Nace un nuevo tipo de lector que practica a trav¨¦s de la pantalla 'zapping' literario
'El cambio se produce ya en los hogares', afirma Juan Cueto en el 18? Encuentro sobre la Edici¨®n
La lectura por rastreo, la lectura a saltos, que refleja claramente la influencia del zapping televisivo, la lectura directa en pantalla son algunas de las nueva tendencias que demuestran, seg¨²n los expertos reunidos en el 18? Encuentro sobre la Edici¨®n, que se celebra en Santander, que est¨¢ naciendo un nuevo tipo de lector y una nueva forma de lectura. Juan Cueto, estudioso del mundo de la televisi¨®n, plante¨® el debate: 'est¨¢n cambiando las pr¨¢cticas de lectura. No digo si es bueno o es malo, s¨®lo lo que est¨¢ pasando'. La revoluci¨®n de las pantallas es un hecho, a?adi¨®, y se est¨¢ produciendo ya en los hogares. En el mismo marco, los escritores Gustavo Mart¨ªn Garzo y Alberto V¨¢zquez Figueroa resaltaron la importancia de la fidelidad entre editor y autor.
El antrop¨®logo Jes¨²s Contreras present¨® las conclusiones de su estudio sobre La lectura y sus circunstancias, que pone de manifiesto una contradicci¨®n: existe una valoraci¨®n muy positiva de la lectura y de los libros, pero una escasa pr¨¢ctica de la misma. 'Todo el mundo habla mal de la televisi¨®n y bien de los libros, pero lo cierto es que la televisi¨®n est¨¢ encendida durante todo el d¨ªa y que cada vez hay menos tiempo para leer'.
Contreras, que conquist¨® a los asistentes del curso de la Universidad Internacional Menendez Pelayo, se manifest¨® rotundamente en contra de los fundamentalismos, de las actitudes redentoristas y del pesimismo respecto al futuro de la lectura. 'Es una obviedad decir que los adolescentes leen menos que los ni?os. Tienen mayores posibilidades de ocio y est¨¢n en una encrucijada de la vida en que la se encuentran ante muchas opciones'. Tambi¨¦n habl¨® del cambio de valores que se est¨¢ produciendo en la sociedad. 'Antes, si un chico suspend¨ªa el padre le amenazaba con ponerle a trabajar. Ahora, el hijo dice: 'vale, encu¨¦ntrame un trabajo'.
Victoria Sanz present¨® un estudio sobre la lectura en Internet realizado por la empresa Link + Partner a partir de 6.000 entrevistas telef¨®nicas entre hombres y mujeres de 15 a 74 a?os: la b¨²squeda de informaci¨®n es el primer objetivo de quienes utilizan Internet (72%); el segundo es la comunicaci¨®n con otras personas (48%); la informaci¨®n consultada se lee directamente en pantalla en vez de imprimirse, en especial la prensa (36%) y la diversi¨®n (26%); la literatura atrae a un 15% de los internautas encuestados. Se lee 'rastreando contenido, es decir, salt¨¢ndose p¨¢rrafos y bloques en un 60%, excepto en literatura'.
A partir de estos datos y de su experiencia personal Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n, director del curso, afirm¨® que est¨¢ surgiendo un lector cuantitativamente nuevo, que lee en pantalla, lo que modifica los h¨¢bitos de lectura tradicionales.
El catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Juan Delval sembr¨® la duda: '?Es un lector nuevo o es el de siempre que se adapta a los nuevos estilos?'. Nadie supo exactamente qu¨¦ responder. La pol¨¦mica est¨¢ servida y el futuro dir¨¢ lo que pasar¨¢.
Un respiro
Frente a la avalancha de datos e interpretaciones sobre la lectura, la intervenci¨®n de los dos ¨²nicos escritores que participan en el curso fue como un b¨¢lsamo. Gustavo Mart¨ªn Garzo y Alberto V¨¢zquez Figueroa hablaron de literatura y de la relaci¨®n entre el escritor y el lector. En las ant¨ªpodas el uno del otro, serio, algo t¨ªmido y con toda la confianza del mundo en las letras Mart¨ªn Garzo, y explosivamente s¨¦ptico y entusiasta al mismo tiempo V¨¢zquez Figueroa, coincidieron ambos en algunos puntos, por ejemplo escriben porque les gusta y sin pensar demasiado en los lectores.
En un encuentro moderado por el escritor y periodista Juan Cruz, los dos escritores hablaron de sus inicios en las letras. Mart¨ªn Garzo, nacido en Valladolid en 1948, dijo que se consideraba un impostor y que a¨²n sigue sorprendi¨¦ndose de que sus libros lleguen a los editores y a las librer¨ªas. La impostura, dijo, est¨¢ en su adolescencia. 'Cuando estaba haciendo bachillerato, un profesor de redacci¨®n nos encarg¨® un escrito sobre el oto?o. Yo me sent¨ª incapaz, un fracaso total. Estaba tan apurado que mi madre se sent¨® a mi lado y me dijo que era f¨¢cil y escribi¨® sobre el oto?o de una manera extraordinaria. Cuando a la semana siguiente el profesor habl¨® de las redacciones destac¨® la m¨ªa como la mejor y m¨¢s madura, y a partir de ese momento en la clase todos dijeron que de mayor yo ser¨ªa escritor'.
La primera experiencia de Alberto V¨¢zquez Figueroa fue muy diferente. Criado en el S¨¢hara con un t¨ªo que trabajaba de administrador civil de un fuerte militar, aprendi¨® a vivir en el desierto con los tuareg. En la biblioteca de su t¨ªo encontr¨® libros de Stevenson y de Julio Verne, so?¨® muy pronto con ser como aquellos 'se?ores'. 'Para un ni?o solo en el desierto del S¨¢hara, que so?aba con ver el Machu Pichu, fue algo muy importante. Cuando sal¨ª de all¨ª a los 16 a?os supe que quer¨ªa escribir la historia de ese ni?o solitario que no conoc¨ªa a nadie. Ah¨ª naci¨® mi primera novela Arena y viento y me aficion¨¦ para siempre'.
Hablaron tambi¨¦n de la fidelidad a los editores y coincidieron en que tiene que ser rec¨ªproca.
Babelia
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