La Costa Negra
Los grupos mafiosos emplean cada vez con m¨¢s frecuencia empresas y sociedades para camuflar el dinero sucio
Cuando los expertos de la polic¨ªa lograron reunir 'suficiente informaci¨®n' sobre los recursos econ¨®micos de 28 organizaciones delictivas, cuyo patrimonio ascend¨ªa a 765 millones de euros (unos 127.000 millones de pesetas), trataron de llegar a un c¨¢lculo todav¨ªa m¨¢s complejo: ?a cu¨¢nto podr¨ªa ascender el patrimonio del crimen organizado en Espa?a? El ejercicio no pod¨ªa ser tan ambicioso, pero s¨ª al menos pod¨ªa hacerse una evaluaci¨®n sobre los 209 grupos delictivos cuya existencia se ha detectado y que est¨¢n compuestos al menos por un m¨ªnimo de 10 miembros cada uno. Pod¨ªan contar adem¨¢s, y por vez primera, con la informaci¨®n de todas las fuerzas policiales, incluidas la Ertzaintza y los Mossos d'Esquadra. La cifra resultaba elocuente: casi un bill¨®n de pesetas (5.711 millones de euros). Es evidente que ese bill¨®n de pesetas no es una cifra definitiva, pero s¨ª al menos un simple punto de partida.
El arco mediterr¨¢neo concentra el 46% de los delitos registrados por la Guardia Civil, y el ¨ªndice de criminalidad por 1.000 habitantes (63) supera con creces la media nacional (48)
?D¨®nde se han instalado estos grupos? Si exceptuamos Madrid, el asentamiento es indiscutible por el litoral mediterr¨¢neo, una verdadera mancha que va desde C¨¢diz hasta Girona, donde se concentran todas las provincias con incidencia alta (Barcelona, M¨¢laga, Alicante, Valencia y C¨¢diz) y media (Almer¨ªa, Murcia, Castell¨®n, Tarragona y Girona), sin olvidar el fen¨®meno creciente que afecta a Baleares y Canarias. Hay razones sobradas para hablar de una verdadera Costa Negra.
Los ¨²ltimos informes policiales siguen resaltando 'la amenaza que supone este tipo de delincuencia y sus consecuencias socio-econ¨®micas', y advierten del 'creciente n¨²mero de grupos criminales organizados detectados'. Cada vez se hace m¨¢s palpable que los grupos criminales tienen una acusada 'tendencia a la pluriactividad' y que se est¨¢ imponiendo dentro de sus estructuras el uso 'de entramados societarios y empresariales', una de cuyas manifestaciones m¨¢s destacadas es el blanqueo de capitales. 'Siempre recordar¨¦ una frase que escuch¨¦ hace muchos a?os', recuerda uno de los responsables de la Brigada de Delitos Econ¨®micos, 'la delincuencia organizada trabaja en lo ilegal, lo alegal y lo legal'.
Miguel ?ngel Heredia es diputado socialista por M¨¢laga. Hace unos meses decidi¨® elevar una pregunta en el Parlamento, harto de escuchar al subdelegado del Gobierno de su provincia negar la existencia de mafias en la Costa del Sol, 'cuando lo que le¨ªamos en los peri¨®dicos era que M¨¢laga hab¨ªa pasado a ser la segunda provincia de Espa?a, despu¨¦s de Madrid, en n¨²mero de homicidios intencionados, y que los ¨ªndices de delincuencia se hab¨ªan doblado desde 1996 hasta 2001'. La pasada semana, el diputado obtuvo la respuesta: 'Se hab¨ªan detectado en M¨¢laga m¨¢s de 100 grupos organizados a lo largo de 2001'. La cifra era lo suficientemente elocuente como para sentirse preocupado, pero m¨¢s lo estar¨ªa si en esa informaci¨®n el Gobierno le hubiera dicho que, respecto a un informe de 2000, la provincia de M¨¢laga ha visto c¨®mo se doblaba el n¨²mero de grupos de delincuencia organizada.
Porque una primera consecuencia de la preferencia de estos grupos por el litoral se ha hecho visible en las estad¨ªsticas de delincuencia: el arco mediterr¨¢neo concentra el 46% de los delitos registrados por la Guardia Civil. Es una extensa ¨¢rea donde el ¨ªndice de criminalidad por 1.000 habitantes (63) supera ampliamente la media nacional (48) y se acerca a los patrones europeos, respecto a los que parec¨ªa hace alg¨²n tiempo que est¨¢bamos muy alejados.
