Los vecinos afectados por la bomba vuelven indignados a sus casas para evaluar los da?os
Han salvado su vida en el brutal atentado terrorista de ETA en Santa Pola, pero en sus casas no hay ventanas, ni puertas y algunos tabiques amenazan ruina. Los afectados por la explosi¨®n del domingo, m¨¢s de un centenar de familias, pasaron todo el d¨ªa en la calle con incertidumbre y angustia buscando una soluci¨®n. La informaci¨®n era confusa y pocos sab¨ªan ad¨®nde acudir para informar de los da?os sufridos en sus viviendas, a las que muchos no pudieron acceder hasta ¨²ltima hora. Tras la primera noche, que los afectados pasaron en hoteles o viviendas de familiares, muchos lograron regresar a sus casas.
A primera hora de la ma?ana de ayer acudieron primero al lugar de la explosi¨®n, donde continuaba desplegado un f¨¦rreo control de seguridad que les imped¨ªa acceder a sus casas, y acto seguido centenares de personas se congregaron en la oficina de atenci¨®n provisional instalada detr¨¢s del Ayuntamiento de Santa Pola, en las dependencias de la Agencia de Desarrollo Local.
Seg¨²n los peritos municipales, alrededor de 150 viviendas han sido las m¨¢s afectadas. Y s¨®lo tres de ellas, seg¨²n explic¨® el concejal de urbanismo, Laureano Bru, presentan riesgo de desplome de alguno de sus tabiques, 'pero hacia el exterior, con lo que no hay peligro para los vecinos', asegur¨®. Las fincas de las calles Mayor y Azor¨ªn, a escasos 50 metros del cuartel de la Guardia Civil donde los terroristas estacionaron el coche-bomba, han sido las que m¨¢s desperfectos han sufrido.
'A m¨ª me ha ca¨ªdo el techo, los cristales se han roto, las puertas han saltado por los aires y no puedo entrar', dijo Dolores Amador, una de las personas afectadas, quien estaba muy preocupada por el estado de su vivienda: 'He tenido que dormir en casa de una hermana en colchones en el suelo, ahora venimos aqu¨ª como borregos a dar nuestros nombres, y nos dicen que esta tarde nos dar¨¢n una soluci¨®n', narr¨® esta vecina de la calle Mayor 108, que critic¨® el descontrol de la noche anterior. 'No tenemos ropa, ni dinero y encima no nos dejan entrar a casa', a?adi¨®.
'Yo sigo un tratamiento m¨¦dico y no me lo puedo tomar porque no me dejan entrar', dijo Dolores S¨¢nchez, otra vecina, que lloraba y estaba visiblemente afectada. 'Mi hija, adem¨¢s, con tres hijos peque?os, tambi¨¦n est¨¢ en calle', dijo. Las quejas eran de todo tipo: 'Mi coche est¨¢ aparcado en el garaje donde explosion¨® el veh¨ªculo y no me dejan entrar', puntualiz¨® otro vecino de la zona. El nerviosismo y la indignaci¨®n fueron evidentes durante toda la ma?ana.
Manuel Ant¨®n, un pescador santapolero, estaba convencido de que, a juzgar por el impacto de la bomba, su casa est¨¢ desahuciada: 'Mi edificio est¨¢ para demoler por completo, el coche que estall¨® estaba detr¨¢s de mi casa y la onda expansiva ha sido brutal', asegur¨® el afectado. 'Ha reventado todo: puertas, ventanas, ha sido un desastre', agreg¨® el pescador, quien ped¨ªa que alg¨²n responsable municipal saliera a tranquilizar los ¨¢nimos.
Todo el mundo ten¨ªa una historia que contar. 'Yo ten¨ªa a mi mujer en el balc¨®n, con mi nieta y una amiga', record¨® ayer Vicente Bonmat¨ª, 'en ese momento estaba yo viendo la televisi¨®n, y al o¨ªr la explosi¨®n salimos corriendo, ayud¨¦ a alguna vecina a salir y en la calle era todo un disloque'. 'Mi mujer del estruendo no oye bien, y tiene los t¨ªmpanos afectados, y a m¨ª del golpe me duele la espalda y me hice una herida que la sangre me corr¨ªa por el brazo', agreg¨® Bartolom¨¦ Sempere, un afectado que vive justo detr¨¢s del cuartel.
'Tuve suerte y no me cogi¨® en casa, pero cuando llegamos fue terrible', relat¨® otro vecino, 'cristales rotos, el suelo y las ventanas destrozadas; anoche entr¨¦ un minuto pero sal¨ª corriendo', record¨® Jos¨¦ Piedecausa. 'Nos dijeros que vini¨¦ramos ayer, estamos aqu¨ª y ahora piden que hagamos una evaluaci¨®n de los da?os y que ma?ana volvamos. Pero ?c¨®mo vamos a saber c¨®mo est¨¢ la casa si no nos dejan entrar?', se pregunt¨®. 'Llevo la misma ropa que ayer y no nos dan soluciones, estamos perdiendo el tiempo', dijo llorando otra afectada, a quien la explosi¨®n le cogi¨® en casa. Ahora prefiere borrar de su memoria lo ocurrido.
Minutos despu¨¦s de las once de la ma?ana, al final de una comparecencia p¨²blica del alcalde de Santa Pola, el socialista Francisco Conejero, estos vecinos impacientes irrumpieron en el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento exigiendo una respuesta a sus peticiones y algunas soluciones inmediatas. 'Si no me arreglan mi casa no salgo de aqu¨ª', clam¨® una vecina enojada, que hab¨ªa pasado la noche en un hotel de la ciudad. 'Mi casa est¨¢ destrozada, estaba nueva y ahora no s¨¦ c¨®mo estar¨¢n los pilares, y no me dejan entrar', coment¨® Mar¨ªa Jos¨¦, vecina de una de las viviendas de la calle Mayor.
No obstante, algunos afectados cuyas viviendas no hab¨ªan sufrido tantos desperfectos, s¨ª que pudieron acceder a sus casas. 'A m¨ª me han dado cinco minutos para coger lo justo: la cartera y algo de ropa para cambiarme', coment¨® Elisa, que pas¨® la noche en casa de su hija, ya que la suya, en el n¨²mero 8 de la calle de Azor¨ªn, estaba destrozada.
'Es muy dif¨ªcil recordar, sub¨ªamos de la piscina, mi marido se qued¨® en la cocina con mi hija, yo me estaba cambiando y al o¨ªr la explosi¨®n, yo no sab¨ªa si era un terremoto o se acababa el mundo, el cuarto de ba?o se balance¨®, cayeron escombros y salimos en la calle', relat¨® Ana Mar¨ªa Lozano. Al mediod¨ªa los afectados fueron a comer al restaurante del Club N¨¢utico para por la tarde regresar a sus casas, una vez que los bomberos concluyeron con las labores de desescombro.
Mientras, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento santapolero, Laureano Bru, explic¨® que el procedimiento a seguir para reparar las casas ser¨¢ similar al que se aplic¨® en Torrevieja. 'Un consorcio se encargar¨¢ de canalizar las ayudas', explic¨® el responsable municipal. Y para contentar a todos, tanto a los que no quieren regresar a un domicilio con da?os como a los que se niegan a pasar otra noche en un hotel o en casa de familiares y amigos, ofreci¨® las dos posibilidades a todas las v¨ªctimas del atentado terrorista. 'Los que quieran dormir en su casa, aunque no tengan cristales con las ventanas abiertas, lo har¨¢n, y los que no les buscaremos un hotel', anunci¨® Laureano Bru.
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