Condenado a 86 a?os de c¨¢rcel el principal acusado de un triple crimen en M¨¢laga

La Audiencia Provincial de M¨¢laga ha condenado a 86 a?os de c¨¢rcel a Isidro G¨®mez, considerado urdidor y coautor del asesinato de tres personas en la barriada del Puerto de la Torre de M¨¢laga en septiembre de 1999. Sus tres c¨®mplices; Luis Utrera, Jos¨¦ Rold¨¢n y Blas Villalta, han sido condenados respectivamente a 81, 16 y 14 a?os de prisi¨®n y a indemnizar con 25.000 euros a las familias de las v¨ªctimas.

La lista de delitos por los que ha sido condenado G¨®mez, a quien la sentencia califica como 'un psic¨®pata extremadamente peligroso', es abultada: robo con violencia -seg¨²n el tribunal, el m¨®vil del crimen-; tenencia il¨ªcita de armas, detenci¨®n ilegal, asesinato y da?os continuados.

Los hechos, relatados por el principal acusado en el juicio, ocurrieron la noche del 20 al 21 de septiembre de 1999. Isidro G¨®mez y sus c¨®mplices hab¨ªan planeado un robo de droga en casa de Antonio Iglesias, una de sus v¨ªctimas. Forzaron la entrada, lo amenazaron con una escopeta de ca?ones recortados y con dos pistolas y se apropiaron de varios objetos, pero no hallaron lo que buscaban, as¨ª que lo obligaron a subir con ellos al coche, prendieron fuego al inmueble y se dirigieron a casa de otra de las v¨ªctimas, Israel Ruano.

En esta casa, situada en el Puerto de la Torre, encontraron a Ruano y a la tercera v¨ªctima, Salvador Martos, quienes les abrieron la puerta sin sospechar nada raro. Los ahora condenados les enca?onaron y golpearon a Ruano para que les dijese d¨®nde guardaba el dinero y la droga. No lo lograron, ni tampoco al registrar la casa. As¨ª que dispararon a Ruano en ambas piernas y despu¨¦s le pusieron una pistola en la cabeza y le descerrajaron un tiro que le provoc¨® la muerte en el acto.

Luego asesinaron, tambi¨¦n con sendos tiros en la cabeza, a Iglesias y a Martos; acostaron los cad¨¢veres en la cama del dormitorio, prendieron fuego a la cama, robaron algunas cosas y salieron huyendo. Despu¨¦s de abandonar a sus c¨®mplices, G¨®mez subi¨® en su ciclomotor y, al guardarse en el pantal¨®n la escopeta de ca?ones recortados, se dispar¨® accidentalmente en los genitales, por lo que tuvo que ser ingresado en estado grave.

El tribunal ha desestimado el delito contra la salud p¨²blica que reclamaba la fiscal¨ªa porque la droga que presumiblemente buscaban los condenados nunca apareci¨®. Pero tambi¨¦n ha desestimado el eximente de enajenaci¨®n mental solicitado por el abogado de G¨®mez por entender que 'no existe una merma significativa de sus facultades'.