Pero sobre las consecuencias socioecon¨®micas de su actuaci¨®n delictiva no hay ning¨²n informe preciso y s¨®lo algunos indicadores. El m¨¢s socorrido es el que relaciona sus actividades con las oportunidades que depara la bonanza econ¨®mica de que disfruta el sector de la construcci¨®n en el litoral espa?ol y la pujanza aparente en la que viven determinados municipios, convertidos en caldo de cultivo para rentabilizar el dinero sucio. Un reciente estudio de Caixa Catalunya declara que Baleares, Canarias, el Mediterr¨¢neo y el eje del Ebro son las zonas m¨¢s expansivas, tanto en lo que se refiere a construcci¨®n de viviendas como a precio del metro cuadrado, con una media de incremento de obra nueva superior al 15% en los ¨²ltimos seis a?os. Andaluc¨ªa, por ejemplo, ha llegado a tener incrementos del 42,5% (1998); Valencia, del 34,6% (1998), y Catalu?a, del 30,5% (1998). 'Est¨¢ claro que en periodos de bonanza la construcci¨®n se convierte en el mejor refugio de capitales sucios', dice un experto policial.
Autom¨®viles de lujo
Otro indicador: la venta de autom¨®viles de lujo. Seg¨²n los datos del ¨²ltimo semestre ofrecidos por la Asociaci¨®n de Fabricantes (ANFAC), sorprende ver c¨®mo dos provincias como M¨¢laga y Alicante superan en algunos modelos no s¨®lo a ciudades como Sevilla, Valencia, Bilbao o Zaragoza, sino tambi¨¦n a Madrid y Barcelona. Por ejemplo, en Alicante se han vendido m¨¢s Jaguar (11) que en Barcelona (4), y lo mismo le sucede a M¨¢laga (8); en esta ¨²ltima provincia tambi¨¦n se han vendido casi tantos Ferrari (18) como en Madrid (20) y muchos m¨¢s que en Barcelona (7), adem¨¢s de los dos ¨²nicos Rolls-Royce matriculados en el primer semestre del a?o en Espa?a. Esta clasificaci¨®n es pareja en modelos como Porsche, Pontiac, Cadillac o la gama alta de Mercedes y BMW.
'Estamos ya ante una segunda generaci¨®n de delincuentes, porque se ha producido un asentamiento de estos grupos, sobre todo en los lugares de la costa, donde es m¨¢s f¨¢cil ocultarse, mezclados entre turistas o residentes extranjeros', dice el jefe de la Brigada de Delitos Econ¨®micos. Zonas como, por ejemplo, Baleares, donde el 12% del suelo estaba en manos de alemanes hace cinco a?os, 'y eso sin contar los inmuebles propiedad de sociedades', aseguraban fuentes de la Agencia Tributaria.
'As¨ª que es una realidad con la que tenemos que contar', prosigue el experto policial. 'Conocen el terreno, dominan el idioma. Y ese tipo de delincuente se ha dado cuenta de que es m¨¢s rentable el delito econ¨®mico que el violento, y adem¨¢s est¨¢ menos castigado por la ley. Disponen de mecanismos a trav¨¦s de despachos de abogados para hacerse con una mara?a de sociedades que les permiten comprar inmuebles, tener propiedades y montar negocios con apariencia legal'.
Y agrega: 'Incluso crean sus propias redes que sirven para dar trabajo a sus nacionales. Y a nosotros nos faltan herramientas para llevar a cabo investigaciones cada vez m¨¢s complejas, sobre todo en un pa¨ªs donde sigue sin ser motivo de alarma que se paguen ciertas cantidades al contado, donde es posible crear empresas para practicar un fraude al IVA y nosotros no podemos investigarlas hasta que no se cierra el curso fiscal. Para entonces, esas empresas, que apenas duran tres o cuatro meses, han desaparecido'. Los expertos policiales dicen haber reclamado de Hacienda un mayor control de las actividades de abogados, notarios y registradores de la propiedad.
Recomendaciones
Precisamente el grupo de acci¨®n contra el blanqueo de dinero (FAFT-GAFI), una asociaci¨®n vinculada a la OCDE, en la que participa Espa?a, ha propuesto el pasado mes de mayo aplicar las 40 recomendaciones destinadas a la banca a otras actividades, entre ellas a la industria de la construcci¨®n, 'que se ha identificado en los ¨²ltimos a?os como muy vulnerable al blanqueo de dinero'; a los casinos de juego, y a cierto tipo de profesionales como notarios, abogados, agentes inmobiliarios y asesores financieros. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n aseguraba ya en su memoria del a?o 1999 que los despachos profesionales causaban 'un importante entorpecimiento' de las labores investigadoras.
