V¨ªznar
Cuarenta a?os para dar su versi¨®n de los hechos, cuarenta para impedir que los otros lo hiciesen -por lo menos puertas para adentro-, cuarenta para localizar y desenterrar a sus muertos y cuarenta para acallar a los que no olvidaban d¨®nde estaban los suyos. Y luego el t¨¢cito acuerdo de la transici¨®n, de no remover, no reivindicar, no reabrir, no revolver. De darle tiempo al tiempo. En fin, de correr una cortina de silencio, en aras de la construcci¨®n de una nueva Espa?a democr¨¢tica, sobre la agria realidad de aquellos hechos. En tales circunstancias el ingente trabajo de investigaci¨®n en equipo que hubiera sido necesario no se acometi¨®. Y les qued¨® a unos pocos esforzados la tarea, la vocaci¨®n -contracorriente y pr¨¢cticamente sin medios-, de ir reuniendo datos, documentaci¨®n, testimonios orales. Entre ellos, en primer lugar, Francisco Moreno y Juan Ortiz, cuyos mod¨¦licos estudios de la represi¨®n franquista en C¨®rdoba y Sevilla, respectivamente, eran el fruto de muchos lustros de dedicaci¨®n a la recuperaci¨®n de la verdad hist¨®rica.
Hoy, a m¨¢s de veinticinco a?os de la muerte del dictador, se va sintiendo en distintos lugares de Espa?a la necesidad de localizar y honrar a los desaparecidos del anterior r¨¦gimen. El caso de Piedrahita, en Le¨®n, es emblem¨¢tico. Y ahora vuelve a ser noticia el pueblo granadino de V¨ªznar, mundialmente conocido por su vinculaci¨®n con el asesinato de Lorca.
?Cu¨¢ntas v¨ªctimas yacen en los alrededores del lugar? Todav¨ªa no lo sabemos. Probablemente miles. En los a?os cincuenta y sesenta estaba todav¨ªa prohibido subir al barranco, lugar principal de los fusilamientos, y cualquier persona sospechosa encontrada all¨ª por la Guardia Civil, que constantemente patrullaba el camino de V¨ªznar a Alfacar, estaba en peligro de ser aprehendido.
A partir de 1975 la afluencia de gentes al barranco se ir¨ªa incrementando a?o tras a?o. ?ltimamente la subida se hac¨ªa cada vez m¨¢s resbaladiza y peligrosa, imposible para personas mayores y minusv¨¢lidos, y era evidente que tarde o temprano las autoridades tendr¨ªan que actuar.
Lo acaban de hacer. El actual Ayuntamiento de V¨ªznar, controlado por Izquierda Unida, ha abierto un respetuoso camino de acceso a las fosas, ha hecho una obra de drenaje para que la m¨¢s importante de ¨¦stas no se siga llenando de agua en invierno, y ha instalado, en un lado de la misma, unos bancos de piedra para que los visitantes puedan contemplar dignamente la emotiva cruz colocada por los lugare?os encima de los muertos. Intervenci¨®n m¨ªnima. La precisa.
El Ayuntamiento ha encargado adem¨¢s a Alfonso Mas¨® un proyecto de monumento que se?ale el lugar del sacrificio y al mismo tiempo sea afirmaci¨®n de esperanza, de vida. La Torre de Sol ideada por el escultor -redonda, de piedra, con cuatro metros de altura- es de gran fuerza, como se puede apreciar en la exposici¨®n del proyecto con la cual arranc¨® ayer la 18? Semana Cultural de V¨ªznar. ?Se podr¨¢ realizar? Esperemos que s¨ª y que en un d¨ªa no lejano la obra se integre en el Parque Barranco de V¨ªznar, que se inaugurar¨¢ este domingo -aniversario del asesinato del poeta- con actuaciones de Susana Oviedo, Curro Albaic¨ªn (siempre fiel a la cita) y Jos¨¦ Menese.
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