'Un elemento de extranjer¨ªa'

?Existe alg¨²n 'elemento de extranjer¨ªa' que impida amparar los derechos fundamentales de los profesores de catolisimo en Espa?a? El Tribunal Superior de Justicia de Canarias califica de 'sorprendente arca¨ªsmo' sostener semejante idea, como hace la Iglesia y el Gobierno canario. El argumento principal que oponen los magistrados a tales tesis es que el contrato que un¨ªa a la profesora Galayo Mac¨ªas con el Gobierno canario 'se ha celebrado en Espa?a entre una Administraci¨®n P¨²blica espa?ola y un trabajador espa?ol para prestar servicios en Espa?a'.

A?ade el tribunal: 'El ¨²nico elemento por el que podr¨ªa intentarse un traslado de jurisdicci¨®n en favor de la Iglesia cat¨®lica, suponiendo que el Obispo act¨²e en este supuesto competencias inherentes a la Santa Sede como sujeto de Derecho Internacional distinto al Estado espa?ol, es la presencia de un elemento religioso. Pero un elemento religioso no es un elemento de extranjer¨ªa que pueda utilizarse como punto de conexi¨®n en favor de la jurisdicci¨®n eclesi¨¢stica. Aceptar lo contrario, reservando a la Iglesia una jurisdicci¨®n propia en asuntos religiosos, mediante un concepto dualista del poder temporal-espiritual, ser¨ªa una soluci¨®n de sorprendente arca¨ªsmo, vedada en nuestro orden constitucional por los art¨ªculos 1.2, 16 y 117 de la Constituci¨®n [sobre soberan¨ªa popular, libertad religiosa y de culto, y el principio de unidad jurisdiccional, adem¨¢s del derecho a la tutela judicial que ampara a todos los ciudadanos].

Supraconstitucional

Los magistrados del TSJC tambi¨¦n replican a las alegaciones del Obispado de Canarias que nada impedir¨ªa una declaraci¨®n de inconstitucionalidad de un Tratado Internacional como el que une a Espa?a con la Santa Sede, 'posibilidad contemplada expresamente', a?ade el TSJC, en la Ley Org¨¢nica del Tribunal Constitucional.

Esta tesis contradice la que proclama siempre que puede el presidente la Conferencia Episcopal Espa?ola, el cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, en el sentido de que el tratado bilateral con la Santa Sede, de 1979, es supra constitucional, no sometido, por tanto, a las leyes espa?olas, entre ellas el Estatuto de los Trabajadores.

Claro que esta proclamaci¨®n de 'extranjer¨ªa' (y de supremac¨ªa) llevada a extremos extravagantes fue la que permiti¨® al ex ministro de Asuntos Exteriores espa?ol, Josep Piqu¨¦, llamar a consultas al Nuncio (embajador) del Vaticano, marginando al cardenal Rouco, con gran disgusto de ¨¦ste, cuando una pastoral de los obispos del Pa¨ªs Vasco contra la Ley de Partido y la ilegalizaci¨®n de Batasuna meti¨® en conflicto las relaciones del Gobierno del PP con la Iglesia, por lo dem¨¢s tan cordiales como para haberle cedido al episcopado en 1998, mediante una ley presupuestaria, el derecho a decidir sobre profesores contratados y pagados por el Estado.