Un miembro de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n recibi¨® una sugerencia de parte de un colega. 'Ser¨ªa interesante', le dijo, 'hacer un estudio sobre todos los concejales de Urbanismo y Obras P¨²blicas de la costa espa?ola, de tal forma que se compararan sus patrimonios antes y despu¨¦s de ocupar el cargo'. Como tal estudio exced¨ªa de las competencias de la fiscal¨ªa, la propuesta qued¨® reducida a un simple comentario. Ninguna instituci¨®n oficial parece haber tenido inter¨¦s en llegar a ese punto, como tampoco existen informes que relacionen de forma expresa la delincuencia organizada, el blanqueo de capitales y el negocio de la construcci¨®n en Espa?a, a pesar de que casi todas las fuentes consultadas en este reportaje lo encuentran evidente.
Pero el fin de este silencio est¨¢ pr¨®ximo porque en el mes de octubre concluir¨¢ una investigaci¨®n financiada por la Comisi¨®n Europea y coordinada por el Instituto de Criminolog¨ªa de la Universidad de M¨¢laga. Dicho estudio relaciona crimen organizado y negocio de la construcci¨®n, se ha efectuado en colaboraci¨®n con instituciones de otros pa¨ªses europeos (Italia, Reino Unido y Holanda) y, para el caso espa?ol, centra su investigaci¨®n en la Costa del Sol, en los 200 kil¨®metros que van desde Nerja hasta Manilva. El estudio reza as¨ª: Pr¨¢cticas il¨ªcitas en el negocio de la construcci¨®n. Su vulnerabilidad al crimen organizado y a la corrupci¨®n.
'Se trataba de analizar qu¨¦ actores juegan en el negocio de la construcci¨®n, c¨®mo juegan y cu¨¢l es su grado de vulnerabilidad al crimen organizado', dice Alejandra G¨®mez C¨¦spedes, crimin¨®loga y coordinadora del estudio, adscrito al programa Falcone de la Universidad de Trento. 'En Espa?a nos encontramos con una situaci¨®n peligrosa, que ha impregnado el tejido social, donde cada municipio es un feudo, que funciona seg¨²n los deseos de cada alcalde y donde crece la inseguridad jur¨ªdica y la idea de que no se puede hacer nada. En Espa?a, nadie pregunta de d¨®nde viene el dinero cuando alguien quiere hacer una inversi¨®n. El mercado de la construcci¨®n es muy desorganizado, trabajan muchas empresas tras una mara?a de sociedades que impide conocer a los verdaderos propietarios. C¨®mo ser¨¢ que, en un principio, pensamos que deber¨ªamos contar como asesores con catedr¨¢ticos de Derecho Administrativo. Luego nos dimos cuenta de que tambi¨¦n nos hac¨ªa falta alg¨²n catedr¨¢tico de Derecho Penal, y ahora estamos contando tambi¨¦n con expertos en Derecho Mercantil'.
El estudio cuenta con sus propias investigaciones de campo. 'Nos hemos camuflado como inversores y hemos comprobado lo f¨¢cil que resultaba poner dinero en la construcci¨®n y el descaro con el que se habla de comisiones y pagos al contado', dice Alejandra. Entre los aspectos que saldr¨¢n a relucir est¨¢ el del enriquecimiento de algunos ediles, aunque en este caso no se har¨¢ p¨²blica su identidad. Sobre la influencia que puede ejercer la cercan¨ªa de Gibraltar a la Costa del Sol, Alejandra G¨®mez apunta que 'en Gibraltar, en algunos casos, y a pesar de lo que se comenta, algunos controles son m¨¢s exhaustivos que en Espa?a'.
