'Pujol es el ¨²nico nacionalista espa?ol'
Pregunta. ?C¨®mo se ve la Comunidad Valenciana desde Madrid?
Respuesta. Yo me di cuenta de que era valenciano por el hecho de vivir en Madrid. Intelectual, emocional y pol¨ªticamente me hice valenciano en Madrid.
P. ?Qu¨¦ le ocurri¨®?
R. Vi c¨®mo funciona Madrid. Cuando trabajas en una empresa importante y conoces el Madrid que manda, sea en los negocios o en el Estado, y ves c¨®mo trabaja, si no eres castellano tienes una reacci¨®n contraria porque ataca a lo que amas. Espa?a funciona desde Madrid y Madrid es la m¨¢quina que hace funcionar Espa?a.
P. ?Y c¨®mo trabaja?
R. No es que sea centralista: es peor. Madrid funciona como intrumento de los intereses castellanos y se aprovecha del resto de Espa?a. Es una m¨¢quina que trabaja para ellos.
P. ?Deliberadamente?
R. Dir¨ªa que espont¨¢neamente, por instinto. La primera vez que o¨ª hablar de una autopista a Valencia, en los a?os sesenta, el razonamiento era que hab¨ªa tres millones de madrile?os y ten¨ªan que ir a la playa. Ni siquiera se pensaba en el puerto, que es el puerto natural de Madrid. Castilla es un pueblo interior y defensivo, y su ¨²nica industria es la capitalidad. No discuto la unidad de Espa?a, pero para los castellanos es vital.
P. ?Usted habla de un nacionalismo castellano, no espa?ol?
R. El concepto de nacionalismo espa?ol en realidad es la extensi¨®n del nacionalismo castellano.Es la asimilaci¨®n del resto de Espa?a a la lengua, costumbres, ideario y a los ¨ªdolos de Castilla, pero eso en los castellanos se produce de modo natural, no elaborado intelectualmente. El ¨²nico nacionalista espa?ol de verdad es Jordi Pujol. Es un catal¨¢n que piensa tambi¨¦n en Espa?a y quiere una estructura nacional que funcione y donde Catalu?a tenga su sitio.
P. Pero Madrid es un territorio saturado que no resiste m¨¢s acumulaci¨®n.
R. Por ejemplo, el agua. Ninguna ciudad del tama?o de Madrid est¨¢ tan lejos de las masas de agua para tener una humedad relativa del 70%. Par¨ªs, Tokio, Nueva York, Roma... todas tienen lagos, r¨ªos, mares. Madrid ha agotado todos los pozos de agua y est¨¢ bombeando de ?vila. Esa sequedad ha creado una necesidad imperiosa en los madrile?os de huir a la m¨ªnima hacia la costa. En vez de desarrollar una ciudad de calidad, fuerte, elitista..., por miedo a Barcelona se hizo una ciudad excesiva a costa de vaciar Castilla y Andaluc¨ªa. La situaci¨®n exige una soluci¨®n pol¨ªtica, porque las dos Castillas contin¨²an perdiendo poblaci¨®n sin parar.
P. ?Cu¨¢l?
R. Duplicar la capitalidad o desviar servicios a Valladolid, Soria, Segovia, Toledo... para evitar su despoblamiento. De hecho, el mapa del AVE, que es el mapa de las Castillas, porque conecta con todas sus ciudades, va en ese sentido.
P. ?Valencia puede aspirar a esa bicapitalidad?
R. ?sa es la otra opci¨®n que tiene Madrid, ya que Barcelona no puede ser porque se lo comer¨ªa. Para empezar, Valencia es el puerto de la Espa?a central. A la velocidad de AVE, Madrid ya puede duplicar el aeropuerto internacional, como hacen las capitales de los Estados Unidos para evitar imprevistos de aver¨ªas o cat¨¢strofes y poder mantener el flujo del tr¨¢fico. En ese sentido, la central de tel¨¦fonos espa?ola ya est¨¢ a caballo de Madrid y Valencia desde que un atentado terrorista demostr¨® que no pod¨ªa estar s¨®lo en Madrid. No se tratar¨ªa de una doble capitalidad sim¨¦trica, sino una segunda capitalidad de apoyo en conexi¨®n. Y Valencia podr¨ªa ser adem¨¢s el punto de relaci¨®n de la Espa?a no castellana.
EN DOS TRAZOS
Enrique Collado (Valencia, 1932), trabajando en banca, cay¨® por casualidad en el mundo de la inform¨¢tica y qued¨® atrapado en esa telara?a profesional. Desde entonces se incorpor¨® a IBM, empresa en la que ha desempe?ado diversos cargos en Madrid, Par¨ªs y Nueva York, lo que ha ventilado su talento y ha amplificado su perspectiva. Ahora es un hombre libre que, con la ra¨ªz hundida en Faura, vive entre Par¨ªs y Madrid y dedica casi toda su energ¨ªa a consumir informaci¨®n y reflexionar sobre la capital de Espa?a y sus relaciones con la periferia del Estado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.