Tratado de etolog¨ªa
Puestos a hablar del animal racional que a¨²n no se sabe por qu¨¦ extra?o racionalismo un d¨ªa decidi¨® hacer del hecho de subirse a una bicicleta el hecho trascendental de su vida, vamos a hacer un peque?o estudio de su comportamiento, pues este individuo sigue unas pautas concretas y marcadas f¨¢ciles de identificar. Debemos tener en cuenta que estamos hablando de un animal de sangre caliente e instintos feroces. Yo lo comprob¨¦ ayer en mis propias carnes: la etapa comenz¨®; como aperitivo el Aubisque, y como postre el Tourmalet -bueno La Mongie, un Tourmalet light,que debe ser la moda-, es decir nada que ver con mi dieta ideal, pero ya se sabe lo que pasa cuando la sangre hierve. Arranc¨® Jalabert, Etxeberr¨ªa, Bodrogi y compa?¨ªa; vi salir a Voight por la tangente, y eccolo, all¨ª que me veo en la fuga del d¨ªa. ?Qu¨¦ haces tu aqu¨ª? No lo sabes, pues a¨²n te duelen las piernas de la fuga del d¨ªa anterior ?Qu¨¦ hago ahora? Pues tirar palante, que vas a hacer. ?Y c¨®mo te has calentado de esa manera, si hoy te tocaba pasar un d¨ªa tranquilo? Buena pregunta, que quieres que te diga, cosas del instinto.
Otro de los instintos es el que te empuja a lanzante a tumba abierta -uf, menuda expresi¨®n- en cuanto la carretera te invita a sumar tu esfuerzo al de la ley de la gravedad. Agarras fuerte el manillar, levantas el culo al tiempo que bajas la cabeza, y ah¨ª vas, con un subid¨®n de adrenalina que no veas hasta la pr¨®xima curva.
No debemos olvidar tambi¨¦n que hablamos de un animal con una marcada agresividad en circunstancias concretas, por lo que debemos andar con cuidado. Esto es algo f¨¢cil de observar en los d¨ªas en los que ¨¦stos animales compiten para decidir qui¨¦n de ellos es el m¨¢s veloz. Incluso puedo decir aqu¨ª entre nosotros que esos d¨ªas, cuando ya el desenlace est¨¢ cerca, es decir despu¨¦s del triangulillo rojo, ?he visto a algunos que muerden! En fin, ma?ana m¨¢s, que ahora mi instinto pide reposo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.