Un miembro de la Brigada de Delitos Econ¨®micos relataba c¨®mo un conocido delincuente, relacionado hace unas semanas con el robo de obras de arte en el domicilio de Alicia Koplowitz, hab¨ªa comprado meses atr¨¢s un Ferrari al contado, 'y al concesionario no pareci¨® resultarle sospechoso'. Ese ejemplo sirve para describir c¨®mo en Espa?a algunos procedimientos para blanquear dinero llegan a hacerse de forma muy artesanal. 'En la Operaci¨®n Palmera, efectuada en Ceuta en 1999', relata un miembro de la Brigada de Delitos Econ¨®micos, 'descubrimos que con una peque?a agencia de viajes y dos agencias de cambio se hab¨ªan cambiado divisas extranjeras por valor de 21.000 millones de pesetas en apenas 10 meses, un mecanismo muy parecido al descubierto por la Guardia Civil tiempo despu¨¦s en Melilla. Entre Marbella y M¨¢laga se efectu¨® otra actuaci¨®n (Operaci¨®n Picota) que descubri¨® cambios por valor de 25.000 millones. Una sola persona lleg¨® a cambiar mil millones en una semana. Uno de los detenidos en Ceuta dispon¨ªa ya de un gran patrimonio personal, cuando diez meses antes estaba cobrando el paro. A nadie pareci¨® llamarle la atenci¨®n que primero se comprara un gran coche, que luego tuviera un buen chal¨¦ y que ¨²ltimamente tratara de comprar un barco para inaugurar una l¨ªnea regular con la Pen¨ªnsula. Hay una gran condescendencia en este pa¨ªs con el enriquecimiento r¨¢pido'.
Despachos de abogados
Hay indicadores que hablan por s¨ª solos y que no resultan muy complejos de poner a la luz. Volvemos al caso de Marbella, donde el n¨²mero de abogados colegiados ha pasado de los doscientos a superar los seiscientos en apenas cinco a?os. Una simple consulta en bases de datos que relacionan compa?¨ªas mercantiles permite comprobar c¨®mo en una misma direcci¨®n de Marbella est¨¢n domiciliadas 125 sociedades, ejemplo que se puede repetir tomando como base las direcciones de despachos de abogados. O una misma empresa consta como administrador ¨²nico de 145 sociedades. Seg¨²n datos de Informa, SA, en Marbella, en el distrito postal 29600, est¨¢n domiciliadas un total de 5.544 empresas, una cifra extraordinariamente superior en comparaci¨®n con municipios del mismo n¨²mero de habitantes (100.000) y que disponen de un reconocido tejido industrial como Algeciras (1.568 empresas) o Matar¨® (3.033 empresas). De la misma manera, es relativamente sencillo encontrar en Alicante despachos de abogados con int¨¦rpretes en ruso.
'El blanqueo de dinero es una actividad muy vinculada a la delincuencia internacional', sostiene Salvador Ruiz, director general de la Agencia Tributaria, 'y en esas inversiones internacionales es cierto que una actividad que recoge dinero negro es la inmobiliaria'. Salvador Ruiz apunta que ya es significativo que la Agencia Tributaria tenga unidades especiales en Barcelona, M¨¢laga y Baleares, 'y que en algunos programas piloto en los que estamos cruzando informaci¨®n con la Seguridad Social hallamos elegido las provincias de Alicante, Almer¨ªa y Huelva, donde se perciben problemas con mano de obra ilegal'.
El plan general de control tributario para el a?o 2002 establece algunas novedades en el cap¨ªtulo de ?reas de Riesgo Fiscal de Atenci¨®n Prioritaria, al incluir el sector de la construcci¨®n, la importaci¨®n fraudulenta de autom¨®viles de lujo y las tramas empresariales de defraudaci¨®n del IVA. El plan fija que 'ser¨¢n objeto de especial atenci¨®n los denominados agentes de formaci¨®n de compa?¨ªas (profesionales especializados en el suministro de sociedades preparadas para entrar en el comercio), as¨ª como las sociedades constituidas pero sin actividad'.
No parece casual, por tanto, que la Agencia Tributaria haya decidido enviar este verano al litoral espa?ol a cerca de 200 agentes tributarios. Determinados datos (consumo el¨¦ctrico, de gas, incrementos espectaculares en la construcci¨®n de viviendas, nichos de sociedades, muchas de ellas sin aparente actividad) invitan a pensar que la costa espa?ola, sobre todo el litoral mediterr¨¢neo, puede haberse convertido en un verdadero foco de evasi¨®n fiscal.
Las empresas constructoras han reaccionado a esta noticia con cierta hipocres¨ªa y apuntan a que el verdadero objetivo de Hacienda son los ciudadanos de a pie que han comprado una segunda residencia en la costa y tratan de obtener unos ingresos extra con alquileres que no declaran. 'No lo sentimos como un problema. Los agoreros ya dec¨ªan que la llegada del euro ocasionar¨ªa un gran incremento en las ventas, y lo que se ha visto es una peque?a ca¨ªda de la demanda', dice Manuel Mart¨ª, secretario general de la patronal inmobiliaria. 'Ahora mismo, en lo que significa obra nueva, no hay posibilidad de manejar dinero negro', sostiene, al tiempo que afirma que la construcci¨®n mantiene una actividad 'sostenida' y que podr¨ªa absorber 100.000 puestos de trabajo casi de forma inmediata.
