'Txapote le dispar¨® dos tiros en la cabeza a Miguel ?ngel Blanco'
Un colaborador de ETA relata el asesinato del edil del PP hace cinco a?os
Francisco Javier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote, fue el presunto autor material de los disparos que ocasionaron la muerte del concejal del PP de Ermua Miguel ?ngel Blanco, seg¨²n los datos aportados por Gregorio Escudero Balerdi, uno de los supuestos colaboradores de ETA detenidos por la Guardia Civil durante la reciente operaci¨®n contra el comando Donosti. El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo proces¨® en julio de 2001 a Txapote, a Irantzu Gallastegi, Amaia, as¨ª como al ex concejal de HB en Eibar Ib¨®n Mu?oa por el secuestro y posterior asesinato de Miguel ?ngel Blanco. Ma?ana se cumplen cinco a?os de su muerte.
El asesinato del edil popular, en julio de 1997, fue atribuido desde el principio al comando Donosti, compuesto en aquellas fechas por Garc¨ªa Gaztelu, Irantzu Gallastegi Sodupe y Jos¨¦ Luis Geresta M¨²gica, ya fallecido. Pero hasta la detenci¨®n, en octubre de 2000, del ex concejal de HB de Eibar Ibon Mu?oa Ariznabarreta no se tuvo confirmaci¨®n de esa sospecha.
Precisamente, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo reabri¨® en octubre de 2000 el sumario por el asesinato del edil popular tras la declaraci¨®n que prest¨® Mu?oa. Del Olmo viaj¨® en marzo de 2001 a Par¨ªs en comisi¨®n rogatoria para interrogar a Irantzu Gallastegi -entregada temporalmente a Espa?a en junio- sobre su supuesta participaci¨®n en el secuestro y asesinato de Blanco.
La detenci¨®n el pasado mes de marzo de Gregorio Escudero Balerdi ha permitido a?adir nuevos datos a la investigaci¨®n de aquel crimen. Este presunto colaborador del Donosti ha revelado que fue Txapote quien dispar¨® contra el edil, mientras Geresta le sujetaba y su compa?era les esperaba al volante de un coche.
En la declaraci¨®n prestada ante la polic¨ªa, el concejal de HB Mu?oa admiti¨® que hab¨ªa facilitado al comando informaci¨®n sobre Blanco, a quien conoc¨ªa porque trabajaba en la asesor¨ªa contable que llevaba las cuentas de la empresa propiedad de la familia de Mu?oa.
Aunque luego neg¨® este hecho ante la juez, la sentencia declar¨® probado que aloj¨® a los tres miembros del Donosti en su domicilio mientras preparaban el secuestro.
Los tres miembros de ETA pidieron a su colaborador en Eibar que les proporcionara un lugar para ocultar al secuestrado. Mu?oa puso a su disposici¨®n un apartamento de sus padres en Zarautz, pero a los etarras no les convenci¨® por motivos de seguridad. Entonces, se dirigieron a Escudero Balerdi, vecino de Orio, a quien pidieron que buscara una lonja que pudieran utilizar un par de d¨ªas 'para un atentado muy sonado'.
En un lugar desconocido
Las gestiones de Escudero no dieron resultado y no proporcion¨® a los etarras el local que necesitaban. Sin embargo, debieron conseguirlo a trav¨¦s de alg¨²n otro colaborador que no ha sido identificado. Por eso, no se ha encontrado todav¨ªa el lugar donde Miguel Angel Blanco estuvo secuestrado durante dos d¨ªas. Los etarras ya intentaron capturarlo el 9 de julio y con ese objetivo se trasladaron a la estaci¨®n de tren de Eibar, donde el edil bajaba cada d¨ªa para ir a trabajar.
A Ib¨®n Mu?oa le pidieron que dejara su propio coche estacionado junto a la estaci¨®n. Cuando regres¨® a casa, se encontr¨® a los tres etarras, quienes le explicaron que no hab¨ªan podido llevar a cabo el secuestro porque el edil no hab¨ªa ido al trabajo. Al d¨ªa siguiente, Blanco se ape¨® en la estaci¨®n, donde los etarras utilizaron a una mujer como se?uelo para atraerlo.
El entonces consejero vasco de Interior, Juan Mar¨ªa Atutxa, en el libro Cuatro d¨ªas de julio, lo relat¨® as¨ª: 'Se hab¨ªa bajado del tren poco despu¨¦s de las tres y media de la tarde tras efectuar un viaje normal en el que fue visto por decenas de personas. Al descender del convoy se dirigi¨® a su trabajo. No tard¨® m¨¢s de dos minutos en ser abordado por una mujer joven que, de acuerdo con las versiones de algunos testigos, departi¨® con aparente normalidad con el edil como si estuviese pregunt¨¢ndole algo. Nadie record¨® haber percibido violencia en una escena aparentemente cotidiana que era, sin embargo, el primer acto de una enorme tragedia'.
El d¨ªa 12, Gallastegi, Gaztelu y Geresta lo metieron en el maletero de un veh¨ªculo. Lo trasladaron hasta las inmediaciones de la localidad de Lasarte, donde, con las manos atadas, le hicieron salir. 'En el momento del asesinato, Oker sujeta a Blanco, mientras Amaia permanece en el interior del veh¨ªculo y Txapote le dispara dos tiros a la cabeza', ha explicado Gregorio Escudero.
Txapote, presunto autor material de los disparos, fue detenido el 22 de febrero de 2001 en Anglet (Francia). A¨²n no ha sido juzgado por este crimen.
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