Jon 'maddog' Hall: 'El Tercer Mundo necesita equipos con 'software' libre'
El presidente de Linux International recorre medio mundo para explicar las ventajas del sistema operativo abierto
Perro loco (mad dog, en ingl¨¦s) es el mote que le otorgaron sus alumnos cuando era profesor de la Universidad de Hartford (Connecticut). Jon maddog Hall usa ordenadores desde finales de la d¨¦cada de 1960, cuando ten¨ªan bombillas y pod¨ªan escucharse los gru?idos que emit¨ªan al procesar la informaci¨®n. Hoy, es presidente de Linux International, una empresa que promueve este sistema operativo, y pasa parte de su tiempo dando conferencias sobre las ventajas del software libre.
Pregunta: Muchos creen que el desarrollo de Linux es an¨¢rquico, pero est¨¢ muy centralizado en la figura de Linus Torvalds. ?Qu¨¦ le parece este modelo de crecimiento?
Respuesta: Hace a?os, Linus se ocupaba del n¨²cleo de desarrollo y del de producci¨®n. Era mucho trabajo y a veces las actualizaciones no iban r¨¢pido. As¨ª que decidi¨® quedarse con el de desarrollo y delegar el otro en Alan Cox. Me parece necesaria una persona que decida qu¨¦ se incluye en el n¨²cleo y qu¨¦ no, para que ¨¦ste no adquiera demasiado tama?o.
P: ?Qu¨¦ pasar¨ªa si Linus decidiera dejarlo, o no pudiera seguir al frente del n¨²cleo?
R: Todos se hacen la pregunta cuando hablan de Linux, pero jam¨¢s de una empresa. ?Qu¨¦ pasa si Wang lo deja? ?Qu¨¦ pasa si Data General lo deja? ?Qu¨¦ pasa si Digital Equipment Corporation lo deja? ?O qu¨¦ pasa si Microsoft lo deja? Windows 3.1 se march¨®; Windows'95 tambi¨¦n; Windows'98 se est¨¢ marchando. Pero nadie se lo pregunta. Alan Cox se march¨® y hubo un sustituto. Lo mismo suceder¨ªa con Linus.
P: ?Puede sobrevivir econ¨®micamente un programador de software libre?
R: Claro que s¨ª, muchos ya lo hacen, aunque no sean tan ricos como Bill Gates. El programador no podr¨¢ cobrar por la propiedad intelectual, y el c¨®digo que produzca tendr¨¢ que ponerlo a disposici¨®n de otros, pero tambi¨¦n podr¨¢ usar el hecho por terceros y cobrar por adaptar esas piezas para sus clientes. Si el trabajo lo hace un espa?ol, el dinero se queda en Espa?a, paga impuestos espa?oles, y no se va a Redmond.
P: ?Qu¨¦ opina de la dependencia que mantienen algunas empresas de Linux con la Bolsa??Es el Nasdaq una fuente de financiaci¨®n adecuada?
R: La Bolsa est¨¢ loca, as¨ª que no es una buena forma de ver la realidad. Cuando Red Hat sali¨® a Bolsa los inversores creyeron que era 'la empresa de Linux' y la auparon a la cima. Despu¨¦s apareci¨® otra con el c¨®digo burs¨¢til LNUX y pensaron: '?sta s¨ª es de Linux'. Hay mucha gente seria que no tiene ni idea de lo que vale una empresa. La forma de saberlo es cuando ¨¦sta produce beneficios, y as¨ª no funciona la Bolsa.
P: ?Qu¨¦ ha cambiado en la inform¨¢tica desde 1968?
R: Se ha producido una combinaci¨®n de paradojas: Por un lado, una reducci¨®n de los costes de equipos y de las telecomunicaciones y un incremento de la potencia computacional. Por otro, hay individuos y gobiernos que no pueden comprar inform¨¢tica. En el mundo tenemos 500 millones de ordenadores y 6.000 millones de personas. El 40% de esta gente vive con menos de un d¨®lar al d¨ªa y morir¨¢ sin haber hecho una llamada telef¨®nica. Es posible que nunca tenga un ordenador, pero los gobiernos, obligados a mejorar sus vidas, s¨ª deber¨ªan tenerlos. Y no sucede as¨ª.
P: ?No cree que el Tercer Mundo necesita comida o agua antes que ordenadores?
R: Cierto, pero las cosas no son tan f¨¢ciles. En algunos sitios hay compa?¨ªas que suministran agua potable y cobran una cantidad a sus clientes para construir m¨¢s depuradoras. Y necesitan ordenadores para poder gestionar estos negocios, como tambi¨¦n para gestionar el suministro de energ¨ªa. Equipos que no pueden comprar porque, entre otras razones, el software es muy caro. O sea, que necesitan comida, agua y algo m¨¢s.
P: ?Como presidente de Linux International, qu¨¦ le dir¨ªa al presidente Aznar para convencerle de que instalara software libre en la Administraci¨®n?
R: El Gobierno brasile?o ya lo ha introducido. Y tambi¨¦n el de Costa Rica. Ambos ahorran dinero y el que invierten se queda en sus pa¨ªses. Su econom¨ªa empieza a basarse en el c¨®digo abierto. Espa?a invierte mucho dinero en software de Microsoft y todo este dinero se va fuera de sus fronteras. Al presidente del Gobierno espa?ol le dir¨ªa: 'Sr. presidente, ?qu¨¦ le parece dar dinero a una de las empresas m¨¢s ricas del mundo por un sistema operativo propietario, en lugar de a compa?¨ªas espa?olas que puedan hacer un software como usted quiera?'.
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