La sospecha no es nueva, porque el boom de la construcci¨®n en ciertas zonas tur¨ªsticas espa?olas ha alertado a otras autoridades fiscales, caso de la alemana, dispuesta a averiguar si aquellos ciudadanos que compran casas en Espa?a (sobre todo en Baleares) cumplen con Hacienda. A este respecto, la Agencia Tributaria se limita a reconocer 'las excelentes relaciones' que tiene con el fisco alem¨¢n y el alto grado de cooperaci¨®n al que han llegado ambas instituciones.
Silencio c¨®mplice
Los buenos prop¨®sitos de Hacienda no convencen a quienes llevan a?os de experiencia luchando contra la corrupci¨®n urban¨ªstica. En el despacho de la diputada andaluza Inmaculada G¨¢lvez, incluida en las listas del PSOE tras un pacto con Los Verdes, se amontonan, entre miles de papeles, m¨¢s de 100 impugnaciones que la Junta de Andaluc¨ªa ha realizado sobre obras en Marbella. De todos esos contenciosos, los primeros de los cuales datan de 1993, 'todav¨ªa no existe una sola sentencia'. 'Para cuando se produzca la primera, ya me dir¨¢n qu¨¦ es lo que se puede hacer si todos esos edificios est¨¢n ocupados por sus propietarios desde hace a?os'. G¨¢lvez habla de inseguridad jur¨ªdica, de ausencia de verdadera voluntad pol¨ªtica por parte del Gobierno central y la propia Junta de Andaluc¨ªa para atajar los niveles de corrupci¨®n que se est¨¢n alcanzando en la costa.
Ese silencio de los partidos pol¨ªticos es tambi¨¦n la gran cr¨ªtica de Manuel Alcaraz, ex diputado socialista por Alicante. 'Estuve mucho tiempo denunciando la llegada de grupos del Este a la costa de Levante, pero lo que m¨¢s me alarmaba era el silencio. 'No creemos alarma social para que el turismo no se vea afectado', dec¨ªan las autoridades. A pesar de mis preguntas en el Parlamento, Mayor Oreja se empe?aba en decir que en Espa?a no exist¨ªan mafias, simplemente porque esos grupos no ten¨ªan una estructura piramidal. Al final, termin¨® reconociendo el asentamiento de delincuentes del Este en el Levante espa?ol. En algunas reuniones en la Diputaci¨®n o en el Patronato de Turismo, hubo empresarios espa?oles que terminaron pidi¨¦ndonos que dej¨¢ramos en paz a los rusos. Ese silencio me parec¨ªa c¨®mplice. Y s¨¦ que la polic¨ªa y la Guardia Civil hacen lo que pueden y no lo hacen mal, pero faltan medidas en¨¦rgicas. Se est¨¢ terminando por aceptar que toda construcci¨®n es buena y todo aquel que invierte es bueno. Y ese silencio c¨®mplice de los partidos pol¨ªticos me duele mucho
m¨¢s en el caso del PSOE, que no parece hacer bandera del problema'. 'Aqu¨ª, todo lo que sea crear puestos de trabajo es como las aguas del Jord¨¢n, que todo lo purifican', sentencia Inmaculada G¨¢lvez.
'Precisamente porque se trata de un fen¨®meno oculto', apunta Alejandra G¨®mez, 'las autoridades deber¨ªan saber que sus consecuencias reales en el tejido social tardan unos 15 a?os en salir a la superficie. Y para entonces es tarde y se hacen necesarias medidas mucho m¨¢s dr¨¢sticas'.
'Una vez asentados, estos grupos buscan tener influencia en la sociedad que les rodea, no vayamos a pensar que tratan de vivir al margen', dice un experto policial. T¨ªmidamente, afloran en los informes policiales casos demostrados de relaci¨®n con grupos criminales que afectan a funcionarios de la Administraci¨®n P¨²blica (siete entre 1999 y 2000) o Judicial (uno), cargos pol¨ªticos (cuatro), miembros del empresariado (17) y agentes de las fuerzas de seguridad (12). Es lo que t¨¦cnicamente se llama 'uso de influencia'. Y comienza a tener su reflejo estad¨ªstico.
'Cuando el actor Sean Connery decidi¨® abandonar Marbella', recuerda un miembro de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, 'era el ¨²nico propietario en su urbanizaci¨®n que ten¨ªa registrada la casa a su nombre'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.