Viva el rey (Fahd)

A pesar de mis deseos, vivir¨¢ poco. Se ha quedado con un ala entera de una cl¨ªnica de Marbella, la ha hecho decorar a su gusto (ar¨¢bigo andaluz), ha abierto su gran palacio, tiene su s¨¦quito alojado en hoteles y, seg¨²n calculan all¨ª, va a gastar unos 30.000 euros al d¨ªa. Simplemente, va a levantar la temporada tur¨ªstica, que estaba algo ca¨ªda por el miedo al terrorismo, por la llegada de los inmigrantes y el susto de una guerra con Marruecos, adem¨¢s de por las aventuras del ex alcalde Gil, que ha tenido que pasar a la clandestinidad. De todos estos fantasmas tiene la culpa el portavoz del Gobierno, o sea, el propio Aznar (los dem¨¢s son sus mu?ecos de ventr¨ªlocuo), sembrando de alarmas, bocinazos, palabrotas el frente de la difusi¨®n de sus problemas hasta inflarlos. Cuando vi ayer en las primeras p¨¢ginas la frase de la comisaria de Energ¨ªa de la Comisi¨®n Europea sobre la empresa Boliden, cuyo accidente destroz¨® en parte Do?ana, me la imagino el mu?eco malo de Aznar: es una empresa 'golfa, muy sueca, pero muy guarra'. Verg¨¹enza me da copiarlo: mi teclado enrojece. Realmente, las palabrotas y el lenguaje grueso hicieron triunfar a algunos espa?oles, como Cela; Quevedo era m¨¢s dulce, sab¨ªa rodear el taco de gracias y desgracias, hac¨ªa chistes y justificaba. Pero no hubiera sido ministro de Aznar, y lo pas¨® muy mal con su rey y sus validos.

Vuelvo al rey Fahd saud¨ª. Esos millones que tira cada d¨ªa, m¨¢s los que va tirando su familia por el mundo entero, vienen del petr¨®leo que le quit¨® a Irak, y que el muy imb¨¦cil de Sadam Husein (en materia de pol¨ªtica internacional) quiso recuperar; lo hubiera hecho si Estados Unidos no le hubiera enterrado en bombas, aunque no las suficientes porque ahora va a tener que completarlas hasta destrozar ese pa¨ªs pobre. Insisto en lo de pobre porque el petr¨®leo es para los ricos y el hambre para los pobres. Sin embargo, es posible que algo del dinero de Arabia Saud¨ª haya ido a destruir las Torres de Nueva York, pero eso no conviene ni sospecharlo: como las mentiras de los locos rojos que dicen que la organizaci¨®n fue israel¨ª y que ayudaron la CIA y el FBI.

Pero a nosotros, ?qu¨¦ nos importa todo eso? 30.000 euros al d¨ªa -en su forma oculta de d¨®lares- ayudar¨¢n a levantar el turismo en Marbella, donde el alcalde Gil ha pasado a la clandestinidad.