Primer disgusto en Chamart¨ªn

El a?ao del centenario le supone al Mdrid noches como la de ayer. Cualquier contratiempo se convierte en un disgusto multitudinario. La final del Trofeo Centenario se le adelant¨® al Madrid de mala manera en el calendario, a juzgar por el desequilibrio exhibido ayer. Con varios jugadores sin suficientes condiciones f¨ªsicas para jugar 90 minutos mediocres, reci¨¦n llegados del mes de descanso veraniego y metidos de sopet¨®n en el deber institucional de resolver con victoria un duelo con el Bayern M¨²nich, hoy por hoy el rival m¨¢s tremendo del Madrid en Europa. El amistoso, envuelto en papel de fiesta, escond¨ªa un sapo. A los 65 minutos, el Bayern llevaba dos goles de ventaja y parec¨ªa una aplanadora. La salida apresurada de Ra¨²l, en su deb¨² esta pretemporada, s¨®lo vali¨® para verlo echando carreras poco recomendables despu¨¦s de unas vacaciones demasiado recientes.

Entusiasmados ante su ventaja f¨ªsica, los jugadores del equipo b¨¢varo no se anduvieron con remilgos. Ni siquiera se tomaron la molestia de medir al Madrid antes de pasar a la acci¨®n. No hubo consideraciones especiales, teniendo en cuenta que el de ayer era un regalo para la afici¨®n madridista. El Bayern ocup¨® el medio campo sin gestos de gentileza ni complejos ante la actitud abrumada de los volantes locales. No dej¨® los espacios que sol¨ªa cuando jugaba Effenberg. Sin el lento Effe, ya traspasado, apret¨® arriba y movi¨® el bal¨®n r¨¢pido, al ras del suelo.

Cada vez que avanzaron, los alemanes llegaron a las puertas del ¨¢rea de C¨¦sar. Linke, el central libre, adelant¨® las l¨ªneas unos 20 metros y de la distribuci¨®n se ocup¨® Heargraves. Ex escudero de Effenberg trocado ayer a comandante, Heargraves no tuvo problemas para jugar r¨¢pido y sin ahogos ante los continuos desmarques de Salihamidzic, Scholl, Ballack y Z¨¦ Roberto. El Madrid se limit¨® a retroceder. Perdi¨® la estructura y no consigui¨® presionar en el medio campo. Solo, Cambiasso, no se bast¨® para robar balones.

Figo actu¨® como si el Mundial de Corea y Jap¨®n hubiera sido virtual. El portugu¨¦s no dio se?ales de fatiga. Desequilibr¨®, encar¨® y gener¨® situaciones de gol durante toda la primera parte, confirmando su recuperaci¨®n definitiva. Si la pretemporada se hab¨ªa convertido para Figo en un compromiso escabroso -necesitaba el apoyo moral del Bernab¨¦u, tras la p¨¦sima temporada pasada-, lo super¨® con holgura. El penalti que le convirti¨® a Oliver Kahn, con una paradinha perfecta, puso el broche a su redenci¨®n.Los alemanes fueron mayor¨ªa por n¨²mero y por movilidad. Jugaron a otra velocidad y en eso se notaron las tres semanas de pretemporada que cuentan a favor. Dio la impresi¨®n de que el gol de Ballack, percibido como una injusticia por el p¨²blico -el ¨¢rbitro no pit¨® un posible penalti de Tarnat sobre Zidane- desmoraliz¨® al Madrid. El gol adelant¨® al Bayern y acentu¨® su dominio ante un Real Madrid que claudic¨®.La salida de Ra¨²l y Solari en el segundo tiempo s¨®lo tuvo consecuencias protocolarias. Sirvi¨® para que Ra¨²l debutara y lanzara miradas desafiantes a Kahn, viejo adversario.

Pizarro y Salihamidzic remataron al Madrid en una pared que rompi¨® a la pareja de centrales. M¨¢s all¨¢ del gol, Helguera y Pav¨®n hicieron un partido de los que hacen pensar que, despu¨¦s de todo, en Chamart¨ªn los centrales no faltan. Del Bosque tiene opciones. Pav¨®n encim¨® muy bien a Scholl, cerr¨® a Salihamidzic y le hizo las coberturas a Roberto Carlos sin cometer un solo error. Tras un par de fallos durante la pretemporada, resurgi¨® su car¨¢cter tranquilo y sosegado. Hierro, como Casillas, no se visti¨® de corto. Ambos se quedaron en la grada. Junto con el p¨²blico madridistra, que ayer vivi¨® su primer disgusto de la temporada.