Otros cuatro inmigrantes muertos
Los cuerpos de los cuatro inmigrantes encontrados este 19 de agosto en Billabona nos llenan de tristeza e indignaci¨®n. Tristeza por los muertos, sus familiares y amigos. Indignaci¨®n por los responsables de esas muertes. Estas muertes (las de Billabona, las que demasiado a menudo se producen en el estrecho de Gibraltar, o las que se producen en el t¨²nel que une Francia con Gran Breta?a), y lo repetiremos cuantas veces haga falta, no son un puro accidente, son consecuencia directa de las pol¨ªticas de inmigraci¨®n que se vienen aplicando por los estados de la Uni¨®n Europea, pol¨ªticas centradas en el control de las fronteras y en poner trabas e impedir la entrada de inmigrantes, de una manera muy especial procedentes de ?frica.
Esa pol¨ªtica es contraria a la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, especialmente a su art¨ªculo 13.2, tanto en la letra como en su esp¨ªritu: 'Toda persona tiene derecho a salir de cualquier pa¨ªs, incluso del propio, y a regresar a su pa¨ªs'. Migrar es un derecho que no se le puede negar a ning¨²n ser humano, siendo secundario lo que le empuja a ello, bien sean razones pol¨ªticas (represi¨®n, falta de libertad, tortura, miedo, huir de los conflictos) o econ¨®micas (hambre, pobreza, paro cr¨®nico, falta de futuro), o una mezcla de las dos.
Muchas personas, con toda su buena voluntad se preguntan por qu¨¦ se meten en viajes tan peligrosos. Pues porque no les queda m¨¢s remedio. Porque para salir de cualquier pa¨ªs de ?frica, adem¨¢s del pasaporte y del documento de identidad es necesario un visado; porque conseguir ese visado es un imposible dada la pol¨ªtica de negaci¨®n sistem¨¢tica llevada a cabo por todos los estados de la Uni¨®n Europea. Los gobiernos, algunos pol¨ªticos, estamos seguros de ello, nos hablar¨¢n de un tr¨¢gico accidente. Pero eso es una verdad a medias, que encierra una gran mentira. Los inmigrantes que se metieron en ese cami¨®n, lo mismo que otros miles de inmigrantes, no est¨¢n en condiciones de elegir el sistema de transporte que quieren utilizar.
Los pobres del mundo, los habitantes de pa¨ªses empobrecidos tienen derecho a desplazarse y a hacerlo en las mismas condiciones que nosotros, sin tener que recurrir a la patera, a la bodega de un barco o al fondo de un cami¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.