LAS L?GRIMAS DE CINE DE OMARA PORTUONDO
La dama de la canci¨®n cubana, acompa?ada por 14 m¨²sicos, act¨²a hoy en Salamanca, y ma?ana, en Gij¨®n
Omara Portuondo derrama unas l¨¢grimas en la pel¨ªcula de Wim Wenders Buena Vista Social Club cantando el bolero Silencio junto a Ibrahim Ferrer. 'Fue algo espont¨¢neo. Sab¨ªamos que estaban filmando, pero no nos d¨¢bamos cuenta de que estaban tan cerca. Me sent¨ªa muy emocionada por el ¨¦xito de Ibrahim al que conozco hace muchos a?os. Y lo m¨¢s lindo es cuando ¨¦l saca el pa?uelo y me seca las l¨¢grimas. Cuando lo vi en la pantalla pens¨¦ '?eso me ha pasado a mi?'.
El pasado 1 de julio cant¨® un tremendo Summertime, a d¨²o con el pianista Chucho Vald¨¦s, en el Festival de Jazz de Montreal. Y ahora Herbie Hancock la ha invitado a hacerlo con ¨¦l en Jap¨®n. 'Est¨¢ muy bueno todo lo que nos est¨¢ pasando', afirma. 'Hablo tambi¨¦n en colectivo porque me siento muy responsable de la cultura de mi pa¨ªs. Cuando la ruptura con Estados Unidos, estaba trabajando en Miami y sal¨ª corriendo para Cuba porque ten¨ªa miedo tremendo de no poder regresar'.
Hace unas semanas que falleci¨® en la isla Elena Burke, 'una mujer a la que admir¨¦ mucho como ser humano, cantante, madre, abuela y amiga. Una de las grandes cantantes de Cuba'. Omara coincidi¨® con ella en el Cuarteto d?Aida, dirigido por Aida Diestro. Hayd¨¦e -la hermana de Omara- y Moraima Secada completaban la formaci¨®n: 'Fue como si hubiera pasado por la universidad de la m¨²sica. Am¨¦ ese cuarteto tanto que no he dejado de amarlo'. Dentro de unos d¨ªas se cumple su 50 aniversario.
'El 16 de agosto', recuerda, 'arrancamos las cuatro mulatonas con su directora que era otra mulata gorda, simp¨¢tica. Todos los m¨²sicos hombres respetaban a Aida por su armonizaci¨®n y por c¨®mo tocaba el piano. Siempre ha habido esa cosa de que las mujeres para decir que eran buenas dec¨ªan que tocaban como hombres'.
Era La Habana de Nat King Cole, Edith Piaf, Tony Bennett... 'Tambi¨¦n ven¨ªan Imperio Argentina, Sara Montiel... La m¨²sica que se tocaba para bailar, adem¨¢s de los danzones y todo eso, era la m¨²sica espa?ola'.
A la Omara Portuondo bailarina de Tropicana le daba verg¨¹enza ense?ar las piernas y que la viera alguien del barrio donde naci¨®, hija de un conocido pelotero . 'En Cayo Hueso hab¨ªa muchos solares y yo entraba y hablaba con la gente, y o¨ªa las rumbas de caj¨®n. En ese ambiente me cri¨¦. Yo era una ni?a muy inhibida, pero cuando ven¨ªa m¨²sica se me olvidaba todo eso y cantaba y bailaba', cuenta. 'Quise bailar ballet pero no pude. En aquel tiempo los negros no pod¨ªamos, no estaba aceptado'.
Empez¨® a cantar como aficionada en el grupo Loquibambia: 'Una compa?era de los cursos nocturnos me invit¨® a su casa. All¨ª me encuentro con C¨¦sar Portillo de la Luz, Jos¨¦ Antonio M¨¦ndez, Frank Emilio... Se les ocurri¨® hacer un cuarteto y le pusieron Loquibambia por lo locos que est¨¢bamos. Mont¨¢bamos canciones en ingl¨¦s como Stormy weather'. En un programa de radio la bautizaron Omara Brown, 'porque el Portuondo sonaba muy espa?ol'.
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