El vicepresidente Cheney, acusado de cometer fraude en su etapa de empresario

Dick Cheney, vicepresidente de EE UU, ya est¨¢ acusado formalmente por presunto fraude contable cuando era presidente de la compa?¨ªa petrolera Halliburton Corporation. Cheney estuvo al frente de la empresa durante cinco a?os y dej¨® el cargo para compartir el cartel electoral con George W. Bush. La asociaci¨®n Judicial Watch, un grupo de abogados de Washington en defensa de cuestiones de inter¨¦s p¨²blico, ha presentado una demanda en la que culpa a Cheney de haber engordado las cifras de beneficios para mantener una imagen artificialmente saludable.

Fuentes de la Casa Blanca empiezan a mostrar preocupaci¨®n por el pasado empresarial del vicepresidente. Algunos analistas pol¨ªticos a?aden un grado m¨¢s de importancia a la demanda por el hecho de venir firmada por Judicial Watch, una asociaci¨®n abiertamente conservadora. Judicial Watch dice estar dedicada a perseguir la corrupci¨®n de cualquier signo pol¨ªtico, pero es conocida su inclinaci¨®n republicana. En la ¨²ltima d¨¦cada, sus abogados investigaron a Bill y Hillary Clinton y presentaron varias demandas por sus negocios personales del pasado.

Seg¨²n la acusaci¨®n, el fraude contable era similar a otros detectados en grandes corporaciones de EE UU: consideran que Halliburton incluy¨® como ingresos cientos de millones de d¨®lares que no hab¨ªa cobrado y que, en algunos casos, nunca lleg¨® a cobrar.

En ¨²ltimo t¨¦rmino, la demanda puede ser tambi¨¦n un catalizador en la investigaci¨®n que realiza -con aparente desidia- la Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC). Hace tiempo que este organismo prometi¨® revisar los libros de cuentas de Halliburton, pero ni siquiera se han puesto en contacto con quien dirig¨ªa la empresa en la ¨¦poca, el vicepresidente Cheney.

La demanda contra Cheney se present¨® 24 horas despu¨¦s del discurso de Bush sobre responsabilidad empresarial y lucha contra el fraude. El propio Bush est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n por haber vendido acciones de una petrolera que dirig¨ªa en 1990 sin notificarlo correctamente a los organismos reguladores. Bush vendi¨® acciones de Harken Energy (necesitaba el dinero para comprar un club de b¨¦isbol de Tejas) d¨ªas antes de que el precio cayera en picado.

Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca citadas por The Wall Street Journal aseguran que la preocupaci¨®n del Gobierno no est¨¢ en el pasado empresarial de Bush (la investigaci¨®n de la SEC se cerr¨® sin acusaciones), sino en el de Cheney. Para empeorar las cosas, el diario ha encontrado un v¨ªdeo promocional de Arthur Andersen en el que Cheney participa para ensalzar 'el gran trabajo' que hace esta empresa de auditores. La compa?¨ªa ha visto destrozada su reputaci¨®n por haber destruido papeles relevantes en la contabilidad de Enron. Tambi¨¦n actu¨® como auditora de WorldCom, otro gigante al borde de la bancarrota.

En el v¨ªdeo, grabado en 1996, Cheney aparece como presidente de Halliburton. Una de sus afirmaciones provoca escalofr¨ªos pol¨ªticos: la gente de Arthur Andersen, dice Cheney, 'me da buenos consejos sobre c¨®mo hacemos negocios, trabajamos juntos m¨¢s all¨¢ de una auditor¨ªa normal'.

Ari Fleischer, portavoz de la Casa Blanca, asegur¨® ayer que la demanda de Judicial Watch 'en nuestra opini¨®n no tiene fundamento'; un representante de Halliburton emple¨® exactamente las mismas palabras cuando se le pidi¨® su valoraci¨®n. Fleischer asegur¨® que la SEC llegar¨¢ hasta el final en su investigaci¨®n sin amedrentarse por el cargo que ocupa Cheney, aunque el partido dem¨®crata acusa al presidente de la instituci¨®n, Harvey Pitt, de cordialidad y de falta de inter¨¦s en las investigaciones contra grandes empresas, y particularmente en la que afecta al vicepresidente.

Judicial Watch acusa a Bush y Cheney de emplear una t¨¢ctica pol¨ªtica similar a la que us¨® Bill Clinton. Los abogados creen que el anuncio de nuevas regulaciones contra el fraude contable pretende desviar la atenci¨®n de sus propias conductas sospechosas.