La llave que espera

Los expulsados de Granada por los cat¨®licos encontraron en Xauen, en torno a una vieja fortaleza portuguesa y una colonia de monos, lo m¨¢s parecido a su ciudad perdida. Es la ¨²nica ciudad isl¨¢mica de casas c¨²bicas que tiene tejas; en las m¨¢s viejas hay junto a la puerta una alcayata de la que cuelga una llave: la de la casa de Granada. (Alcayata: es una palabra ¨¢rabe tomada del castellano: hay muchas. Viene de cayado, el bast¨®n con pu?o). Otras llaves espa?olas se llevaron los moriscos, los jud¨ªos: para cuando volvieran. Fueron los cat¨®licos crueles, criminales para con sus vencidos. No eran una excepci¨®n. Ocho siglos de musulmanes, ocho siglos de cat¨®licos, ocho siglos de jud¨ªos perseguidos por todos, formaron una civilizaci¨®n culta, t¨¦cnica y guerrera. Batallas hist¨®ricas y mentirosas -Santiago cabalgando un caballo blanco cortando cabezas morunas, qu¨¦ invento-, romances donde se formaba un nuevo castellano -el de El Cid-, monumentos, jardines, fuentes: da risa pensar que de ah¨ª viene la farsa asainetada de la isla de Perejil. Un esperpento de Valle, dec¨ªa Roberto Mesa en la SER. Sin olvidar todo lo que tiene de sangre, miseria, injusticia y disparate el esperpento de Valle sobre la Espa?a que nunca termina.

Si se lee a Sender o a Barea contar la guerra de Marruecos, ya en mi siglo, que era el de Franco y Mill¨¢n Astray y otros cabecillas, est¨¢ el sainete en estado puro, dentro del reinado tragic¨®mico de Alfonso XIII con su dictador Primo de Rivera: y ahora se leen historiadores cobistas de los dos -que reivindican aquellas carnicer¨ªas sucias de la que sali¨® la ¨²ltima guerra cat¨®lica: contra el amplio y equ¨ªvoco abanico de 1936 republicano-: la historia no se divide en secuencias, es un continuum que va dejando su carga gen¨¦tica. Esta representaci¨®n esperp¨¦ntica de Perejil viene de entonces. De lo que les hicimos, de lo que nos hicieron: de las batallas de Monte Arruit, o del Barranco del Lobo. Cuando empec¨¦ a entender algo en las familias espa?olas se recordaba al joven muerto, al descabezado por el alfanje moro.

(Cuando la reina entraba en Granada, el jud¨ªo italiano Col¨®n descubr¨ªa Am¨¦rica; de ?frica se empezaron a llevar esclavos a Am¨¦rica; cuando los liberaron, tomaron el nombre de sus amos. En las Antillas, la familia negra Powell medr¨®; su descendiente, el secretario de Estado, es el que ha dicho que se dejen de tonter¨ªas espa?oles, donde tiene la base de Rota, y marroqu¨ªes, donde est¨¢ la de Kenitra. Hay guerras serias).