M¨¢s all¨¢ de la correcci¨®n de un error

La decisi¨®n de la Oficina Europea de Patentes era esperada desde que en diciembre de 1999 hab¨ªa concedido la patente 'Aislamiento, selecci¨®n y propagaci¨®n de c¨¦lulas madre transg¨¦nicas animales' a inventores que inclu¨ªan investigadores de la Universidad de Edimburgo y que se hab¨ªa presentado en 1994. Que la oficina hab¨ªa cometido un error se vio pronto porque la patente parece incluir la posibilidad de producir animales transg¨¦nicos y clonarlos en general, sin excluir la especie humana. Mientras en lenguas latinas como el franc¨¦s el t¨¦rmino 'animal' no incluye la especie humana s¨ª ocurre en ingl¨¦s, con lo que se tendr¨ªa que haber escrito 'animales no humanos'. La oficina y los inventores aceptaron el error que hab¨ªa merecido una oposici¨®n radical de muchos grupos, incluido un voto en contra del Parlamento Europeo. Pero en Europa est¨¢ previsto que cualquier persona pueda ejercer la oposici¨®n a una patente y este derecho lo ejercieron diversos gobiernos y organizaciones. Los argumentos iban m¨¢s lejos de este error ling¨¹¨ªstico.

La decisi¨®n revela las dificultades europeas para definir la patentabilidad de las invenciones biol¨®gicas

En realidad la decisi¨®n de la oficina va en muchos aspectos en la direcci¨®n de la opini¨®n formulada el pasado mayo por el Grupo Europeo de ?tica, en la que se analizan las condiciones en las que puede otorgarse una patente. En primer lugar ¨¦sta debe incluir una descripci¨®n inequ¨ªvoca del producto que se desea patentar, y esto es dif¨ªcil en l¨ªneas celulares que son conjuntos complejos de c¨¦lulas. En segundo lugar, la descripci¨®n debe permitir que alguien pueda reproducir el m¨¦todo o producto que se patenta, y esto cuando se trata de c¨¦lulas no es f¨¢cil. Por esta raz¨®n se recomienda que se restrinja la amplitud de las patentes y que se cree un sistema de registros y dep¨®sitos de las c¨¦lulas para poder identificarlas y acceder a ellas si es necesario. Algo parecido se hace con los cultivos de microorganismos. La opini¨®n tambi¨¦n se declara en contra de patentar c¨¦lulas que no se hayan modificado en el laboratorio y para las que no se haya demostrado una utilidad terap¨¦utica.

Finalmente, por los datos que ofrece el avance de prensa de la Oficina de Patentes parece que ¨¦sta ha considerado los principios de que no se puede patentar algo que est¨¢ prohibido en alg¨²n pa¨ªs europeo (no hace mucho se retir¨® una petici¨®n de patente de un producto destinado a usarse en eutanasia) y que la directiva europea excluye de la patentabilidad 'las utilizaciones de embriones humanos con fines industriales y comerciales'. Hay opiniones jur¨ªdicas tanto favorables como contrarias a esta interpretaci¨®n. Pi¨¦nsese que, mientras tanto, en los Estados Unidos ya hay alguna docena de patentes concedidas y que cubren las c¨¦lulas madre embrionarias humanas. Probablemente la decisi¨®n de la Oficina de Patentes es otro paso en esta compleja discusi¨®n en la que se mezclan aspectos cient¨ªficos, jur¨ªdicos y ¨¦ticos con intereses comerciales, cient¨ªficos y de los pacientes. Un ejemplo m¨¢s de la necesidad de un debate profundo y transparente en el que sepamos cada uno lo que estamos defendiendo y tengamos en cuenta las consecuencias de las decisiones que tomemos.

Pere Puigdom¨¨nech es profesor de investigaci¨®n del CSIC. Miembro del Grupo Europeo de ?tica de las Ciencias y las Nuevas Tecnolog¨ªas