Taiwan, en la l¨ªnea de fuego

Hay varias explicaciones posibles de por qu¨¦ el presidente de Taiwan, Chen Shuibian, ha elegido este momento para resucitar la explosiva cuesti¨®n de la independencia taiwanesa. Se dice que Chen est¨¢ frustrado de que su cauteloso acercamiento a China, desde que lleg¨® al poder hace dos a?os, no haya provocado gestos rec¨ªprocos de buena voluntad desde Pek¨ªn. La semana pasada, China reiter¨® su determinaci¨®n a utilizar la fuerza, si todo lo dem¨¢s fracasa, para imponer la reunificaci¨®n de lo que considera una provincia rebelde. Una teor¨ªa es que Chen espera llamar la atenci¨®n de China para revivir el di¨¢logo estancado. Quiz¨¢s simplemente quiere recordar a su aliado estadounidense que la cuesti¨®n de Taiwan contin¨²a siendo tan peligrosa como siempre.

Hay otra posible explicaci¨®n del comportamiento de Chen: que crea que el tiempo se est¨¢ acabando. Los militares de Taiwan advirtieron el mes pasado de que China, aunque en la actualidad est¨¢ mal equipada para organizar una invasi¨®n, tendr¨¢ la capacidad de hacerlo dentro de tres a?os. (...) 'China est¨¢ utilizando el factor sorpresa, el enga?o y el golpe de efecto... China est¨¢ explorando estrategias coercitivas dise?adas para controlar a Taipei', ha dicho el Pent¨¢gono. Puede que s¨ª o que no. Pero es el momento de que China renuncie inequ¨ªvocamente al uso de la fuerza para resolver esta disputa, como tambi¨¦n que EE UU y Gran Breta?a lo hagan con relaci¨®n a Irak. ?Es posible que China se aproveche de una guerra contra Sadam para actuar contra Taiwan? ?sta es otra raz¨®n por la que EE UU deber¨ªa andarse con pies de plomo.

Londres, 6 de agosto