'Pens¨¦ ofrecerte Trabajo, pero ser¨¢ mejor el Senado'
Aznar coment¨® a Lucas que hab¨ªa pensado ofrecerle varios ministerios antes de la presidencia de la C¨¢mara alta
El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tiene fama de herm¨¦tico, reservado y poco locuaz. Incluso entre sus propios ministros. Tambi¨¦n de escasamente cari?oso, poco amante de las bromas o incluso seco en el trato. Aznar tiene pocos amigos personales en su Gabinete, quiz¨¢ s¨®lo Rodrigo Rato, y apenas comenta con los ministros cuestiones ajenas a sus competencias. As¨ª de estricto se resuelve, por ejemplo, el orden del d¨ªa programado en los Consejos de Ministros, donde se dirige a sus ministros, normalmente, con la consideraci¨®n de usted. A la hora de la despedida, Aznar mantiene las formas. Lo bueno para los afectados es que ya llegan a su destituci¨®n sabiendo a qu¨¦ atenerse. Y se preparan para lo peor. Los confirmados en sus puestos se tuvieron que contentar con una protocolaria y refrescante llamada de tel¨¦fono de ¨²ltima hora. Los que cambiaron de destino acudieron el martes a una escueta cita personal en La Moncloa. S¨®lo se alert¨® con algo m¨¢s de tiempo, a parte del n¨²cleo duro, a Eduardo Zaplana, que se marchaba el lunes de viaje a Bruselas como vicepresidente del Comit¨¦ Europeo de las Regiones.
Uno de los defenestrados, Juan Jos¨¦ Lucas, ex presidente de la Junta de Castilla y Le¨®n hasta hace poco m¨¢s de un a?o, fue nombrado entonces ministro de Presidencia cuando Mariano Rajoy abandon¨® esa cartera para asumir el Ministerio del Interior dejado por Jaime Mayor Oreja. Lucas llevaba mucho tiempo anhelando ser ministro, aunque tambi¨¦n rechaz¨® alguna vez distintas carteras.
Lucas fue citado el martes en el despacho de Aznar a las cinco de la tarde. El encuentro se demor¨® un poco. El ministro acab¨® entrando y Aznar se permiti¨® algunas bromas con ¨¦l, comprensibles en una relaci¨®n muy antigua y especial. Aznar, por ejemplo, ironiz¨® con su amigo y compa?ero de fatigas sobre distintos destinos pol¨ªticos.
-'Juanjo, es una pena que no hubieras venido ayer, porque entonces te hubiera ofrecido el Ministerio de Trabajo o el de Administraciones P¨²blicas. Pero hoy he pensado y estoy seguro de que te gustar¨¢ mucho m¨¢s la presidencia del Senado'. Lucas supo inmediatamente que el panorama no estaba para rechazar ninguna oferta y por tanto, la acept¨®, aunque en su fuero interno lo que el cuerpo le ped¨ªa era asumir ahora la dif¨ªcil cartera de Trabajo.
El dirigente soriano se marchar¨¢ a su tierra de Burgo de Osma y se preparar¨¢ para asumir la presidencia del Senado tras el verano, en los primeros d¨ªas de septiembre. Lucas, que hasta hace un par de meses no era parlamentario a pesar de ostentar el Ministerio de la Presidencia, encargado de las relaciones con las Cortes, logr¨® su esca?o al final tras conseguir que dejara vacante su plaza un senador de Le¨®n.
Tanto Lucas como el otro ex ministro soriano del Gobierno destituido en esta crisis, Jes¨²s Posada, admiten sin rubor que siempre estar¨¢n agradecidos a Aznar por haber confiado en ellos. El propio Posada se lo destac¨® a Aznar en la breve entrevista de tres minutos del martes. Posada quiso subrayar ante Aznar que nunca so?¨® con haber sido ministro de dos carteras. Sali¨® y como la charla dur¨® tan poco se tropez¨® con que a¨²n no le esperaba su ch¨®fer oficial, que se hab¨ªa marchado a tomar un caf¨¦. Posada, que disfruta de un gran sentido del humor, se permiti¨® hace unos d¨ªas bromear con sus compa?eros de Gabinete cuando pactaron la cuant¨ªa del regalo que todos juntos han comprado para la boda de la hija del presidente, Ana Aznar Botella, con Alejandro Agag: 'No escatimeis, que est¨¢ a punto de haber una remodelaci¨®n de Gobierno'. Su generosidad no le sirvi¨® de mucho.
El tambi¨¦n castellano Juan Carlos Aparicio se enter¨® de su destituci¨®n el martes, pero ¨¦l la esperaba hac¨ªa algunas semanas: 'Me jugu¨¦ con mis colaboradores una cena a que Aznar har¨ªa una remodelaci¨®n y que yo saldr¨ªa del Gobierno. Y he ganado', coment¨® a un grupo de periodistas.
-?Y la esperaba tan grande?
-'Bueno, para unos ser¨¢ grande, para otros peque?a y para otros asim¨¦trica'.
Aparicio, ayer, valor¨® que Aznar, como cualquier entrenador de f¨²tbol, est¨¢ en su derecho de cambiar a los ministros en el minuto que haga falta para ganar el partido. No fue el ¨²nico que recurri¨® al s¨ªmil deportivo para justificar su destituci¨®n.
Otra ministra saliente, Celia Villalobos, de Sanidad, que tambi¨¦n apost¨® con su equipo porque ser¨ªa cesada en esta crisis, record¨® ayer su juventud como jugadora de balomnano para destacar que es el entrenador el que decide en cada momento c¨®mo y con quien quiere jugar. Pero Villalobos quiso ahondar un poco m¨¢s cuando apunt¨® que a veces el entrenador 'prefiere atacar por la izquierda y otras por la derecha'.
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