Un a?o de sobresaltos
El cambio de director ha alargado la vuelta a la normalidad del Museo de Bellas Artes de Bilbao tras su reforma
Hoy hace un a?o que el Museo de Bellas Artes de Bilbao cerr¨® sus puertas al p¨²blico para volcarse de lleno durante dos meses y medio en la puesta a punto de las instalaciones y la presentaci¨®n de la colecci¨®n. Despu¨¦s de casi tres a?os de obras de reforma y ampliaci¨®n, comenzaba la recta final anterior a la reinauguraci¨®n, la renovaci¨®n m¨¢s profunda del museo desde que en 1945 se trasladase al parque de Do?a Casilda. La nueva etapa de la pinacoteca, con m¨¢s superfice de exposici¨®n, mejores servicios y una nueva personalidad jur¨ªdica, iba a comenzar. Pero no todo sali¨® como estaba previsto: al cambio externo se sum¨® la crisis abierta por la marcha de su director, Miguel Zugaza.
El 9 de noviembre de 2001, se celebr¨® la reinaguraci¨®n y un d¨ªa despu¨¦s 4.700 personas visitaron el museo. El r¨¦cord de asistencia en una sola jornada hac¨ªa olvidar los retrasos en las obras y el encarecimiento en unos 400 millones de pesetas. Lo que se anunciaba como el regreso a la normalidad y el despegue de 'un museo del siglo XXI', recargado de vitalidad y dispuesto a sacar partido al prestigio de las exposiciones temporales de las ¨²ltimas temporadas, se convirti¨® en otra transici¨®n. Zugaza, art¨ªfice de los cambios, decidi¨® abandonar el museo bilba¨ªno y aceptar la oferta del Ministerio de Cultura para hacerse cargo del Prado.
El museo que las instituciones propietarias -el Gobierno vasco, la Diputaci¨®n de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao- hab¨ªan reformado a la medida de Zugaza se qued¨® as¨ª descabezado de la forma m¨¢s inesperada. Zugaza rechaz¨® una primera oferta de dirigir el Prado. A la segunda acept¨® y el 11 de diciembre hizo p¨²blica su salida de la pinacoteca bilba¨ªna. Su marcha abri¨® un periodo de interinidad en el que la subdirectora de Comunicaci¨®n y Desarrollo, Marta Garc¨ªa Maruri, ocup¨® la direcci¨®n en funciones.
El equipo del museo sigui¨® trabajando en medio del ambiente de provisionalidad. El impacto de la nueva presentaci¨®n de la colecci¨®n, m¨¢s audaz que nunca al mezclar obras contempor¨¢meras entre las piezas hist¨®ricas, pas¨® a segundo plano. Tambi¨¦n los primeros pasos de la fundaci¨®n que rige el museo desde el a?o pasado fueron amortiguados por la crisis en la direcci¨®n.
El final del t¨²nel se vi¨® en abril. El patronato anunci¨® el nombramiento de Javier Viar como nuevo director. No sorprendi¨® a nadie porque Viar, farmace¨²tico de profesi¨®n, escritor y cr¨ªtico de arte, sonaba desde el principio como candidato.
Continuidad
Viar asegur¨® que iba a realizar una 'gesti¨®n de continuidad', pero su dedicaci¨®n al arte vasco hac¨ªa presagiar que iba a reforzar la atenci¨®n hacia esa parte de la colecci¨®n. 'El museo es el custodio de la m¨¢s importante colecci¨®n de arte vasco', destac¨® al llegar al cargo. 'Quedan muchas monograf¨ªas de artistas vascos por hacer'. Sobre esta declaraci¨®n de intenciones y con el equipo que encontr¨®, Viar asumi¨® el puesto.
La adquisici¨®n de obras por valor de 900.000 euros y la reordenaci¨®n de la sala de arte contempor¨¢neo han sido los primeros frutos de su gesti¨®n. Un primer bloque de compras enriqueci¨® la colecci¨®n con un lienzo de Miquel Barcel¨®, Des potirons, y obras de nueve artistas vascos, comprometidas por el anterior responsable. El segundo grupo sigui¨® el mismo esquema: una obra importante de un artista espa?ol (Corrida de todos, de Luis Fern¨¢ndez) y obras de los autores vascos Amable Arias, Mari Puri Herrero y Alfonso Gort¨¢zar.
Las nuevas adquisiciones se realizaron en junio en el marco de una reordenaci¨®n del arte contempor¨¢neo. C¨¦zanne y las obras m¨¢s cercanas al cubismo abren ahora un recorrido por el arte del siglo XX, que pasa por Oteiza, T¨¤pies, Saura y Bacon, para desembocar en las obras reci¨¦n adquiridas de artistas como Badiola, Urzay y Barcel¨®.
Los meses de cambios no han restado atractivo al museo. En lo que va de a?o ha recibido m¨¢s de 82.000 visitantes, 10.000 m¨¢s que el mismo periodo de 2001, lo que supone un crecimiento del 14%.
Gitanas para el oto?o
El inicio de la nueva temporada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao llegar¨¢ a primeros de octubre con la inauguraci¨®n de la exposici¨®n antol¨®gica del pintor cordob¨¦s Julio Romero de Torres (1880-1930) en la sala BBK. Medio centenar de obras recordar¨¢n la figura de un artista recordado b¨¢sicamente por sus retratos femeninos. La pintura de Romero de Torres vuelve as¨ª a exhibirse en Bilbao, donde el artista realiz¨® su primera exposici¨®n individual. El contrapunto a las gitanas de Romero de Torres ser¨¢ puesto por la muestra Malas formas de Txomin Badiola (Bilbao, 1967). La exposici¨®n presentada este a?o en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona revisa el trabajo de Badiola de los ¨²ltimos 15 a?os, en soportes que abarcan desde la escultura a la fotograf¨ªa, el v¨ªdeo y la instalaci¨®n.
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