Rudi Dornbusch

La muerte de Rudi Dornbusch, el 25 de julio, nos arrebat¨® a un gran economista y a un ser humano extraordinario. Rudi naci¨® y creci¨® en Krefeld, Alemania. Estudi¨® en la Universidad de Ginebra y complet¨® su doctorado en la Universidad de Chicago en 1971. Ense?¨® en la Universidad de Rochester desde 1972 hasta 1974, antes de volver a la Universidad de Chicago como profesor adjunto de la Escuela de Empresariales para licenciados durante 1974 y 1975. En 1975 acept¨® una oferta del Departamento de Econom¨ªa del Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts (MIT), donde ense?¨® hasta su fallecimiento.

Tanto el tema como el estilo de los primeros trabajos de Rudi reflejaban la influencia de su director de tesis, Robert Mundell. El tema eran los tipos de cambio, la producci¨®n y los tipos de inter¨¦s; el estilo era elegante y enga?osamente simple, con modelos complejos reducidos a la interacci¨®n de dos curvas. De hecho, esos diagramas se conocieron durante un tiempo como diagramas de Dornbusch. Muchos de estos primeros art¨ªculos est¨¢n recogidos en su libro Open economy macroeconomics (Macroeconom¨ªa de la econom¨ªa abierta), ya un cl¨¢sico.

Despleg¨® su raro talento para extraer la esencia de un problema complicado y explicarlo en t¨¦rminos que lo hac¨ªan parecer sencillo

En 1976, poco despu¨¦s de llegar a MIT, Rudi escribi¨® su art¨ªculo m¨¢s famoso e influyente: Expectations and exchange rate dynamics (Expectativas y din¨¢mica de los tipos de cambio), sobre la elevaci¨®n excesiva de los tipos de cambio. Las fluctuaciones en los tipos de cambio que se produjeron cuando se establecieron los tipos de cambio flexibles en 1973 fueron sorprendentemente grandes -mucho m¨¢s que las fluctuaciones en los precios internos- y la pregunta era por qu¨¦. Rudi proporcion¨® una explicaci¨®n sencilla. El nivel de los precios y el nivel de la producci¨®n son pegajosos, es decir, s¨®lo cambian lentamente. Cuando una crisis golpea a la econom¨ªa, en un principio es absorbida por los tipos de inter¨¦s y los tipos de cambio. Gradualmente el impacto de la crisis se transfiere a la producci¨®n y los precios internos, y el tipo de cambio avanza hacia un nuevo equilibrio.

El resultado de Dornbusch es que, en este proceso, el tipo de cambio eleva excesivamente su valor a largo plazo; as¨ª que el tipo de cambio fluct¨²a m¨¢s que el nivel de precios.

Aunque continu¨® produciendo art¨ªculos te¨®ricos extraordinarios, Rudi se interes¨® en las cuestiones pol¨ªticas. Se convirti¨® en uno de los economistas pol¨ªticos m¨¢s sobresalientes de nuestra era y despleg¨® el raro talento del que hac¨ªa gala en su obra te¨®rica: la habilidad para extraer la esencia de un problema complicado y explicarlo en t¨¦rminos que lo hac¨ªan parecer sencillo.

Entre sus obras pol¨ªticas, la m¨¢s famosa es un informe de 1994 en el que predec¨ªa la crisis del peso mexicano, uno de sus muchos trabajos sobre los problemas econ¨®micos de Latinoam¨¦rica. Otro de los que siempre se quiere volver a leer es Macroeconomic populism (Populismo macroecon¨®mico), de 1990, que retrata de forma exacta una tentaci¨®n en la que los pol¨ªticos latinoamericanos y de otros pa¨ªses sol¨ªan caer con frecuencia.

No le asustaba expresar sus puntos de vista, que a menudo reflejaban el consejo de Keynes: 'Las palabras deben ser un tanto salvajes porque son el ataque de los pensamientos a los que no piensan'. En diversas ocasiones fue persona non grata para las autoridades de varios pa¨ªses por caracterizar su pol¨ªtica o su comportamiento en formas que no apreciaron. El que con frecuencia tuviera raz¨®n no le ayud¨®.

Rudi tambi¨¦n fue un profesor espectacularmente popular. Como director de tesis, pocos pod¨ªan compararse con ¨¦l. Todos los macroeconomistas internacionales estadounidenses destacados que fueron a MIT, entre ellos Jeffrey Frankel, Paul Krugman, Maurice Obstfeld y Ken Rogoff, fueron alumnos de Rudi. En todo el mundo se pueden encontrar pupilos distinguidos de Rudi, muchos de ellos pol¨ªticos. La devoci¨®n que sienten hacia su profesor y amigo es el mejor cumplido a sus dotes como instructor y mentor.

Rudi animaba cualquier grupo en el que participara. Estaba entre los hombres con m¨¢s talento y m¨¢s amables, generoso con su tiempo y con su persona, a la disposici¨®n de alumnos y amigos siempre que le necesitaran. Luch¨® contra su c¨¢ncer terminal durante m¨¢s de 18 meses, nunca se quejaba, y siempre expresaba su optimismo en que el ¨²ltimo tratamiento experimental funcionar¨ªa. Cuando se vio obligado a guardar cama, dijo que esperaba que sus amigos le recordaran como hab¨ªa sido, y no como estaba al final. As¨ª sea.

Stanley Fischer, ex director general adjunto del FMI y profesor de Econom¨ªa en MIT, es presidente adjunto de Citigroup.