Zaragoza
El proceso de faraonizaci¨®n del flamante ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, empez¨® a forjarse en el mismo Ayuntamiento de Benidorm que dej¨® en quiebra t¨¦cnica, cuando abander¨® el alboroto contra la marca tur¨ªstica Mediterr¨¤nia impulsada por la Generalitat socialista. Esa berrea localista fue interpretada por su incipiente feligres¨ªa como un alegato magistral sobre turismo, tanto que incluso el subsecretario Roc Gregori, que es quien se supone que conduce los designios del turismo valenciano, lleg¨® a declarar en posici¨®n de m¨¢xima genuflexi¨®n que Zaplana era quien m¨¢s sab¨ªa del asunto en toda la Comunidad Valenciana. S¨®lo desde esa malversaci¨®n, que no tiene otro objeto que la sobredimensi¨®n del jefe y el culto a su figura, resulta comprensible el desd¨¦n que muestra el Ayuntamiento de Benidorm hacia su ex alcalde Pedro Zaragoza Orts, que es quien sent¨® las bases de la revoluci¨®n tur¨ªstica de aquel remoto pueblo de pescadores y marinos, y cataliz¨® todos los esfuerzos en ese sentido. Desde hace siete meses, en que el pleno del Ayuntamiento aprob¨® una serie de propuestas de los socialistas tendentes al reconocimiento institucional de Pedro Zaragoza, el actual alcalde, Vicente P¨¦rez Devesa, no ha movido un dedo para materializarlas. Y no porque Pedro Zaragoza sea franquista, que lo es, puesto que Zaplana acaba de demostrar con la entronizaci¨®n de Fernando Vizca¨ªno Casas en el Consell Valenci¨¤ de Cultura que no tiene ning¨²n complejo ideol¨®gico ni est¨¦tico al respecto. El delito de Pedro Zaragoza tampoco es que no haya cambiado de chaqueta -como s¨ª hizo el senador Miguel Barcel¨®, el suegr¨ªsimo, que aparece en tantas fotograf¨ªas con el mismo Zaragoza con camisa azul-, sino que no se arrodilla y es un referente inc¨®modo para quienes pretenden que Zaplana sea el pont¨ªfice m¨¢ximo del turismo y el art¨ªfice de Benidorm. El problema es que a Zaplana se lo ha llevado el viento, y por mucho que inflame su envoltorio medi¨¢tico haciendo ver que ahora en Madrid es m¨¢s omnipotente que nunca, la mecha de su cuenta atr¨¢s hacia el olvido quema a toda velocidad. Sin embargo, don Pedro Zaragoza siempre ser¨¢ el alcalde que en 1952 autoriz¨® el uso del biquini en Benidorm.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.