Woods, contra la historia

Bruma, arena, agua de lluvia y viento. El eterno campo de Murfield (en 1892 se celebr¨® all¨ª el Open por primera vez), asentado junto a los acantilados del mar del norte y rodeado de una espesa alfombra de matorral dorado, recibe hoy a una renovada y selecta legi¨®n de golfistas que se disputar¨¢n el m¨¢s antiguo y prestigioso torneo de golf del mundo (esta es la 131 edici¨®n), el Abierto Brit¨¢nico (desde las 12.00 en Canal Golf, de Canal Sat¨¦lite). Entre ellos el favorito, el coleccionista de t¨ªtulos, Tiger Woods.

A sus 26 a?os, el estadounidense aspira este a?o a ganar los cuatro grandes en la misma temporada, algo que nadie ha conseguido a lo largo de la extensa historia de este deporte. Ya lleva dos: en abril se impuso en el Masters de Augusta y en junio, en el Abierto de Estados Unidos. Sin embargo, el californiano, astuto, se muestra m¨¢s cauto que en otras ocasiones: 'Cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil ganar un torneo grande. La gente llega muy preparada y eso se nota en que cada vez estamos m¨¢s igualados'.

Woods, que ha permanecido inactivo desde el pasado mes de junio, se desplaz¨® a las costas de Irlanda para entrenar en un terreno similar al que encontrar¨¢ en uno de los links (campos semisalvajes pegados al mar). El silencioso David Duval, el eterno segund¨®n que el a?o pasado rompi¨® su maleficio y se impuso en el Open 2001, ser¨¢ junto a los surafricanos Retief Goosen y Ernie Els, el rival m¨¢s peligroso para el estadounidense. Phil Mickelson, el brillante estadounidense y el espa?ol Garc¨ªa, tambi¨¦n est¨¢n bien situados en las apuestas.

El campo de Murfield, el cl¨¢sico laberinto brit¨¢nico, no beneficia en exceso a los grandes pegadores. No presenta un recorrido muy largo y las calles son peque?os pasadizos sin ¨¢rboles, pero minados por los b¨²nkers en forma de profundas grutas y flanqueados por una espesa maleza que llega hasta la altura de las rodillas. 'Aqu¨ª los jugadores como Woods lo van a tener complicado. Esto no es como Augusta y las calles son muy estrechas. Tiger no est¨¢ acostumbrado a este tipo de juego. Como llueva y haga viento las tarjetas no van a ser nada bajas', analiz¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Ol¨¢zabal. En teor¨ªa, las caracter¨ªsticas del campo deber¨ªan beneficiar a Olazabal, generalmente muy seguro en las calles. 'Es cierto que en este campo he jugado bien', conced¨ªa el vasco.

Junto a Olazabal, el malague?o Jim¨¦nez, Sergio Garc¨ªa -quinto en la lista de ganancias y primer espa?ol en esa clasificaci¨®n- y el joven Alejandro Larraz¨¢bal, de 22 a?os y ganador el a?o pasado de la edici¨®n amateur del torneo, componen la representaci¨®n de Espa?a.

Olazabal ha recurrido una vez m¨¢s al gur¨² Burt Harmon, el entrenador de Tiger, como recurso para recuperar su swing y su mayor preocupaci¨®n es el drive. 'A veces tienes bien cogido el swing y otras veces sencillamente se te va. Estoy trabajando para recuperarlo', confes¨® el guipuzcoano. Mientras, Garc¨ªa trata de solucionar sus problemas con el putt. El castellonense, que disput¨® hasta la ¨²ltima jornada con Tiger Woods el triunfo del Abierto de Estados Unidos el pasado mes de junio, asegur¨® ayer: 'El estadounidense me infunde respeto, pero no me intimida'. Garc¨ªa cifr¨® sus posibilidades en 'coger confianza el primer d¨ªa y pegarle bien a la bola en las salidas'. El espa?ol ya gan¨® el Open para aficionados en el campo de Murfield en 1998. Por su parte, Miguel ?ngel Jim¨¦nez, el extravagante malague?o fumador de enormes puros, se encuentra metido en un t¨²nel de falta de confianza que se ha traducido en tres cambios de caddie en tan s¨®lo ocho d¨ªas.