Psicosis por el virus del Nilo
Una enfermedad ex¨®tica transmitida por un mosquito siembra el miedo entre la poblaci¨®n de EE UU
Desde hace semanas, los estadounidenses se despiertan cada d¨ªa con noticias de nuevos casos de personas infectadas o muertas en el pa¨ªs por el virus del Nilo, una enfermedad que transmiten al hombre los mosquitos. Es dif¨ªcil no tener la sensaci¨®n de que se trata de una plaga, aunque las autoridades aseguran que no lo es. Pero titulares como 'Todav¨ªa no ha llegado a San Diego, aunque est¨¢ en camino' o 'Estado de emergencia en Luisiana' han desatado una psicosis colectiva como si el propio Osama Bin Laden estuviera enviando los mosquitos.
Hay patrullas de ciudadanos buscando p¨¢jaros muertos (el virus reside en las aves), porque pueden ser se?al de que el virus est¨¢ en la zona. Y en San Luis han puesto un batall¨®n de pollos para que sirvan de 'centinelas'; si se infectan -y les analizan a diario-, el Departamento de Sanidad tomar¨ªa medidas para proteger a la poblaci¨®n. 'Hay que estar alerta a los s¨ªntomas, pero no hay razones para tener p¨¢nico', ha advertido reiteradamente la directora del Centro para el Control de Enfermedades (CDC), Julie Gerberding. 'Vamos a tener que aprender a vivir con esto, como hemos aprendido con otras enfermedades trasmitidas por mosquitos de las que apenas somos conscientes'.
La enfermedad es com¨²n en ?frica, Oriente Pr¨®ximo y el oeste asi¨¢tico, pero en EE UU era desconocida hasta hace tres a?os. Desde que apareci¨® el primer caso en Nueva York se han registrado 361 contagios y 23 fallecimientos. El brote de este verano se considera 'el mayor de la historia de EEUU' y ha infectado a 118 personas, cinco de las cuales han fallecido en Luisiana. De momento, el virus del Nilo ha aparecido en 34 Estados del oeste del pa¨ªs, pero las autoridades sanitarias esperan que se extienda a los 50 Estados.
Los m¨¢s vulnerables son los ancianos y las personas con un sistema inmunol¨®gico deficiente. El virus del Nilo puede provocar encefalitis e infecci¨®n men¨ªngea en casos extremos, pero generalmente los s¨ªntomas no pasan de leves dolores musculares, posible inflamaci¨®n de los ganglios, algo de rigidez y un estado febril generalizado parecido a la gripe.
Cientos de personas acuden estos d¨ªas a los hospitales crey¨¦ndose que tienen la enfermedad, pero s¨®lo uno de cada 150 que han sido picados por un mosquito infectado la desarrollan. No hay medicamentos que la curen ni vacunas, s¨®lo se puede tratar con reposos y l¨ªquidos. Los s¨ªntomas no aparecen hasta 15 d¨ªas despu¨¦s de la picada del mosquito. El ciclo de trasmisi¨®n es de mosquito a p¨¢jaro -y viceversa, cuando un mosquito sano pica a un p¨¢jaro infectado-, y de mosquito a persona, pero en ning¨²n caso se trasmite de persona a persona o de un p¨¢jaro a una persona.
Desde mediados de junio se ha detectado el virus en 1.196 p¨¢jaros muertos y cinco vivos, en 46 caballos y en 246 bandadas de mosquitos. Las zonas de mayor peligro son las pantanosas, pero el CDC advierte que cualquier sitio donde haya agua es un caldo de cultivo.
A veces las indicaciones del CDC no se sabe si ayudan o fomentan la histeria. En Pittsburgh, por ejemplo, la poblaci¨®n lleva una semana destruyendo todos los neum¨¢ticos que encuentra porque los funcionarios municipales han lanzado edictos avisando de que pueden ser h¨¢bitats para mosquitos portadores del virus.
El virus ha aparecido en los ¨²ltimos a?os en ¨¢reas templadas de Europa y Norteam¨¦rica. Se aisl¨® por primera vez en la regi¨®n del suroeste del Nilo, concretamente en Uganda en 1937.
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