Todo por un sue?o
Organizando cruceros a las Islas Baleares, Enrique Pertegaz intenta ganar el suficiente dinero para llegar a las Ant¨ªpodas con su barco, que ha convertido en su casa
Para llegar al Club N¨¢utico de Valencia hay que cruzar Natzaret, uno de los barrios donde a¨²n reina la miseria, y seguir por una zona repleta de contenedores hasta un estrecho camino. Un trayecto poco atractivo que se transforma al cruzar la verja del club. Se llega a un lugar limpio y bien cuidado. El embarcadero est¨¢ repleto de motoras, barcos de vela, catamaranes...
Parece que ¨¦ste es un deporte de ricos, pero no es cierto. Entre ellos tambi¨¦n hay algunas personas que, sin ser tan pudientes, no han cejado en su empe?o de tener una embarcaci¨®n. Enrique Pertegaz so?aba desde peque?o con tener su propio barco. Un sue?o imposible dado que ni ten¨ªa dinero, ni pudo ser marino profesional por cuestiones familiares. Pero no tir¨® la toalla. Ten¨ªa un estudio discogr¨¢fico que le ocupaba mucho tiempo, pero lleg¨® un momento en que decidi¨® venderlo todo y se compr¨® un barco.
'Hay que tener muy claro lo que se quiere y entregarse en cuerpo y alma para conseguirlo'
'Lo peor son esos tres o cuatro meses en que el d¨ªa tiene menos horas de sol'
De esto hace m¨¢s de 20 a?os y no se arrepiente. 'Lo ¨²nico que hay que hacer es tener muy claro lo que quieres y entregarte en cuerpo y alma hasta que lo consigues', afirma convencido. Empez¨® haciendo arreglos, chapuzas y organizando cruceros a las Baleares para vivir. Sigui¨® haciendo reparaciones hasta que ya no lo necesit¨®. Ahora todav¨ªa organiza cruceros. Con eso se gana bastante bien la vida y ha conseguido lo que persegu¨ªa: Convertir un barco en su propia casa.
Una casa que siempre viaja con ¨¦l. Un lugar peque?o, de apenas 13 metros de eslora, pero suficiente, seg¨²n su due?o, para una pareja. El espacio es muy reducido, pero no le falta de nada. 'Lleg¨® un momento', comenta, 'que tuve que decidir si quedarme con los libros o con los discos, las dos cosas no cab¨ªan. Opt¨¦ por la m¨²sica'.
Tiene cocina, un peque?o sal¨®n y dos camarotes. 'Tiene una ventaja fundamental. La limpieza es mucho m¨¢s r¨¢pida que en cualquier piso. No tienes vecinos que te molesten'. 'Otra ventaja importante', cuenta, 'es que no tienes tanto apego a los bienes materiales. No puedes amontonar trastos porque no hay espacio. Todo te sobra. Con poca ropa te apa?as porque para estar en el barco no necesitas mucho m¨¢s. Lo ¨²nico que tienes que hacer es visitar las lavander¨ªas cuando llegas a puerto'.
Parece sencillo si pensamos que ahora vive con su nueva pareja, pero Pertegaz estuvo casado y tuvo dos hijos. Durante un tiempo, los cuatro viv¨ªan en el barco. 'Intent¨¢bamos estar m¨¢s tiempo en tierra para que los ni?os tuvieran m¨¢s espacio para jugar. Ahora viven en un piso con su madre'.
Pertegaz tuvo dos barcos antes de conseguir el que es ahora su vivienda. 'Lo constru¨ª yo mismo', explica con cierto orgullo, 'me cost¨® m¨¢s de un a?o. Ahora no creo que lo hiciese. Es muy pesado. Sufres mucho y en m¨¢s de un momento llegas a preguntarte si vale la pena tanto esfuerzo. Comprar este barco de vela me hubiera costado 420.700 o 480.800 euros, jam¨¢s hubiera podido pagarlos. Haci¨¦ndolo yo, entre el material y algunos trabajos que tuve que pagar, me cost¨® unos 66.111 euros'.
Lo construy¨® hace 10 a?os. Ahora tiene dos barcos m¨¢s con los que se gana la vida organizando cruceros a las islas Baleares. 'En verano es cuando m¨¢s trabajamos. Alquilamos el barco por 480,81 euros a la semana por persona. Viajamos seis personas como m¨¢ximo m¨¢s el patr¨®n'. No es que le entusiasme el trabajo. 'Pero hay que ganarse la vida. Viene gente de todo tipo y hay que estar pendiente de ellos las 24 horas del d¨ªa. Unos se marean, otros protestan... Adem¨¢s, el espacio es muy peque?o y pueden surgir rencillas. Pero tambi¨¦n puede acabar siendo una gran experiencia'.
En invierno las horas se dilatan, hay tiempo para hacer muchas cosas, sobre todo las m¨¢s costosas. La embarcaci¨®n tiene una estufa de gasoil en el sal¨®n para las noches de invierno. Para Pertegaz 'lo peor son esos tres o cuatro meses en que el d¨ªa tiene menos horas de sol. El resto del a?o tienes todo el espacio que necesitas, todo el embarcadero se convierte en tu casa'. As¨ª se hacen amigos, porque aunque no lo parezca, 'en los muelles tambi¨¦n acabas encontrando a tu gente'. A Pertegaz s¨®lo le falta ver cumplido un sue?o. 'Quiero ir al Caribe con este barco. Jam¨¢s he salido de Espa?a y quiero llegar a las Ant¨ªpodas. Para eso necesito bastante dinero, as¨ª que seguir¨¦ aqu¨ª hasta haber reunido el suficiente para poder hacer mi viaje so?ado'.
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