Sisa contra los piratas
Lo contaba el otro d¨ªa Jaume Sisa, uno de los m¨²sicos que m¨¢s se ha pronunciado p¨²blicamente en contra de la pirater¨ªa de los discos: 'A los tres d¨ªas de sacar mi ¨²ltimo disco ya se pod¨ªa encontrar gratis en Internet. Una amiga m¨ªa pill¨® a un joven que se lo estaba descargando y le coment¨® que me conoc¨ªa y que yo estaba en contra de esta pr¨¢ctica. ?l se limit¨® a encogerse de hombros y dijo: '?Viva la anarqu¨ªa!'. No s¨¦, ante este panorama creo que no voy a grabar ning¨²n otro disco. Lo mejor ser¨¢ volver al Renacimiento: ir por los caminos y cantar en directo'.
Sisa anda sumamente mosqueado ante la pr¨¢ctica generalizada de no pagar los discos. Est¨¢ en contra del llamado top manta y en contra de la proliferaci¨®n de la m¨²sica en Internet. 'La cosa tiene guasa', se?ala. 'La gente est¨¢ dispuesta a pagar por una sinton¨ªa de m¨®vil, pero no por un disco m¨ªo o de los Rolling Stones. Me extra?a que la industria discogr¨¢fica no reaccione. Si yo, que soy un pobre cantautor del Poble Sec, me doy cuenta del problema, ?por qu¨¦ ellos no? ?Por qu¨¦ no hacen nada?'.
El artista se sorprende de que la gente est¨¦ dispuesta a pagar por una sinton¨ªa de m¨®vil, pero no por un disco suyo o de Rolling Stones
El desconcierto de Sisa pudo verse el otro d¨ªa en un acto inusual en los tiempos que corren. Se trataba de un debate serio e interesante, pero el escenario no era ning¨²n centro cultural. No hab¨ªa p¨²blico, pero sobre la mesa hab¨ªa cosas tan poco habituales en un debate como Kanom Gib, Khung Pho Pia, Kaeng Kung y Khao Pat. No, no hace falta que busquen en el diccionario: se trata de platos t¨ªpicos tailandeses. Y es que el organizador del debate era el restaurante Thai Gardens, empe?ado en dinamizar el ambiente cultural de la ciudad por medio de Ignasi Duarte, el hombre que m¨¢s sabe sobre el poeta Fonollosa.
Alrededor de una mesa redonda, que no del ring, se sentaban Rafael Moll, productor musical; Gerardo Sanz, director de Virgin/Drac; Luis Solano, ex director de Veintinueve.com; ?ngela Dom¨ªnguez, de la SGAE; Santi Carrillo, director de Rockdeluxe; Jaume Sisa y Bernat Roure, uno de los propietarios de Thai Gardens.
Gerardo Sanz empez¨® haciendo autocr¨ªtica. 'Para m¨ª', dijo, 'la pirater¨ªa es un s¨ªntoma de que la tecnolog¨ªa ha avanzado demasiado y ha pillado a contrapi¨¦ a la industria'. Un minuto despu¨¦s, Santi Carrillo precisaba: 'El cambio del vinilo al CD ha sido b¨¢sico en este asunto. El coste se triplic¨® con el CD porque al principio se consideraba un lujo, pero despu¨¦s no se abarat¨®. La industria se amold¨® a los grandes beneficios y ahora no quieren renunciar, cuando lo m¨¢s l¨®gico ser¨ªa abaratar el precio del CD'. ?ngela Dom¨ªnguez dio a continuaci¨®n la versi¨®n de la SGAE: 'No es verdad que la pirater¨ªa vaya asociada al tema del precio. Lo que pasa es que existe el h¨¢bito de que no hay que pagar por la m¨²sica, cosa que no pasa con los libros o las pel¨ªculas'.
'Una cosa es la pirater¨ªa del top manta, que es similar a la que sufren los polos de Lacoste, y otra es la de Internet', puntualiz¨® Rafael Moll. 'La primera se tiene que combatir con leyes y polic¨ªa. En lo de Internet, en cambio, est¨¢ claro que la industria va por detr¨¢s de lo que hace la gente. La gente copia discos y los descarga de Internet y la industria sigue sin reaccionar, con el mismo esquema de hace 40 a?os'. A lo que Sisa a?adi¨®: 'La industria del disco no se da cuenta de lo que le viene encima. La tecnolog¨ªa digital supone un salto brutal y la m¨²sica en Internet ha pasado a ser incontrolable. A este paso, la industria discogr¨¢fica se ir¨¢ al garete. Nadie har¨¢ discos para que se los pirateen en Internet. Si la Coca-Cola se pudiera beber gratis y no se controlara en los bares, la empresa ya hab¨ªa quebrado'.
A partir de aqu¨ª -mientras en un sector de la mesa se detectaba una divisi¨®n de opiniones entre las colas de langostino y las brochetas de pollo- el tono del debate fue subiendo. En el resto de las mesas, ajenas a la fiebre de piratas y antipiratas, las parejas se arrullaban, los grupos re¨ªan y un par de despistados hablaban de negocios o planeaban viajes ex¨®ticos. En un momento dado, cuando parec¨ªa que la comida iba a quitar de una vez por todas el protagonismo a los piratas, Santi Carrillo le salt¨® a la yugular a ?ngela Dom¨ªnguez: 'La SGAE siempre habla de m¨²sica cuando en realidad no os importa. Sois unos mercaderes'. Contraatac¨® Dom¨ªnguez defendiendo la gesti¨®n de la Sociedad de Autores y al cabo de unos tensos instantes las aguas volvieron a su cauce.
Ya ¨ªbamos por los postres -ex¨®ticos, por supuesto- cuando Rafael Moll compar¨® el top manta con que te roben la cartera y Sisa se permiti¨® una interesante disertaci¨®n sobre el arte de la m¨²sica. 'La industria del disco tiene 50 a?os', expuso. 'En los sesenta y en los setenta cuaj¨® el arte de la m¨²sica moderna, del que todos somos herederos. Es un arte que forma parte de nuestra vida y que tuvo una ¨¦poca dorada entre los sesenta y los ochenta, cuando el Sergent Peppers de los Beatles se convirti¨® en lo que es Casablanca para el cine. Ahora, sin embargo, este arte est¨¢ en peligro de extinci¨®n. La forma de este arte era el long play de vinilo; se ha trasladado al CD, pero ya no es lo mismo. Ahora la gente consume lo que le dicen los medios de comunicaci¨®n: Operaci¨®n Triunfo y cosas as¨ª. Lo otro ha quedado relegado a sectores muy peque?os de cultura de calidad'.
Luis Solano expres¨® su convencimiento, seg¨²n informaciones fiables, de que en unos a?os se podr¨¢ controlar la pirater¨ªa en Internet, pero qued¨® la duda flotando en el ambiente ex¨®tico del restaurante. A la salida, ya de noche, uno crey¨® intuir la presencia, agazapado entre las plantas tropicales, de un pirata escapado de los libros de Salgari. Pero no: los piratas dorm¨ªan, esperando a que llegara el d¨ªa para extender su manta sobre la acera. Y Sisa con esos pelos.
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