El Gobierno del PP restaurar¨¢ finalmente el Palau del Lloctinent

El Palau del Lloctinent, la vieja sede del Archivo de la Corona de Arag¨®n, ser¨¢ finalmente restaurado. Aprobados desde hace meses los planes de la reforma, el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura -titular del inmueble- ya dispone del imprescindible proyecto ejecutivo y podr¨ªa iniciar las obras este mismo a?o o en las primeras semanas de 2003. La gran inc¨®gnita reside ahora en saber a qu¨¦ uso concreto se destinar¨¢ el monumental edificio.

Vac¨ªo y en progresivo y alarmante deterioro, el Palau del Lloctinent espera ser restaurado desde 1993, cuando el Archivo de la Corona de Arag¨®n -que lo ocupaba desde el siglo XIX- fue trasladado a un moderno edificio levantado junto a la estaci¨®n del Norte. Se anunci¨® en aquel momento que el venerable caser¨®n ser¨ªa restaurado y reformado para ejercer funciones de representaci¨®n institucional y escaparate p¨²blico del archivo. Pero aun contando ya entonces con un proyecto ejecutivo, los socialistas abandonaron el Gobierno, en 1996, sin haber iniciado las obras. Han debido transcurrir otros siete a?os, o casi, para que el Ejecutivo del Partido Popular se haya decidido a abordar la obra.

Pese a guardar algunas similitudes, la idea que ten¨ªan los socialistas sobre las funciones que deb¨ªa ejercer el Palau del Lloctinent no parece ser la misma que prev¨¦n llevar a cabo ahora los populares. De hecho, el proyecto de restauraci¨®n, cuya ejecuci¨®n ser¨¢ licitada presumiblemente en oto?o, ha sido terminado en las ¨²ltimas semanas. Y aunque los arquitectos son los mismos -Llu¨ªs Dom¨¨nech y Roser Amad¨®-, el destino que se dar¨¢ a determinadas partes del inmueble ha sufrido una radical transformaci¨®n. Todo ello por indicaci¨®n, claro, de los nuevos responsables del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura.

Los cambios afectan, principalmente, a los dos ¨²ltimos pisos del inmueble, en los que se prev¨¦ instalar un dep¨®sito de documentos con no menos de 3.000 metros de estanter¨ªas y con los equipos de seguridad y de regulaci¨®n clim¨¢tica que se exige actualmente a un espacio destinado a conservar documentos de gran valor. Todo ella da pie a pensar -el ministerio, de momento, no ha hecho p¨²blicos sus planes- que el Palau del Lloctinent, adem¨¢s de sus funciones de representaci¨®n, recuperar¨¢ plenamente su condici¨®n de archivo hist¨®rico.

Sorpresa y estupor

Esta previsible decisi¨®n del ministerio ha causado sorpresa y estupor entre los archiveros e historiadores que la conocen, en la medida en que el edificio inaugurado en 1993 junto a la estaci¨®n del Norte es perfectamente capaz de albergar la totalidad de los fondos del archivo, incluso en el caso de crecimiento, poco probable y siempre limitado al tratarse de un archivo hist¨®rico.

Esta eventual ruptura de la unidad f¨ªsica del archivo s¨®lo es bien vista -y no por todo el mundo- si con ella se pretende separar los fondos que conciernen ¨²nicamente a Catalu?a y los relacionados con el conjunto de la Corona de Arag¨®n, y permitir de esta forma hallar soluci¨®n a un contencioso casi ancestral: la constituci¨®n del patronato que debe regir el Archivo de la Corona de Arag¨®n, un ¨®rgano en el que deben participar representantes de Arag¨®n, Baleares, Valencia y Catalu?a, adem¨¢s de la Administraci¨®n central.

La constituci¨®n de este patronato est¨¢ pendiente desde la d¨¦cada de 1980, cuando se aprobaron los estatutos de autonom¨ªa de las comunidades mencionadas, en los que se prev¨¦ su creaci¨®n. Nunca, sin embargo, se ha producido el necesario acuerdo.

Ahora, el Gobierno prev¨¦ gastar m¨¢s de 5,5 millones de euros (915 millones de pesetas) en la restauraci¨®n del Palau del Lloctinent, sin saber -o al menos sin haberlo anunciado p¨²blicamente- qu¨¦ piensa hacer exactamente en el inmueble y con el archivo, uno de los de mayor importancia de los radicados en Barcelona.