Jackson, un individuo que est¨¢ tumbado boca abajo con las manos esposadas en la espalda. Le coge en volandas como si fuera de cart¨®n, como si no le costara ning¨²n esfuerzo sujetar en el aire a un joven de 75 kilos.

Y ah¨ª empieza lo peor. La musculatura del agente Morse le permite sujetar a Jackson en el aire, y con esa misma fortaleza le estampa contra el cap¨® de su coche policial. Tiene un gesto violento, agresivo, pero riguroso al mismo tiempo, casi inconsciente de la brutalidad de los medios que est¨¢ empleando.

La agresi¨®n recuerda la paliza a Rodney King, que provoc¨® violentos disturbios raciales en 1991

Tres segundos despu¨¦s llega la parte m¨¢s turbadora, captada por la c¨¢mara de v¨ªdeo de un vecino. El agente Morse, que sangra por encima de una oreja, cierra el pu?o, levanta el brazo y lo descarga con rabia en la cara del joven Jackson, a quien sujeta sobre el coche, boca abajo, con el otro brazo. Sus compa?eros le apartan para que no lo vuelva a hacer, aunque lo hace de nuevo sin darle mayor importancia que la de un arrebato comprensible. La imagen de v¨ªdeo se acerca a la cara de Jackson y demuestra que no es un joven, sino un adolescente; cuando recibe el pu?etazo, su gesto parece de desesperaci¨®n m¨¢s que de dolor. El agente Jeremy Morse es blanco. Donovan Jackson es negro.

El contenido del v¨ªdeo es tan ¨¢spero como la sensaci¨®n que provoca. Guarda un parecido inquietante con las im¨¢genes de la paliza a Rodney King, que provoc¨® los disturbios raciales de Los ?ngeles en 1991.

EE UU descubri¨® ayer las im¨¢genes con un d¨ªa de retraso, no porque no se pusieran el d¨ªa anterior, sino porque las cadenas informativas serias emiten ya tantas persecuciones policiales que empieza a ser dif¨ªcil distinguir entre la noticia y el espect¨¢culo visual. El diario de la ciudad, Los Angeles Times, dec¨ªa en su editorial: 'Tiene el aspecto de ser la pel¨ªcula Rodney King: el regreso'. Pero encuentra una diferencia con aquel caso: los superiores del agente no se han puesto de su lado. Ha sido suspendido inmediatamente mientras se investiga el caso. Dice el peri¨®dico: 'Es raro que un polic¨ªa no entienda a estas alturas que no existe justificaci¨®n alguna para golpear a un sospechoso esposado. Confiamos en que la comunidad policial de Los ?ngeles demuestre que no hay ninguna tolerancia cuando un agente lo olvida'.

Ahora se sabe que Donovan Jackson tiene 16 a?os, carece de antecedentes delictivos y acude a un colegio especial para adolescentes con problemas de desarrollo. Iba en un coche con su padre cuando pararon en la gasolinera a llenar el dep¨®sito. Entr¨® en la tienda mientras su padre echaba gasolina. Cuando sali¨®, vio un coche de polic¨ªa aparcado junto al suyo y un agente interrogando a su padre.

Lo que pas¨® despu¨¦s var¨ªa seg¨²n cada versi¨®n. Los polic¨ªas dicen que Jackson 'embisti¨®' contra ellos, lo que explica las contusiones del agente Morse. El abogado de la familia asegura que no medi¨® ataque de ning¨²n tipo y que hay racismo en el comportamiento del polic¨ªa. La familia del chaval no llega a decir que le pegaron por ser negro, pero s¨ª que le pararon por ser negro, que le interrogaron, a ¨¦l y a su padre, porque muchos polic¨ªas creen que dos negros en una gasolinera seguramente son culpables de algo.

Es curioso que un testigo hispano, Andres Mej¨ªa, contara que, vista de cerca, la actuaci¨®n del agente le parec¨ªa 'vengativa y racista'. En cambio, el autor de la grabaci¨®n, un californiano (blanco) de 27 a?os, dice que estuvo a punto de borrar las im¨¢genes: 'A m¨ª me parec¨ªa como que era el comportamiento normal de la polic¨ªa. No le di ninguna importancia'.