La hora de Manolo
Mart¨ªnez se enfrenta en M¨²nich al desaf¨ªo de confirmar su supremac¨ªa como lanzador de peso
Manolo Mart¨ªnez no parece impresionado por el desaf¨ªo que le espera hoy en M¨²nich. No est¨¢ alterado por lo excepcional que supone ver a un atleta espa?ol como favorito en una prueba de lanzamiento. Hasta hace bien poco los lanzadores eran los parias en un pa¨ªs de fondistas y mediofondistas. Hab¨ªa tantos prejuicios con respecto a los lanzadores que se esgrim¨ªan teor¨ªas peregrinas sobre sus carencias. Los espa?oles no daban la talla para competir con los colosos del Norte y del Este de Europa, como si una especie de determinismo gen¨¦tico les impidiera homologarse con las tradicionales escuelas de lanzamiento. A Mart¨ªnez le ha tocado el papel de pionero: es a los lanzamientos lo que Manolo Santana represent¨® para el tenis o Severiano Ballesteros para el golf. Ha abierto caminos imprevistos en solitario, conducido por Carlos Bur¨®n, el hombre que le dirige desde hace 15 a?os.
Algo querr¨¢ decir el inter¨¦s que s¨²bitamente ha cobrado en Espa?a la prueba del peso. De repente comienza a hablarse de un asunto que estrictamente dura 1,5 segundos, el tiempo que recoge la secuencia de un lanzamiento. Pero lo mismo ocurr¨ªa antes con el rev¨¦s de Santana o con el drive de Ballesteros. Como ellos, Manolo Mart¨ªnez es un personaje trascendental del deporte espa?ol, un genio que hoy se encontrar¨¢ ante el desaf¨ªo de conquistar su primera medalla en una de las grandes competiciones al aire libre.
Hace dos a?os fue sexto en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney. Ven¨ªa de superar una grave lesi¨®n de rodilla. Se hab¨ªa roto los ligamentos jugando al baloncesto y hab¨ªa algunas dudas sobre su margen de progresi¨®n, pero sus marcas no dejan lugar a dudas: desde 2000 ha mejorado casi un metro. De 20,55 metros -el tiro que le dio el sexto puesto en los Juegos Ol¨ªmpicos- ha pasado a 21,47, el r¨¦cord nacional que ha conseguido esta temporada. Ahora puede pensar en grandes cosas: la victoria en los Campeonatos de Europa, una medalla en los Mundiales, qui¨¦n sabe si el ¨¦xito en los Juegos. Si consigue cualquiera de estas metas, ser¨¢ seg¨²n el viejo modelo espa?ol: talento, voluntad y artesan¨ªa. Que un atleta de su categor¨ªa encuentre dificultades para entrenarse con propiedad es t¨ªpico de los pioneros espa?oles. Alg¨²n d¨ªa su legado se observar¨¢ en forma de excelentes instalaciones y grandes medios para sus sucesores. Por ahora, el lanzador leon¨¦s se prepara en su ciudad en una precariedad que no le impide situarse entre los mejores especialistas del mundo.
Como es su costumbre, apareci¨® relajado y reflexivo en la v¨ªspera de la competici¨®n. Pero tambi¨¦n asumi¨® el nuevo papel que le corresponde. No dijo que fuera el favorito, pero habl¨® en los inequ¨ªvocos t¨¦rminos del atleta que se sabe en un pelda?o superior. 'Me gusta la sensaci¨®n que tengo, el feeling', coment¨® ayer a los periodistas. Se refiri¨® despu¨¦s a su met¨®dica progresi¨®n, lejos de las explosiones de los lanzadores que sorprenden por las imprevistas mejoras en sus marcas: 'Para lanzar 21 metros hay que conseguir muchas veces 20 metros. Lo mismo ocurre con los 22. Tendr¨¦ que lanzar muchas veces 21 para superar esa barrera'.
Seguridad ante los rivales
Manolo Mart¨ªnez hablaba de cosas mayores. Ya lo es frecuentar los 21 metros, distancia que cada vez rebasa con m¨¢s facilidad. Pero los 22 es entrar en el terreno de los elegidos, de los lanzadores inolvidables. Que se refiera a ese posibilidad en t¨¦rminos reales es un acontecimiento. Se dice que ya lo ha conseguido en los entrenamientos, cada vez m¨¢s relacionados con las marcas que luego obtiene en las competiciones. De eso tambi¨¦n habl¨® ayer, de la seguridad que ha adquirido en los grandes acontecimientos: 'Antes estaba muy pendiente de mis rivales. Ahora no me preocupo de eso'.
La seguridad ha llegado por los excelentes resultados de los ¨²ltimos tiempos. Sexto en los Juegos Ol¨ªmpicos, cuarto en los Mundiales, campe¨®n de Europa en pista cubierta, Mart¨ªnez es una autoridad reconocida en el lanzamiento de peso. Frente a los periodistas no habl¨® de medallas. 'Lo que me gustar¨ªa es batir mi mejor marca', matiz¨®. Si eso ocurriera, ser¨ªa dif¨ªcil que alguien le batiera, aunque sus adversarios no son desde?ables. El dan¨¦s Olsen es un habitual de los 21 metros y el finland¨¦s Harju un maravilloso competidor, el t¨ªpico atleta que permanece tapado durante la mayor parte de la temporada y clava una gran marca en los principales acontecimientos. De esa manera gan¨® en los Juegos de Sydney. Hoy, de nuevo, ser¨¢ la principal referencia para Manolo Mart¨ªnez, que llega a su gran hora.
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