Un espa?ol encabeza el proyecto europeo de 'e-democracia' TED

El sue?o de acabar con el d¨¦ficit democr¨¢tico en las sociedades avanzadas y dar la palabra a los ciudadanos a trav¨¦s de la red, es el objetivo del proyecto TED (Towards Electronic Democracy, Hacia la Democracia Electr¨®nica) que arranca en septiembre, con una dotaci¨®n de 360.000 euros, por la European Science Foundation, una fundaci¨®n subvencionada por 90 organizaciones, entre ellas el CSIC y la Oficina de Ciencia y Tecnolog¨ªa espa?ola.

A su cabeza est¨¢ David R¨ªos, un joven matem¨¢tico, vicerrector de Nuevas Tecnolog¨ªas, Relaciones Internacionales y T¨ªtulos Propios de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. 'Debemos superar las ideas de voto electr¨®nico y de administraci¨®n electr¨®nica, la versi¨®n digital de unos conceptos de los siglos XIX y XX. La e-administration s¨®lo aligera la burocracia y con el voto desde el ordenador o el m¨®vil s¨®lo cambia el mecanismo, pero no sirve para que los ciudadanos profundicen en la toma de decisiones'.

R¨ªos inaugura una revoluci¨®n pol¨ªtica que se vale de algoritmos y modelos matem¨¢ticos probabil¨ªsticos. En cuatro a?os, cuando acabe el plazo de ejecuci¨®n, la investigaci¨®n desembocar¨¢ en un programa y unos interfaces f¨¢ciles de usar por cualquiera que deba tomar una decisi¨®n p¨²blica.

En la iniciativa participan profesores e investigadores universitarios de 11 pa¨ªses, en un esfuerzo que rebasa las fronteras de la UE, con centros de Suiza y Polonia. Por parte espa?ola tambi¨¦n est¨¢n presentes docentes de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y de la Carlos III.

La idea parte de una formulaci¨®n sencilla. La ejecuci¨®n parece m¨¢s compleja aunque sus promotores creen que conseguir¨¢n unos programas simples, sin jerga tecnol¨®gica o cientifista y f¨¢ciles de usar para cualquier agente social. Su pretensi¨®n pasa por 'sacar la toma de decisiones fuera de los despachos de los gobernantes, gracias a los ordenadores y a la expansi¨®n del acceso a Internet'.

Protocolos adaptables

?Ejemplo? R¨ªos cita los distintos trazados del AVE, con el impacto ambiental y el desarrollo econ¨®mico que supone para las poblaciones en las que el tren se detiene. 'El software sirve para que los agentes no s¨®lo opinen, sino que estructuren sus puntos de vista y definan sus preferencias con protocolos de di¨¢logo predefinidos y adaptables a cada caso'. Es decir, el equivalente de los periodos de alegaciones p¨²blicas, pero asistidos por una herramienta matem¨¢tica que convierte, a trav¨¦s de un programa, 'las creencias y preferencias de la gente en juicios racionales de forma sencilla', dice Simon Wilson, profesor de Estad¨ªstica del Trinity College de Dubl¨ªn y miembro del comit¨¦ del TED.

'Se trata', a?ade David R¨ªos, 'de un software de toma de decisiones que ayuda a estructurar las distintas variables de un problema social, pol¨ªtico, sanitario..., que construye un modelo de las incertidumbres y otro de las preferencias de cada agente, y que acaba juntando la informaci¨®n para deducir cu¨¢l es la decisi¨®n que se debe tomar'.

Otro efecto del m¨¦todo es que siempre deriva en una explicaci¨®n racional de por qu¨¦ se ha tomado una alternativa y no otra, obligando a las administraciones a ser transparentes en la exposici¨®n de motivos que sustentan una decisi¨®n.

'M¨¢s all¨¢ del refer¨¦ndum electr¨®nico, nuestro anhelo es que los agentes ayuden a perfilar opciones, compartir perspectivas, discutir y evaluar pros y contras, afrontando la incertidumbre de una toma de decisi¨®n y caminando hacia una conclusi¨®n equilibrad'.

R¨ªos utiliza el verbo 'amalgamar', que es una de las claves de su sue?o: que la democracia no sea un sistema restringido a una votaci¨®n, digital o tradicional, cada tres o cuatro a?os, sino un espacio de participaci¨®n colectiva, en el que las matem¨¢ticas y la inform¨¢tica sirvan como instrumentos de socializaci¨®n de la toma de decisiones.