LOS 80 A?OS DE UN VIOLONCHELISTA FELIZ
El Festival de Torroella de Montgr¨ª rinde homenaje a Radu Aldulescu con un concierto en el que el veterano m¨²sico volver¨¢ a tocar en p¨²blico tras nueve a?os alejado de los escenarios.
E l violonchelista y pedagogo italiano de origen rumano Radu Aldulescu vivir¨¢ esta noche en Torroella de Montgr¨ª (Girona) una emocionante velada. El festival de m¨²sica de la poblaci¨®n ampurdanesa quiere celebrar por todo lo alto el 80? aniversario de este m¨²sico vital y feliz que lleva toda la vida enamorado del violonchelo. La fiesta es un concierto de homenaje en el que Aldulescu, que abandon¨® su carrera concert¨ªstica hace a?os para consagrarse a su otra gran pasi¨®n, la ense?anza, volver¨¢ a tocar en p¨²blico y compartir¨¢ escenario con los solistas de la Camerata Lysy, orquesta que tras el concierto de hoy actuar¨¢ ma?ana en el Festival Pau Casals de El Vendrell (Tarragona) y el viernes en el Monasterio de Montserrat (Barcelona).
'Para triunfar en un escenario, adem¨¢s de coraz¨®n y t¨¦cnica, hay que tener carisma'
Aldulescu descubri¨® Torroella hace m¨¢s de dos d¨¦cadas. Lleg¨® en busca de paz y tranquilidad y desde el primer momento sinti¨® el encanto del paisaje y decidi¨® comprarse una casa muy cerca de la villa medieval, en L'Estartit. 'Despu¨¦s de un concierto en Barcelona estaba tan cansado que decid¨ª tomarme un respiro. Me encant¨® Torroella, el paisaje, sus gentes, y decid¨ª quedarme', comenta.
Los lazos art¨ªsticos con Torroella nacieron antes de la creaci¨®n del festival de m¨²sica. Aldulescu fue el primer artista de prestigio internacional que actu¨® en los ciclos de conciertos que acabaron transform¨¢ndose en un verdadero festival. Y desde la primera edici¨®n imparte cada verano un curso de interpretaci¨®n al que acuden j¨®venes de todo el mundo. 'Ense?ar es una experiencia maravillosa. Enseguida percibes el talento que puede desarrollar un m¨²sico joven, pero conviene andar con cautela, porque la afirmaci¨®n de la personalidad musical necesita mucho tiempo. La t¨¦cnica es s¨®lo un veh¨ªculo, lo importante es desarrollar las aptitudes y adquirir la cultura imprescindible para hacer m¨²sica de verdad', se?ala.
Asegura que la obsesi¨®n por la t¨¦cnica es tan perniciosa como el desconocimiento de los propios l¨ªmites. 'La mayor¨ªa de los j¨®venes quieren ser solistas, y el problema m¨¢s grave es lo que tardan en darse cuenta de que nunca podr¨¢n hacer carrera como solistas', dice con la experiencia de una vida dedicada a la ense?anza. 'Una cosa es tocar en casa, entre amigos, y otra ser un solista o ser violonchelista en un cuarteto de cuerda. No es f¨¢cil. Adem¨¢s de coraz¨®n y dominio t¨¦cnico hay que tener un carisma especial para triunfar en un escenario'. Lo primero, explica, es la calidad del sonido y la afinaci¨®n perfecta. 'Si un joven no tiene esas virtudes no merece ser solista. Y no aceptarlo conduce irremediablemente a la frustraci¨®n', asegura.
Desde que se estableci¨® en Roma, en 1969, su cotizaci¨®n como solista y profesor subi¨® como la espuma. En esos a?os conoci¨® al violinista Alberto Lysy, que le acompa?ar¨¢ en el concierto de Torroella al frente de los solistas de la Camerata, base de la orquesta de la Academia Internacional de M¨²sica Yehudi Menuhin. Aldulescu, que cumplir¨¢ 80 a?os el 17 de septiembre, tocar¨¢ una Coral de Bach, el adagio del Concierto n¨²mero 9, de Boccherini, y el Largo para violonchelo y cuerdas, de Gaspar Cassad¨®. La orquesta completar¨¢ el programa con obras de Vivaldi, Locatelli, Bottesini, Max Bruch, Ernest Bloch y Josef Suk.
En 1993 dej¨® de dar conciertos y no oculta su nostalgia. 'Claro que siento nostalgia. Conoc¨ª a compositores como Hindemith y Enescu, fui asistente de Cassad¨® y mantuve una gran amistad con m¨²sicos como David Oistrak, Leonard Bernstein, Artur Rubinstein, Menuhin... Toqu¨¦ con todos y son momentos que nunca olvidar¨¦'. Y no quiere concluir la entrevista sin proclamar una vez m¨¢s que Pau Casals sigue vigente. 'Creo que el Bach de Casals es lo mejor que existe, no admite comparaci¨®n'.
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